Entrevista a Betty Freidzon

Betty Friedzon: Una mujer sorprendida por Dios
Abre su corazón y comparte con transparencia sus cargas, anhelos y sueños.

Se dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Cierto o no, la verdad es que en el caso de Betty Freidzon se podría decir eso con toda facilidad. Lo importante es que su esposo, el pastor Claudio Freidzon, lo admite. Aun más importante y admirable es el hecho de que Betty misma no reconoce el impacto que su vida y ministerio han tenido en Argentina, América Latina y muchos otros países. Se pudiera decir que ella ha sido sorprendida por Dios en cada área de su vida.

Claudio y Betty son los fundadores de la Iglesia Rey de Reyes en Buenos Aires, Argentina. La iglesia nació en febrero de 1986 cuando Claudio Freidzon, junto a Betty, y un pequeño grupo de hermanos, obedeciendo a una visión que Dios les había dado, realizaron una campaña de evangelización. Allí miles de personas tuvieron un encuentro con Jesús como su Señor y Salvador. Hoy día tienen casi veinte mil miembros en su congregación.
En 1992, el Espíritu Santo desató un gran avivamiento que provocó una renovación espiritual en miles de creyentes y pastores con sus iglesias, en Argentina y en todo el mundo. Claudio y Betty se encontraron como líderes principales dentro de ese mover ­algo que los llevó desde las fronteras argentinas a viajar internacionalmente. Fue un nuevo día para su ministerio.
Dentro de toda esa actividad y crecimiento, Betty se mantuvo constante como esposa y madre. Los Freidzon tienen tres hijos: Daniela (24), quien está casada y reside en Canadá, Sebastián (22) y Ezequiel (18). Los que la conocen bien saben que además Betty es una intercesora entregada al llamado de Dios.
Betty conoció al Señor a temprana edad, llegando a ser presidenta de los jóvenes de su iglesia. En 1978 se graduó del Instituto Bíblico Río de la Plata, seminario de las Asambleas de Dios ubicado en Buenos Aires, Argentina.
Su dedicación y amor por el discipulado y el crecimiento espiritual de las mujeres fue lo que la impulsó a crear grupos de discipulado para mujeres, más tarde llamados "grupos de crecimiento de mujeres". Con el paso del tiempo, estos grupos crecieron y se multiplicaron, y así se formaron grupos separados para mujeres, hombres, jóvenes, adolescentes y preadolescentes, hoy llamados grupos C.A.F.E. (Células de Adiestramiento Familiar y Evangelístico).
Betty Freidzon también ha realizado una importante labor en el área de alabanza y adoración plantando en los corazones de los hermanos un hermoso deseo de alabar a Dios. Es anfitriona del programa de televisión "Nueva Mujer", transmitido por las cadenas Daystar de EE.UU. y Enlace de Costa Rica, siendo retransmitido por todo el mundo a través de satélite.
Al momento de publicarse esta edición de Vida Cristiana la nueva noticia en el ministerio de Betty es el lanzamiento de su primer libro, Sorprendida por Dios, publicado por Casa Creación. Es un libro excelente que tomó toda una vida para escribir. De hecho, se sabe que varias editoriales llevaban años pidiéndole a Betty que escribiera un libro, pero en su estilo usual Betty siempre decía que la prioridad de ella era su familia y la iglesia. Ahora que los hijos no son tan chicos, y con el apoyo de Claudio y el equipo de la iglesia, Betty ha logrado plasmar en esta obra todo lo que la hace una mujer de excelencia y un ejemplo a tantos.
Vida Cristiana tuvo la oportunidad de dialogar con Betty sobre el nuevo libro y muchas otras cosas. A continuación transcribimos esa charla.
VIDA CRISTIANA: ¿Cómo describe su relación como mujer, madre y esposa de pastor?
BETTY FREIDZON: Antes que nada me siento muy feliz y agradecida al Señor por haberme creado mujer y trato de equiparar mis roles, los cuales todos son muy importantes en mi vida. Como mamá he tratado de criar a mis hijos con amor, dedicación y esmero en el temor de Dios. Como esposa de pastor he tratado de ser amiga, compañera, colaboradora en las tareas ministeriales, en los sueños y en la visión de mi esposo como pastor de la iglesia. Porque creo, como dicen las Sagradas Escrituras, que en el ministerio y en el matrimonio el yugo debe ser parejo. Este desempeño como mamá y esposa me ha llevado a sentirme plena como mujer, permitiéndome ser una influencia de bendición en la vida de mis seres queridos.
VC: ¿Cómo hace para mantener el balance y tiempo entre esas funciones?
BF: Reconozco que no es fácil, pues debemos encontrar el balance para ser efectivos en cada rol. En mi primer año de casada, careciendo de experiencia alguna, busqué la guía de Dios en su Palabra y la instrucción de varios libros de hogar cristiano que me mostraran el camino. Particularmente siempre he tratado de estar atenta a la necesidad de mis hijos y tener un diálogo y expresión de amor constante, para que no sintieran mi ausencia cuando he tenido que acompañar a mi esposo en sus cruzadas y conferencias internacionales. Siempre he querido apoyarlo y estar a su lado.
