Dios no tiene preferidos
âCuando usted hace sus sacrificios de alabanza, no es pagar la luz, pero es cooperar con Dios para que él pueda bendecirlo a usted. No estamos haciéndolo para que él tenga con nosotros algún beneficio, no, tiene que ver con algo mucho más especial, mucho más importante que eso, es superar nuestras emociones, superar nuestros deseos carnales y hacer un ejercicio espiritualâ.
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