7 Oraciones de Fe Para Sanar

Lee, medita y ora. Cada oración incluye una breve introducción y un versículo (NTV) para fortalecer tu fe. Al final encontrarás un enlace para profundizar con el libro “Sanidad y Milagros”.

1) Oración de fe por sanidad física Santiago 5:15

Introducción: La fe es el canal por el cual recibimos las promesas de Dios. Aunque nuestros sentidos digan lo contrario, la Palabra declara que “por sus heridas fuimos sanados”. Esta oración activa la fe y fija la mirada en Cristo como sanador.

“La oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará; y, si ha pecado, su pecado será perdonado.” — Santiago 5:15 (NTV)

Señor amado, hoy me acerco a Ti con un corazón lleno de fe. No me apoyo en mi propia fuerza, sino en Tu poder y en Tu Palabra que no miente. Creo que por las heridas de Jesús, yo he sido sanado. Aunque el dolor quiera hablarme, yo escucho la voz de Tu verdad que dice que Tú eres mi sanador. Hoy te entrego todo temor y toda duda, y recibo por fe la restauración que viene de lo alto. Declaro que cada célula, cada hueso y cada órgano en mi cuerpo responde a Tu vida y a Tu salud. Que la unción sanadora del Espíritu Santo fluya desde la coronilla de mi cabeza hasta la planta de mis pies. Te agradezco, Señor, porque no hay nada imposible para Ti. En el nombre poderoso de Jesús, amén.

2) Declarando las promesas de Dios sobre sanidad Salmo 103:3

Introducción: Declarar las promesas fortalece la fe y empuja atrás las tinieblas. La Palabra es espada para combatir la enfermedad y afirmar la verdad de Dios.

“Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades.” — Salmos 103:3 (NTV)

Padre celestial, hoy me levanto para proclamar Tus promesas sobre mi vida. No aceptaré como definitivo lo que mis sentidos perciben, sino lo que Tu Palabra dice. Declaro que Tú has perdonado todas mis culpas y has sanado todas mis enfermedades. Tu fidelidad es eterna y Tus misericordias son nuevas cada mañana. Que toda mentira de enfermedad sea derribada en el nombre de Jesús, y que la verdad de Tu sanidad se establezca en mi cuerpo y en mi mente. Hablo vida a mis huesos, fortaleza a mi carne y paz a mi corazón. Señor, así como sanaste a los enfermos que se acercaban a Jesús, hoy creo que Tu mano me toca y me restaura por completo. Recibo la salud que Cristo compró en la cruz y declaro que caminaré en ella. Gracias por Tu amor y Tu poder, en el nombre de Jesús, amén.

3) Oración para aliviar el dolor en el cuerpo Mateo 14:36

Introducción: Dios desea darnos sanidad y también alivio inmediato. Jesús mostró compasión al sanar rápidamente a quienes sufrían.

“Y todos los que tocaban su manto quedaban sanos.” — Mateo 14:36 (NTV)

Señor Jesús, así como aquellos que tocaron Tu manto fueron sanados, yo hoy toco Tu presencia por fe. El dolor que siento en mi cuerpo lo pongo delante de Ti, sabiendo que para Ti no hay nada demasiado difícil. Te pido que en este momento Tu poder sanador fluya a través de mí y traiga alivio inmediato. Que todo músculo, nervio, articulación y órgano se alineen con la salud que Tú me has dado. Ordeno en el nombre de Jesús que el dolor cese ahora y que la paz de Dios gobierne mi cuerpo. Que el fuego sanador del Espíritu Santo recorra cada parte afectada, trayendo bienestar y descanso. Señor, Tú eres mi refugio y mi alivio; en Ti encuentro descanso para mi alma y fuerza para mi cuerpo. Gracias porque Tu compasión es eterna. Lo creo y lo recibo en el nombre de Jesús, amén.

4) Renunciar a la duda y la incredulidad Marcos 9:24

Introducción: La duda debilita la fe e impide recibir. Renunciamos a ella y pedimos fuerza para confiar.