En cuanto a lo ministerial he dedicado una parte importante de mi tiempo al discipulado y a la formación de los obreros en la iglesia, poniendo bases sólidas. He tratado a lo largo de los años, y actualmente, de dar lo mejor de mí misma en calidad de tiempo, haciéndoles sentir la importancia que cada uno de ellos tiene en mi vida.
VC: ¿Cuáles son sus responsabilidades dentro del ministerio?
BF: Mi responsabilidad número uno en el ministerio es velar por la vida del pastor (mi esposo). Luego he dedicado mucho tiempo a la formación de obreros, discipulando semanalmente a los líderes de la iglesia. Luego mis responsabilidades son múltiples, desde ministrar semanalmente a las líderes de la red de mujeres hasta supervisar los diferentes ministerios de la iglesia como alabanza, teatro, educación cristiana, etc.
Trabajo en "Operación Bendición" evangelizando cada provincia de la República Argentina. Esto es algo que hago con mucha pasión y alegría, llevando el amor y la Palabra de Dios a los marginados, enfermos y necesitados. A la vez predico los fines de semana en la iglesia cuando el pastor está realizando conferencias en el exterior, y realizo programas de TV para Daystar y Enlace. También debo predicar y ministrar en las cruzadas y conferencias alrededor del mundo.
VC: ¿Qué parte del ministerio de su esposo comparte con él?
BF: Casi todo. Él ha compartido su ministerio conmigo siempre desde los comienzos. Ha sido y es un hombre muy generoso. Me ha hecho sentir una parte vital en su ministerio en momentos clave, siempre tomándome de la mano y teniéndome a su lado, ministrando a la iglesia juntos, en radio y TV. Y cuando llegó el ministerio a las naciones mucho más todavía, compartiendo el 80% de los viajes y conferencias y cruzadas evangelísticas alrededor del mundo. Dios me ha dado un esposo y una familia maravillosa que me han impulsado a seguir adelante.
VC: En su rol como esposa de un pastor reconocido internacionalmente, ¿cómo evita la frustración cuando sacrifica sus deseos, sueños o anhelos por el bien de su esposo, o sus niños, o por el beneficio del ministerio?
BF: En realidad nunca me he sentido frustrada, todo lo contrario, porque viendo la realización del ministerio de mi esposo me siento absolutamente feliz porque sus logros son los míos y sus conquistas son mis galardones. Ver las promesas de Dios cumplirse en la vida de mis hijos es el tesoro más grande que una madre puede obtener. Me considero una mujer rica. Y el crecimiento y la extensión de la obra y del Reino de Dios son el motivo de mi vida. Quiero aclarar que mi esposo me ha dado como mujer un espacio propio en el ministerio y ha sido mi primer mentor en el ministerio que Dios me ha dado.
VC: ¿Cuáles han sido y siguen siendo sus mayores retos desde el comienzo de su ministerio?
BF: Mis retos han sido ser fiel a Dios y a mis semejantes en el compromiso diario de su obra. Ser transparente, auténtica, sin caretas, sin hipocresía, manteniendo la pasión por Dios y por su obra, evitando caer en el profesionalismo. Trato de darle siempre al Señor lo mejor de mi vida y de mi tiempo. Ser un instrumento en sus manos. Ser un vaso útil, maleable, moldeable.
VC: ¿Cómo lidió y sigue lidiando con esos retos?
BF: Tratando de ser sincera conmigo misma y con el Señor. Examinándome a la luz de su Palabra, renovando mi compromiso de amor y entrega. Postrándome en su altar como si fuera la primera vez. Manteniendo el hambre y la sed por su presencia.
VC: ¿Cómo hacen (qué estrategia o programa han implementado) para mantener y dirigir una iglesia de una membresía tan grande?
BF: Desde el principio hemos trabajado implementando los grupos de crecimiento para el desarrollo espiritual e integral de las personas y familias. Luego estos grupos se transforman en células evangelísticas. Tenemos pastores ayudantes que han sido la clave y el soporte de nuestro ministerio.
VC: ¿Cómo motiva y cuida de sus seguidores y personas que trabajan en su ministerio?
BF: Compartiendo con ellos un tiempo de ministración, amistad y nuevos desafíos. Delegando responsabilidad y confianza en cada uno de ellos. Permitiéndoles crecer en los dones y ministerios que el Señor les ha entregado.
VC: ¿Qué consejos daría a otras esposas de pastores?
BF: Lo que a mí me ha dado resultados. Que no tengan temor de compartir lo que el Señor les ha entregado en esta vida, para que sus ministerios se vean multiplicados, y que no se den por vencidas frente a los diferentes obstáculos que se presentan en el ministerio.
