EL PODER DE LA ADORACIÓN

Alaben a Dios en su santuario Alábenlo con sonido de trompeta, alábenlo con el arpa y la lira. Alábenlo con panderos y danzas, alábenlo con cuerdas y flautas. Alábenlo con címbalos sonoros, alábenlo con címbalos resonantes. —Salmo 150:1-5

Realmente creo que los avances se hacen en el espíritu cuando elevamos nuestras voces y nuestras manos a Dios, mostrando que no nos avergonzamos de gritar su nombre y alzarnos en su defensa en la tierra. Pero la adoración solo comienza cuando la Iglesia se reúne para alabar su nombre. Si no llevamos nuestra adoración desde la iglesia a las calles y a donde vivimos, nuestro mundo nunca va a cambiar. Hasta que vivimos nuestra adoración a Dios cada minuto de cada día de la semana, solo estamos fingiendo.

ORACIÓN:

Tu Palabra dice que tú ordenaste la alabanza para silenciar al enemigo. Padre, en el nombre de Jesús trae avivamiento en el espíritu cuando te alabo y te adoro. Libera todos los recursos que necesito para cumplir mi misión. En el nombre de Jesús declaro que mi alabanza no comenzará el domingo por la mañana ni terminará cuando salga de la iglesia. Voy a adorarte con mi vida cada minuto de cada día de la semana. Decreto y declaro que mi adoración no es una canción; es un estilo de vida que toca al mundo que me rodea. En el nombre de Jesús, amén.

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Cindy y Trimm. Usado con permiso de Casa Creación. www.casacreacion.com