Palabra Del Aliento Para Bendecirte Hoy

Palabras de Aliento


La oración eficaz del justo puede mucho
Pastor Kenneth Copeland

La Biblia dice que Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Su voluntad también lo es. Si ora conforme a su voluntad, Él lo oye.



"Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho". Santiago 5:16

Algunas veces los creyentes se retuercen las manos y se preocupan si están o no orando de acuerdo con la voluntad de Dios.


"Qué lástima "dicen, ciertamente no puedo esperar que Dios haga algo por mí que esté fuera de su voluntad". Y están absolutamente en lo correcto.
Pero no necesitan perder el tiempo andando por ahí perplejos. Necesitan tomar sus Biblias y entender cuál sea la voluntad de Dios.
Dios ha hecho algunas promesas muy claras en su Palabra, y su voluntad es cumplir cada una de ellas en su vida. En efecto, esas promesas están divinamente garantizadas por un contrato que ha sido firmado con la sangre de Jesucristo.

Piénselo de esta manera. Su Biblia es la última voluntad y testamento de Jesucristo. Es un registro de la herencia que le pertenece a usted. Todo lo que es suyo ha sido registrado en ese Libro, y si usted es inteligente, escudriñará lo que hay en ella. No la deje sobre la mesa para que luego no tenga que clamar: "¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! Estoy buscando la verdad".
Tome la Biblia y busque en ella lo que a usted le pertenece. Dese cuenta de lo que necesita hacer para estar en conformidad con la voluntad de Dios.
Algunas personas no hacen eso. Al contrario, tratan de cambiar a Dios. Siguen tratando de convencer a Dios de cuán heridas se sienten o de cuán pobres son. Rogarán, suplicarán y adularán a Dios y actuarán siempre como si tuvieran que cambiar, de algún modo, el parecer de Dios acerca de la situación. Esas personas se van a quedar esperando por mucho tiempo.
Dios nunca va a cambiar. La Biblia dice que Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Su voluntad también lo es. Así que no pierda su tiempo preguntándose si está orando conforme a la voluntad de Dios. Tome el Libro y base sus oraciones en este. Entonces podrá estar seguro de que la respuesta está de camino.
Efesios 5:17 "Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor".

¿Alguna vez ha estado en oración y de repente le ha perturbado la idea de que Dios no está escuchándolo?

Esto nos sucede a todos. Pero poco sabemos realmente qué hacer. Oramos de manera inconstante, diciendo las mismas oraciones de siempre, y esperamos con cierta incertidumbre que sean contestadas y sospechamos con cierta certeza que no lo serán.

Hoy quiero mostrarle cómo resolver ese dilema de una vez por todas. Pero déjeme advertirle, no voy a darle una palmadita en la espalda y asegurarle que Dios escuchará cualquier cosa dudosa o egoísta que usted le diga. No lo hará. El sólo ha prometido escuchar las oraciones que se hacen conforme a su voluntad. El apóstol Juan dice que si usted ora así, puede estar seguro de que recibirá las peticiones que le haya hecho a Dios.

La palabra petición se define como "una solicitud formal escrita y dirigida a un superior soberano sobre una gracia o derecho en particular", y eso es exactamente lo que usted necesita cuando ora por algo serio.

¿Cómo se prepara una petición sólida que esté de acuerdo con la voluntad de Dios?

En primer lugar, tiene que escudriñar la Palabra de Dios. Encuentre pasajes bíblicos que se aplican a su situación y úselos como la base de su petición.

Luego arrodíllese y pregunte al Espíritu Santo. Deje que le ayude a desarrollar su petición en forma detallada. La mejor manera de hacer eso es pasar tiempo orando en otras lenguas. (Véase Romanos 8:26-27). Espere que Dios le muestre cosas "de corazón a corazón". El quiere que usted conozca su voluntad. Por lo tanto, ponga atención cuando esté orando.

Por último, escríbalo. Haga una petición formal escrita, anotando cada pasaje que encuentre. Además, al esperar que el Espíritu Santo le dé detalles, anote las ideas y pensamientos que Él le dé.

Tómese el tiempo necesario. Deje que el Espíritu desarrolle su oración. Trate de asimilar la verdad que le está mostrando y espere a que actúe en usted. Afirme la petición en su mente y cuando esté preparado, preséntesela a Dios.


Créame, El estará escuchando.

1 Juan 5:14,15 "Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye, y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos la peticiones que le hayamos hecho". -> ¿Que opinas? Comenta abajo.

 

 

+ Prédicas Escritas | Kenneth Copeland