Por Mario Serrano
Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. (2 Corintios 9:8)
Muchas veces tratando de buscar solución a un problema, perdemos el sueño y la paz interior. Corremos de un lugar a otro, hablamos con distintas personas para que nos ayuden, en oración le ordenamos y decimos exactamente a Dios como debe proceder. Tan preocupados estamos que no nos percatamos que nuestro Padre celestial se ocupa de nosotros y todo está bajo su cuidado y control, aunque con nuestras actitudes demostramos que el control lo tenemos nosotros. Cuando estamos en esa situación, es importante descansar en el Señor, tomar un momento para acercarnos a Él con un corazón y una mente abierta. Cuando lo hacemos así, el peso que sentíamos se va, la confusión se disipa y el panorama se aclara. Quien experimenta el descanso de Dios descubre el secreto de vivir en plenitud. El descanso y la paz del espíritu son requisitos esenciales para funcionar plenamente y ser capaces de tener control y equilibrio en la vida. Cuando soltamos el problema y la preocupación le otorgamos a Dios el espacio necesario para actuar a nuestro favor. Su poder entra en acción ajustando las cosas sueltas, equilibrando la situación, y poniendo a las personas y las cosas en perfecta armonía.
No sabemos como lo hará nuestro Dios, pero ello es irrelevante, sus métodos son ilimitados, nuestra parte consiste en creer que en todo momento y ante cualquier circunstancia la gracia y el favor de Dios está sobre nosotros para resistir y salir victoriosos. Confía, y enfrenta las vicisitudes en plena certidumbre de fe, declarando a viva voz que la gracia de Dios sobreabunda en ti y puedes afrontar victorioso toda situación.
Oremos de esta manera:
En este día abro mi mente y corazón a ti Señor. Voluntariamente te entrego mis preocupaciones y problemas. Gracias por las oraciones contestadas en el pasado, eso confirma tu palabra y me da fe y confianza para lo que necesito hoy, declaro que en toda circunstancia tu gracia abunda sobre mí. Tú divino poder esta sobre mí ahora, recibo paz y te doy gracias por controlar esta situación. Gracias Señor, amen