“—Sí creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!” — Marcos 9:24 (NTV)

Padre amado, reconozco que a veces mi corazón ha dudado. Los pensamientos de incredulidad han querido robarme la paz y la esperanza. Hoy, en el nombre de Jesús, renuncio a toda duda y a todo temor que me impida recibir mi sanidad. Declaro que mi fe está firme en Tu Palabra y no en las circunstancias. Espíritu Santo, ven y fortalece mi confianza en las promesas del Padre. Quiero creer como un niño, con sencillez y certeza. Que mis palabras, mis pensamientos y mis acciones estén alineadas con la verdad de que Tú eres mi sanador. Señor, no permitas que la incredulidad tenga lugar en mi mente; lléname de esperanza y expectativa por el milagro que viene. Hoy me decido a caminar por fe, y no por vista, en el nombre poderoso de Jesús, amén.

5) Romper maldiciones y herencias de enfermedad Gálatas 3:13-14

Introducción: En Cristo somos redimidos de toda maldición. Ninguna herencia negativa tiene derecho legal sobre quienes están en Él.

“Pero Cristo nos rescató de la maldición pronunciada por la ley… por medio de Cristo Jesús, Dios bendijo a los gentiles con la misma bendición que le prometió a Abraham.” — Gálatas 3:13-14 (NTV)

En el nombre poderoso de Jesús, me levanto contra toda maldición y herencia de enfermedad que haya intentado gobernar mi vida. Declaro que por la sangre de Cristo he sido redimido y liberado de toda cadena espiritual. Rompo todo pacto, palabra o decreto que no provenga de Dios y que haya dado lugar a la enfermedad. Cancelo toda asignación de las tinieblas en mi cuerpo y declaro que el linaje de Cristo es ahora mi verdadera herencia. Señor, cubre mi vida con Tu manto de sanidad y protege cada parte de mi ser. Que toda célula sea renovada por el poder del Espíritu Santo. Recibo la bendición de Abraham, la salud del cielo y la paz que solo Tú puedes dar. Gracias, Jesús, porque en la cruz me diste libertad total. Amén.

6) Recibir paz y fortaleza en medio de la enfermedad Filipenses 4:6-7

Introducción: Muchas veces la sanidad comienza en el corazón con paz y fortaleza, antes de manifestarse en el cuerpo.

“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo… y la paz de Dios… cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.” — Filipenses 4:6-7 (NTV)

Padre de amor, hoy me acerco a Ti buscando la paz que sobrepasa todo entendimiento. Mi cuerpo puede estar luchando, pero mi espíritu se fortalece en Tu presencia. Te entrego toda preocupación, todo diagnóstico y toda carga, porque sé que Tú cuidas de mí. Llena mi corazón de calma, que Tu paz sea como un río que inunde cada pensamiento y cada emoción. Dame fortaleza para resistir, paciencia para esperar y gozo para alabar en medio de la prueba. Espíritu Santo, que Tu consuelo me envuelva y Tu amor me sostenga. Declaro que aunque mi cuerpo esté débil, en Ti soy fuerte. Gracias porque nunca me dejas ni me abandonas. Confío en que mi sanidad se manifestará, y mientras tanto, descansaré en Tu paz. En el nombre de Jesús, amén.

7) Gratitud anticipada por la sanidad 1 Tes. 5:18

Introducción: Agradecer antes de ver el milagro es un acto de fe que agrada a Dios y abre la puerta para Su obrar.

“Sean agradecidos en toda circunstancia, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.” — 1 Tesalonicenses 5:18 (NTV)

Amado Dios, hoy elevo mi voz en gratitud, no por lo que veo, sino por lo que creo. Gracias porque en la cruz Jesús llevó mis enfermedades y dolores. Gracias porque Tu palabra es fiel y no regresa vacía. Aunque mis síntomas digan otra cosa, yo elijo agradecer porque sé que la sanidad está en camino. Te alabo porque eres mi médico divino, mi refugio y mi fortaleza. Te doy gracias por cada avance, por cada día en que puedo respirar, moverme y levantar mis manos hacia Ti. Declaro que mi cuerpo está recibiendo vida, y mi espíritu, esperanza. Hoy me anticipo al día en que testificaré que Tú me sanaste. Gracias porque, aunque aún no lo vea, ya lo has hecho en el cielo, y pronto lo veré en la tierra. En el nombre de Jesús, amén.

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