//Volver al índice // Combinación entre fe y esfuerzo Hay 2 tipos de actitudes que debemos impedir: “Esfuerzo sin creer” “Creer sin esfuerzo” 1. “Esfuerzo sin Creer” Esto pasa cuando en verdad no confiamos en Dios, es como que tenemos una fe religiosa. Hay personas que se esfuerzan, piensan como resolver las cosas, son astutas, sagaces, manipuladoras y hacen todo con sus artimañas y esfuerzos humanos, pero en verdad a Dios lo dejan de lado, tienen una fe religiosa. Es como que dicen “Soy cristiano” en su confesión religiosa, pero en su forma de actuar son ateos. No creen en milagros, no creen en cosas sobrenaturales y tienen miopía espiritual.   Todo tiene una explicación lógica cuando entramos en incredulidad, los fariseos veían milagros del Señor delante de sus ojos y sin embargo lo criticaban y lo querían matar, no creían por ver o no ver, el problema esta en la dureza del corazón, pero no esperes que Dios te bendiga si no tienes fe genuina en él. Hay que arrepentirse de la incredulidad, algunos cristianos piensan que como no ven milagros delante de sus ojos no pueden creer, pero Jesús dijo: “Bienaventurados los que no vieron y creyeron” no se trata de ver o no ver cosas milagrosas, porque la incredulidad esta en nuestro corazón, si yo decido creer, mi fe se ira fortaleciendo con testimonios de milagros y por escuchar la palabra de Dios, por orar, meditar y por estar con gente de fe. Pero cuando decidimos ser unos incrédulos y duros de corazón vemos todo con incredulidad, alguien dijo: “puedes vivir como que todo es un milagro o como que nada es un milagro”. Cuando tenemos esta clase de actitud en verdad confiamos en nosotros mismos y no en Dios; por lo tanto es imposible que recibamos una bendición verdadera, solo tendremos el fruto de nuestro esfuerzo carnal. “La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella”. Proverbios 10:22 El esfuerzo es importante, pero no es lo mismo trabajar en una fe genuina que trabajar en incredulidad, los resultados son diametralmente opuestos. Los que tienen problemas con este punto deben tener en cuenta los siguientes consejos: Dios es la fuente de nuestra felicidad. Si lo que quieres es ser feliz y pleno, debes saber que las bendiciones solas no te darán la felicidad plena, la felicidad plena te la da estar en la voluntad de Dios, en amor y compañerismo con el Señor. Jesús es la fuente de nuestra felicidad eterna, no es solo “lo que él nos da” sino que la verdadera felicidad es su amor manifestado en nosotros. La felicidad es Él mismo. Si te das cuenta que no tienes un amor genuino con Dios debes plantarte hasta circuncidar tu corazón de todo egoísmo, materialismo y codicia mezquina. Nuestra conversión debe ser total, no interesada, los que buscan solo “panes y peces” para luego darle la espalda al Señor se sentirán totalmente vacíos en poco tiempo, solo Jesús por medio de su Espíritu Santo es quién te da la plenitud. Solo Dios te llena y te hace feliz. Esta es una lección básica, pero la ceguera espiritual de la incredulidad produce que no lo podamos entender. Todo lo que puedas recibir en tu vida te dará una verdadera satisfacción cuando este hecho bajo la bendición de Dios. Es “Su bendición” la que nos enriquece, no son las provisiones sin Dios. Necesitamos estar bajo una bendición para estar plenos. “Y los bendijo Dios” esta frase de génesis 1:28 nos muestra que Adán y Eva necesitaban estar bajo la bendición de Dios para trabajar. Dios les dijo a Adán y Eva que trabajaran, se multiplicarán, fructificaran, cuidasen el jardín del Edén, sojuzgaran, señorearan y llenaran la tierra. Pero ellos podían llevar adelante sus trabajos correctamente estando bajo la bendición y esta bendición viene por una fe genuina. Sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6) Si no tenemos una fe pura y un corazón que ama a Dios todos nuestros trabajos quedan bajo nuestra entera responsabilidad, sin embargo cuándo trabajamos con fe, será Dios quién nos de su ayuda y respaldo. Queda bajo tu criterio trabajar confiando solo en ti mismo o trabajar confiando en que Dios te dio el potencial y te abrirá puertas con gracia especial. Tener una Mente muy analítica La mente muy analítica y lógica se puede transformar en una traba para recibir nuestra herencia, porque se torna en incredulidad. Hay que darse cuenta que Dios se mueve de formas que nuestra mente no puede percibir, algunos creen que tienen que entender todo y que las cosas tienen siempre una explicación lógica, pero no se dan cuenta que hay un “detrás de escena” para todo lo que hacemos, esto incluso lo pueden percibir personas que no tienen a Cristo. Cierta vez una persona inconversa me dijo que se dio cuenta que detrás de lo que él hacia había “hilos invisibles” que movían la situación para que se produzca un encuentro con otra persona, esta persona pudo percibir lo espiritual sin conocerlo con la luz del Señor, porque el hombre tiene espíritu y lo puede percibir aun sin un corazón recto. Por eso tienes que desechar la mente que razona con incredulidad. Si abres tu mente y espíritu a conocer a Dios un poco más profundo podrás ver como es Él quién abre puertas y toca corazones para que las cosas pasen, lo mismo hace el enemigo trabaja bajo maldiciones y pecados para forzar todo a la perdición. *********************************** En definitiva: debes entender que hay millones de cosas que no podrás comprender con tu mente y que debes creerlas por fe. ********************************** 2. “Creer sin esfuerzo” Este error es cuándo queremos esperar las cosas con una pasividad tal que no hacemos nada más que esperar. La paciencia no significa pasividad, paciencia es un rasgo excelente de nuestro carácter, pero no significa pereza u ocio. Algunos piensan que Dios los manda “a esperar”; pero esperar es algo que debemos practicar todo el tiempo, siempre hay cosas que esperar, todo el tiempo tenemos que ser pacientes, para todo lo que hagamos hay que tener paciencia. Pero Dios necesita de nuestro accionar para darnos las bendiciones. Dios necesita nuestro trabajo para tener resultados, lo que nos corresponde a nosotros Dios no lo hará. Hay un punto de equilibrio entre la fe y el esfuerzo, y este punto se soluciona de la siguiente forma: “Trabajar en fe”, es imprescindible la fe, pero también es imprescindible trabajar, por eso santiago nos dice: “La fe sin obras es muerta”,   la fe es acción, por medio de nuestro accionar demostramos que tenemos una genuina fe. Por eso es importante aclarar el equilibrio. Cuando no tenemos una fe sincera se distorsiona según la personalidad de cada uno, los que son mas pasivos disfrazarán la pereza de “paciencia” y los más activos disfrazarán la incredulidad y autoconfianza carnal en “diligencia”. Pero la actitud correcta surge espontáneamente de una fe verdadera. Dios le dijo a Josué que trabaje en fe PURA, que se esfuerce en fe y así Dios lo estaría ayudándolo paso a paso. El Señor le dijo a Josué “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” (Josué. 1:9) Ver Parte 16: Creatividad y Valor  //Volver al índice //   Descarga el libro: Por el precio que tu decidas puedes colaborar con nosotros descargando este y 2 libros más en archivos para imprimir. Tu colaboración nos permite avanzar para bendecir a más personas. Clic aquí. Más sobre nosotros en: Luminares.org ¡Yo cumpliré mis sueños en Dios!

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