Comentarios Bíblicos

Salmo 4 Con Devocional y Oración

A continuación leeremos el Salmo 4, usando en este caso: la versión reina valera actualizada 2015. Luego haremos un comentario devocional y una oración final.

Ahora veremos un comentario devocional del Salmo 4, escrito por Esteban Correa:

Salmo 4:1 «¡Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia!  Tú que en la angustia ensanchaste mi camino, ten misericordia de mí y oye mi oración». 

(Versículo 1) David conocía perfectamente que Dios es justo y que él nos hace justicia frente a las situaciones injustas que nos tocan vivir, sobre todo cuando otras personas nos afligen injustamente. Es una buena oración para realizar cuando estamos siendo hostigados, calumniados o atacados injustamente: “Señor hazme justicia”, algo injusto es algo en lo que Dios actuará a favor de la vida de los que creen y esperan en Él. No tengas dudas que el Señor te hará justicia, si actúas en obediencia y con buena conciencia, el Señor te hará justicia ante tus adversarios. David pide misericordia sabiendo que el Señor ya lo ha librado muchas veces de sus angustias, el Señor desea ayudarnos y librarnos por eso David clama con fe y certeza. Así debemos clamar, confiando y esperando en la justicia y la misericordia de Dios.

Salmo 4: 2 «Oh hijos del hombre, ¿hasta cuándo convertirán mi honra en infamia, amarán la vanidad y buscarán el engaño?»

(Versículo 2) Aquí vemos una exhortación hacia aquellos que se creen importantes, otras traducciones hacen referencia a personas de poder, de influencia o destacadas. La versión TLA dice: “Ustedes los que se creen importantes” la versión Dios habla hoy (DHH) dice: “Ustedes, que se creen grandes señores”, por eso vemos aquí la razón por la cual pide justicia, se hablaba mal de él, estas personas intentaban desacreditar y desprestigiar a David, tal vez para derrocarlo en su reinado o destruirlo. Mentiras y acusaciones infundadas fueron la causa de su clamor a Dios y su confrontación con ellos. La pregunta que se hace es ¿Hasta cuando buscarán el engaño?. Dios siempre castiga la soberbia y la mentira, aquellos que aman la mentira y no pueden ser humildes serán quebrantados por el Señor. Dios llama a todos al arrepentimiento para salvación, pero no todos responden el llamado. Por eso cada uno tendrá consecuencias, pero los que sufren las acusaciones mentirosas deben clamar a Dios por justicia que pronto verán.

Salmo 4:3 «Sepan que el SEÑOR ha apartado al piadoso para sí; el SEÑOR oirá cuando yo clame a él».

(Versículo 3) Al Señor le agrada nuestra fe y piedad, las personas que le temen y lo buscan encontrarán la respuesta en Dios. Un ejemplo claro de esto lo vemos en la historia relatada en Hechos 10, cuando un ángel envía un mensaje de Dios a Cornelio. En el verso 2 del capítulo 10 del libro de los hechos, vemos la descripción que se hace de Cornelio como un hombre: “piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre”. Esta descripción muestra cómo el Señor escuchaba a Cornelio, siendo este un varón justo y piadoso, que además hacía limosnas al pueblo, un hombre generoso, con temor de Dios y de oración. El Señor se encargó de enviarle el evangelio de Cristo por medio del apóstol Pedro, abriendo la puerta de la salvación al pueblo no judío, para esta gran conexión, el Señor escogió a este hombre de oración y piadoso. Y Pedro, siendo parte de todo este plan, al hablar con cornelio y su gente, lo resumió de esta manera en el versículo 34 y 35 de Hechos 10: “Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia”. Por eso este versículo 3 del Salmo 4 dice: “Sepan que el SEÑOR ha apartado al piadoso para sí; el SEÑOR oirá cuando yo clame a él”.

Salmo 4:4 «Tiemblen y no pequen. Reflexionen en su corazón sobre su cama y estén en silencio». 

(Versículo 4) La expresión “tiemblen y no pequen” hace referencia a no tomar a la ligera el desprecio a los mandatos y consejos de Dios. El temor reverente a Dios está directamente conectado con tener sumo cuidado de no cometer pecados, la persona que piensa y medita correctamente en lo que la biblia nos dice, tendrá la capacidad de darse cuenta que no le conviene cometer pecados, porque el pecado abre las puertas al enemigo de nuestras almas, la rebeldía es un principio de la naturaleza pecaminosa, la cual debemos hacer morir. Por eso dice en la segunda parte del verso, “reflexionen en su corazón sobre su cama y estén en silencio”. Estar en tranquilidad y tener un tiempo donde podamos darnos cuenta de los errores, nos ayuda a tomar conciencia que ofendemos a Dios y nos provocamos un daño cuando tomamos el pecado a la ligera. El el pecado daña nuestra vida. Es bueno poder pedir perdón por nuestros pecados y hacer un balance al terminar el día y ponernos a cuentas con Dios para ser fortalecidos y seguir al día siguiente el camino correcto.

Salmo 4:5 «Ofrezcan sacrificios de justicia y confíen en el SEÑOR».

