LAS LLAVES DEL REINO

Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. —Mateo 16:19

Una situación o circunstancia generalmente viene porque la has llamado hacia ti: tú le has dado permiso de existir en tu vida. Palabras casuales que en la superficie pueden sentirse como surgidas de la humildad—como si fueran cortésmente autocríticas, políticamente correctas, o no demasiado optimistas—pueden hacer más daño de lo que piensas. Recuerda, todo lo que ates o desates en la tierra será atado o desatado en el cielo.

 ORACIÓN:

Padre, en el nombre de Jesús yo cierro toda puerta que se haya abierto al enemigo, a sabiendas o sin saberlo. A toda palabra dicha que es contraria a tu voluntad para mí, yo la ato en el nombre de Jesús. Quiebro los patrones de inseguridad e inferioridad. Quiebro el poder de la falsa humildad que me tenía conforme con lo que es menos que tu voluntad para mi vida. Padre, pon guarda a mi boca y guarda la puerta de mis labios. Que ninguna conversación corrompida proceda de mí. En el nombre de Jesús, amén.

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Cindy y Trimm. Usado con permiso de Casa Creación. www.casacreacion.com