PRESTA ATENCIÓN A CÓMO CONDUCES
FÃjense también en los barcos. A pesar de ser tan grandes y de ser impulsados por fuertes vientos, se gobiernan por un pequeño timón a voluntad del piloto. Asà también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡ImagÃnense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa! âSantiago 3:4â5
Cuando un barco zarpa para cruzar el océano, el piloto traza el curso. Luego determina los tiempos que necesitará para ajustar la dirección del barco para seguir el curso que ha establecido. Para el piloto, el curso se forma primero en sus pensamientos, lo comunica mediante el timón, y luego lo lleva a cabo cuando el resto de la nave se alinea con su propósito. En nuestro caso, nuestras vidas alcanzan las metas deseadas solo si alineamos nuestros pensamientos, palabras, hábitos y acciones de una manera similar. En vez de dejar que los elementos de tu dÃa dicten tu destino, puedes asumir el control de esos elementos y dirigir el curso a un final mejor.
ORACIÃN:
Decreto y declaro que no dejo que la vida simplemente me pase. Busco tus deseos para mÃ, y mis palabras y acciones se alinean con esos planes. No permitiré que los desafÃos alteren mi atención. Permaneceré firme hasta que alcance "el fin que espero" ( JeremÃas 29:11). En el nombre de Jesús, amén.
Cindy y Trimm. Usado con permiso de Casa Creación. www.casacreacion.com
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