DEBES MADURAR
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño. â1 Corintios 13:11
A veces la respuesta de Dios a nuestra oración se halla tanto en la naturaleza del que pide como en el pedido. Como dijo el tÃo del Hombre Araña: "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". ¿Un buen padre darÃa un gran poder a alguien que no muestra responsabilidad? Este es el proceso de maduración que ocurre en la oración. A veces pedimos, y en vez de recibir una respuesta inmediata se nos pide que hagamos algo. ¿Es esto un no? En realidad no. Es más bien un "vamos a darle un poco de tiempo y veremos". Hay tantas cosas que Dios quiere dar, pero hasta que maduremos en la fe y en nuestro carácter lo suficiente para demostrar que podemos manejar estos dones, serÃa irresponsable de parte de Ãl dárnoslos.
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ORACIÃN:
Yo decreto y declaro en el nombre de Jesús que estoy madurando en la fe y en el carácter. Ordeno a mi carne que se someta a la obediencia a Cristo. Ordeno a todas las barreras que buscan entorpecer mi crecimiento que sean hechas nulas en mi vida. Quito las cosas de niños y me muevo a nuevos niveles de responsabilidad, competencia, poder y autoridad. En el nombre de Jesús, amén.
Cindy y Trimm. Usado con permiso de Casa Creación. www.casacreacion.com
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