Antes de una gran victoria, deben muchas veces librar grandes batallas; pero las mujeres hispanas somos esforzadas y valientes, y con poco podemos hacer mucho en las manos de Dios. Que tomen cada desafío que Dios entrega en sus manos y lo pongan por obra conforme a los fuerzas del Todopoderoso. Este es el tiempo de las mujeres de América Latina y el mundo. Que estudien, que se proyecten, que sueñen y que sigan adelante en el propósito de Dios.
VC: En cuanto a las crisis matrimoniales que vemos hoy entre creyentes, ¿cuál es su opinión y qué consejos puede brindar?
BF: Que busquen consejo espiritual, restauración y sanidad de las heridas. Que se perdonen. El perdón es la clave de la bendición y la reconciliación de la pareja. Que dejen de lado el reproche y traten de hacer cada uno la parte que le corresponde en cuanto a los mandamientos de Dios. Que luchen por lo que Dios les ha dado, que es la familia, los hijos. Que se den una nueva oportunidad y a Dios, de hacer todas las cosas nuevas, porque él es especialista en resucitar lo que está muerto.
Cuando amamos a nuestro cónyuge con el amor del hombre, muchas veces la medida de amor con el tiempo se diluye, se desgasta, se pierde, hasta el punto de no existir más. Pero cuando le pedimos a Dios amar con su amor, que es el que cubre todos los defectos, literalmente "multitud de pecados", ese amor no se irrita, no se cansa, no guarda rencor... el amor es un aprendizaje. Hay que alimentarlo, construirlo todos los días, aceptando a nuestro cónyuge tal cual es sin la intención inmediata de cambiarlo. Ese amor es la base y el fundamento de nuestra fe.
VC: ¿Qué metas y planes nuevos tiene como mujer en el ministerio?
BF: Tengo sueños y planes de alcanzar a las personas de diferentes estratos sociales a través de estrategias de evangelización y los medios de comunicación. Este año estoy proyectando reanudar un magazín con programas que traigan instrucciones para la mujer y la familia como: medicina, consejos de nutrición, moda y cocina. También quiero desarrollar otros temas como la droga, los niños de la calle, el divorcio, la soledad, etc.
Y estoy deseando poder inaugurar en los primeros meses del 2005 un hogar para huérfanos. Hasta ahora se había dado atención a los niños de la calle, como darles un plato de comida caliente, higiene, ropa nueva, calzado, instrucción bíblica, amor, pero no teníamos la posibilidad de darles un hogar. Ahora ese sueño se hace realidad. Tendrán un lugar donde puedan vivir y crecer en amor, y ser reinsertados en la sociedad como personas de bien.
VC: ¿Qué la impulsó a escribir ahora?
BF: Pienso que para todo hay un tiempo y considero que este es el momento oportuno para compartir con miles de personas a través del libro Sorprendida por Dios, las vivencias, experiencias y testimonios del obrar del Espíritu Santo en mi vida. Creo que a través de la palabra escrita muchos pueden recibir aliento, consolación y, por qué no, la transformación de su propio corazón como fue transformado el mío. Al escribirlo me propuse ser absolutamente transparente. La Biblia no idealiza a sus personajes, ¿por qué lo haría yo? Así que me mostré tal cual soy. Escribí sobre mis victorias, pero también mis fracasos. Todas las cosas que han sido parte del proceso de Dios.
VC: ¿Cuál es su visión sobre la Iglesia actual?
BF: Teniendo la oportunidad de viajar por muchos países del mundo puedo darme cuenta que en muchos lugares se ha perdido el fervor y la pasión por ganar almas. Y la presencia de Dios ha sido reemplazada por un buen programa rayando casi en lo profesional o en lo netamente religioso. Pero debo reconocer que al mismo tiempo hay un mover del Espíritu Santo, especialmente en América Latina. Miles se están añadiendo a la Iglesia. Estamos a las puertas de un gran avivamiento.
VC: ¿Qué herramientas no está usando la Iglesia para llevar el evangelio a las naciones?
BF: No creo que el problema sean las herramientas, sino la falta de compromiso de algunos cristianos con la evangelización mundial. Si toda la Iglesia se levanta con el fuego del Espíritu Santo, con carga y pasión por los perdidos, sin duda alcanzaríamos las naciones. Sin embargo, conozco muchas congregaciones que están afectando sus ciudades, especialmente a través de grupos de evangelización y discipulado. En nuestra propia iglesia en sólo seis años, por la gracia de Dios, hemos pasado de tener 230 grupos de evangelización a tener 2,020 grupos de esos.
VC: ¿Qué piensa sobre la juventud?
BF: Que ellos son la nueva generación que Dios está levantando en este tiempo en el poder del Espíritu Santo. Ellos son los que van a cosechar lo que otras generaciones sembraron. Esta juventud tendrá la osadía, el coraje, la valentía para anunciar el evangelio con poder antes de la venida del Señor.
VC: Betty, gracias por su tiempo. Oramos para que este nuevo libro sea de gran impacto y bendecimos su vida, la de Claudio, su familia, iglesia y ministerio.

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