Mirarás hacia adelante con fe, nada logrará apegarte al estancamiento. Las cosas temporales no te dominarán. Jesús será el centro de tu vida, quién te da victoria en todo tiempo y quién te prepara para experiencias extraordinarias.
Versión audio:
En Lucas 9:61-62 dice así: “(…) —Te seguiré, Señor; pero primero déjame despedirme de mi familia. Jesús le respondió: —Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios”. La expresión: “mirar atrás” nos habla del apego a lo temporal. El apego es una adhesión de afecto hacia las cosas o personas.
Cuando entendemos que lo que viene por delante de parte de Dios, es mejor y mayor en todo sentido, aprendemos a desapegarnos. Muchas personas viven arraigadas a sus costumbres y cosas que le impiden ir por un mejor destino que el Señor tiene para ellos. Desapegarse no es despreciar, sino desprenderse cuando es necesario, sabiendo que algo mejor viene. Nuestras familia y afectos personales vivirán una vida cada vez más libre, unida y bendecida, si juntos nos aferramos a la esperanza que nos da Jesús. Lo que viene es mejor para todos, por eso, no nos aferremos a las cosas temporales, porque todas pasarán. Experiencias extraordinarias tiene el Señor preparadas para nosotros. La senda de los que miran hacia adelante con fe, es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
Oremos así:
“Dios Padre, enséñame a no apegarme a lo temporal, porque nada puede superar a lo que has preparado para mi. Mi familia y yo estamos seguros, porque eres nuestra confianza. Nada bueno se terminará, vivire de gloria en gloria, lo creo y declaro en el nombre de Jesús. Amén”
