Como dar un testimonio
Por Juan Carlos Ortiz
Pastor del Ministerio Hispano de la Catedral de Cristal
Garden Grove, California (USA)
30-May-2001
Primera Frase: El testimonio es un elemento muy importante de la liturgia porque confirma el mensaje. El que testifica está diciendo, "lo que dijo el predicador es verdad porque me pasó a mí." El testimonio demuestra que Jesús está vivo hoy y confirma las Escrituras.
INTRODUCCIÓN
Testigo es uno que dice lo que vio, lo que oyó, lo que experimentó. El testigo no tiene que inventar ni crear nada, sino contar lo que sabe, tiene que enumerar LOS DATOS. Los datos son los que convencen. No tiene que ser preparado por nadie para que sepa lo que decir, solo puede ser ayudado para que sepa como decirlo y cuanto tiempo va a usar para decirlo. El testigo que agrega, colorea o exagera, es un testigo falso. Por eso cuanto menos palabras mejor. Cuando uno da vueltas y repite tiende a desfigurar la verdad. Hay varios métodos para testificar, veremos algunos,
A. EL CONTENIDO DEL TESTIMONIO
En el testimonio, salvo excepciones, se deben dar tres momentos.
Lo que soy ahora. Por ejemplo: "Mi nombre es Juan Pérez, soy casado, tengo seis hijos entre 1 y 14 años. Mi profesión es Contador. Vine a este país hace 15 años. Vivo en Diamond Bar, manejo un Mercedes Benz, amo mucho a mi esposa y a mis hijos y ellos me aman mucho a mí. Somos una familia muy feliz. Ahora, junto con mi esposa somos líderes de una célula de la Iglesia, que es un grupo de amigos que nos reunimos en mi casa para ayudarnos unos a otros a ser mejores padres y esposos…"
Lo que era antes. "…Pero no fue siempre así. Yo era alcohólico, aunque lo negaba. Era muy exigente con mis hijos, que no digan malas palabras, que no mientan, pero yo les daba mal ejemplo con mis mentiras y mi boca sucia. Muchas veces mientras estaba alcoholizado, insultaba a mi esposa por nada y hasta a veces le levanté la mano. Ahora me avergüenzo, pero era así. Cuando mi esposa me decía que haga algún tratamiento, yo me enojaba y le decía que yo estaba bien. También me jactaba de ser ateo. Poco a poco podía disimular menos mi alcoholismo hasta que perdí el hermoso trabajo que tenía, perdimos la casa que estabamos comprando y mi esposa tuvo que ir a trabajar para alimentar a los niños…"
Como se produjo el cambio. "…La pérdida del trabajo me humilló mucho, pero en vez de buscar ayuda me di más a la bebida. Una compañera de trabajo de mi esposa le contó que su esposo también era alcohólico y como había cambiado desde que Jesús había entrado a su vida. Ella me convenció de venir juntos a la Iglesia, de esto hace tres años. El primer día cuando el pastor invitó a entregar nuestras vidas y familias a Dios, pasamos todos al frente, oraron por nosotros, luego tomamos los cursos, nos hicimos miembros de la Iglesia y bautizamos a nuestros hijos. Dios y otros hermanos de la Iglesia que habían sido borrachos me ayudaron a superar mi adicción, comencé a controlarme, recuperé el trabajo, ahora va a hacer pronto tres años que no tomo ni una gota de alcohol. Al año compramos una casa, mi esposa no trabaja más y acabamos de comprarnos un Mercedes Benz mucho más nuevo que el que teníamos. Dios hizo un milagro en mi familia, todos ahora venimos a la Iglesia y todos estamos ayudando de voluntarios sirviendo al Señor y a la comunidad.