(Versículo 5) El sacrificio que a Dios le agrada es hacer el bien, ser compasivos y misericordiosos, ayudar al pobre, adorar en espíritu y en verdad, es ser transparentes de corazón, es arrepentirse de los pecados para buscar la ayuda del Espíritu Santo, es temer a Dios y guardar su palabra, es tener una vida de oración y ser piadosos. El justo es una persona de fe, que no solo cree en Dios, sino que busca a Dios para conocerlo y para que Él sea el centro de su vida, nada tiene que ver la justicia del reino de Dios con la religiosidad de los hombres. El hombre que usa la religión como una apariencia o como una simple regla exterior de conducta no ha tenido un verdadero encuentro con el amor de Dios. No conoce a Dios. Es sumamente importante entender que tipo de sacrificios sirven ante los ojos de Dios o cuáles son agradables a Él. En hebreos 13:16 dice así: (NVI) “No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios”. Aquí el sacrificio es dar al que menos tiene, es compartir. En Romanos 12:1 dice: “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios”. Santificarnos en la palabra de Dios y serle fiel, guardando nuestra vida y cuerpo para Él, y no para el pecado es otra forma de sacrificio de justicia. Y también vemos lo que el apóstol Pablo llamó como sacrificio agradable a Dios en Filipenses 4:18, que dice: “Por el momento, tengo todo lo que necesito, ¡y aún más! Estoy bien abastecido con las ofrendas que ustedes me enviaron por medio de Epafrodito. Son un sacrificio de olor fragante aceptable y agradable a Dios”. La ayuda financiera, los diezmos y las ofrendas, como todo tipo de apoyo y colaboración para quienes hacen la obra de Dios, es un sacrificio agradable a Dios. Los sacrificios deben ir acompañados de confianza en el amor y la gracia de Dios, la fe nos hace hacer estos sacrificios de justicia al Señor,porque sabemos que son útiles y darán mucho fruto.

(Versículo 6) Este texto es para aquellos que buscan el bien en la vida, pero por fuera de Dios, el salmista se hace una pregunta, que muchas personas se hacen: “¿Quién nos mostrará el bien?”. La pregunta está enfocada en quién, es decir en alguien, en una persona, pero la persona que nos mostrará el verdadero bien es Dios, que envió a Jesús, quien vino para enseñarnos, sanarnos, liberarnos y restaurarnos. Por eso también la respuesta la da el mismo salmista con un pedido: “Haz brillar sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro”.

Muchas buscan el bien aquí y allá, en una persona o en otra, pero el verdadero bien se encuentra en nuestro amoroso Dios. Quien nos acepta por medio de Cristo y nos capacita por su glorioso Espíritu Santo para darnos vida, paz y alegría. El bien está en llenarnos de Dios, en conocer su palabra y vivir por ella.

(Versículo 7) “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios vivirá el hombre”. Éstas palabras dichas por Jesús nos demuestran que los hombres no solo debemos estar detrás de las cosas materiales, sino del alimento para el espíritu, que es la vida de Dios que nos provee su palabra. El salmista en este caso compara la alegría de aquellos que tienen una buena cosecha, y la alegría indescriptible que tienen aquellos que viven bajo el favor y agrado de Dios. No estamos hechos solo para vivir del pan, la completa satisfacción está en tener el alimento espiritual que Dios nos da con su poder, que rompe cadenas, que libera de toda trampa del enemigo y nos da la luz, la sabiduría y la presencia de Dios en Cristo Jesús.

(Versículo 8) El hombre sin Dios y sin esperanza intenta obtener la paz que el mundo ofrece, la cual parece que nunca es completa, porque el mundo ofrece una paz endeble, basada en comprar y adquirir tranquilidad por medio de tantas cosas que se ofrecen hoy en día, por muchos tipos de medios humanos y limitados, pero estar bajo la poderosa mano de Dios no tiene comparación, la fe de Dios en nosotros es el poder que nos da el verdadero descanso y calma. La presencia de Dios nos puede cuidar en todo tiempo y en toda circunstancia de una forma única.

En proverbios 19:23 se nos amplía el concepto básico para disfrutar de la tranquilidad, la seguridad y la alegría que Dios nos da. En la nueva versión internacional, dice así: “El temor del Señor conduce a la vida; da un sueño tranquilo y evita los problemas”. Y en la versión Reina Valera Contemporánea dice así: “El temor del Señor es fuente de vida, y nos hace vivir tranquilos y libres de temores”.

Es haciendo nuestro corazón agradable a Dios, llenando nuestra boca de su palabra y anhelando la amistad con Él que tendremos la vida que anhelamos, llena de paz y descanso, una vida en la plenitud de sus promesas.

Hagamos juntos esta oración:

“Padre Celestial, vengo a ti porque deseo tener tu amistad, sé que solo en Jesús tengo la verdadera paz y felicidad que necesito. Tu eres mi justicia, y me harás justicia de toda situación injusta y de todo adversario en mi vida.

Perdóname si no he vivido conforme a tu palabra. Hoy me aferro a tu palabra, me lleno de tu palabra para dar mucho fruto. Espíritu Santo te doy la bienvenida para que me guíes a realizar obras de justicia que agradan al Padre.

Querido Señor, Dame Sabiduría y entendimiento para hacer lo que tu deseas en mi. Recibo la vida, la alegría, la tranquilidad y la seguridad que tienes para mi, por vivir en respeto y temor reverente a tu persona, lo pido, lo creo y lo declaro en el nombre de Jesús. Amén”

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