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Mucha gente testifica más o menos así: "Queridos hermanos, no quepo en mí mismo de alegría y agradecimiento al Señor y a la Iglesia por todas las bendiciones que recibimos en mi familia. Por muchos años no conocíamos al Señor y vivíamos en pecado. Nuestro matrimonio y nuestra familia era un desastre. Alguien nos invitó a la Iglesia, no se puede describir lo mal que estábamos. Todo nos iba mal, en la casa y en el trabajo y no sabíamos que hacer, hasta que vinimos a esta iglesia y Dios nos cambió. Ahora estamos muy contentos y alabamos al Señor. ¡Aleluya! ¡Amén! ¡Gloria a Dios! Muchos de ustedes que están aquí, también necesitan al Señor, arrepiéntanse y entréguense a Dios. No sigan en sus malos caminos. Dice la Biblia en la epístola de San Juan capítulo uno que 'si confesamos nuestros pecados Dios es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad'. Hoy mismo acepta a Cristo, él te está esperando con los brazos abiertos…"
Lo único que tiene de bueno este testimonio es que no es muy largo. Pero no nos da datos.
¿Qué quiere decir "bendiciones que recibimos"?
¿Qué quiere decir "vivíamos en pecado"!
¿Qué quiere decir "nuestra familia era un desastre"?
¿Qué quiere decir "lo mal que estábamos"?
¿Qué quiere decir "todo nos iba mal?
¿Qué quiere decir "Dios nos cambio"?
¿Qué quiere decir "ahora alabamos al Señor"?
¿Qué quiere decir aleluya, amén y gloria a Dios?
Termina predicando y citando las Escrituras. Está duplicando, ya hay sermón. El testigo no exhorta al público. Solo da testimonio de lo que le pasó a él.
Pero comparémoslo con el primer testimonio:
No se predica. No se leen Escrituras. No se exhorta a la gente. Simplemente se testifica.
Las afirmaciones son corroboradas por los datos. Lo más importante del testimonio no son las palabras lindas, "aleluya", "gracias al Señor", "recibimos muchas bendiciones", "gloria a Dios". "amén hermanos". Son palabras muy lindas pero no dicen nada, solo ocupan espacio. Los aleluyas, agradecimientos, bendiciones, gloria a Dios y amenes, deberían ser los DATOS que damos. Son los datos que glorifican al Señor. ¿Qué son los datos? Examinemos el primer testimonio. Note que el contenido es todo datos.
Lo que soy:
Mi nombre es Juan Pérez,
* soy casado,
* tengo seis hijos entre 1 y 12 años.
Mi profesión es Contador.
* Vine a este país hace 12 años.
* Vivo en Diamond Bar,
manejo un Mercedes Benz,
amo mucho a mi esposa y mis hijos y
ellos me aman mucho a mi.
Somos una familia muy feliz.
* Ahora, junto con mi esposa somos líderes de una célula de la Iglesia, un grupo de amigos que nos juntamos para ayudarnos a ser mejores padres y esposos.
¡100 % datos! *No se va por las ramas.
Lo que era antes:
Yo era alcohólico,
aunque lo negaba.
** Era muy exigente con mis hijos, que no digan malas palabras, que no mientan,
**Pero yo les daba mal ejemplo con mis mentiras y mi boca sucia.
**Muchas veces mientras estaba alcoholizado, insultaba a mi esposa por nada y hasta a veces le levanté la mano.
Ahora me avergüenzo, pero era así.
Cuando mi esposa me decía que haga algún tratamiento, yo me enojaba y le decía que yo estaba bien.
También me jactaba de ser ateo.
Poco a poco podía disimular menos mi alcoholismo
hasta que perdí el hermoso trabajo que tenía,
perdimos la casa que estabamos comprando y
mi esposa tuvo que ir a trabajar para alimentar a los niños.
**Cuando afirma algo da datos.
Lo que produjo el cambio:
La pérdida del trabajo me humilló mucho
en vez de buscar ayuda me di más a la bebida.
Una compañera de trabajo de mi esposa le contó como su esposo también era alcohólico y había cambiado desde que Jesús había entrado a su vida.
Ella me convenció de venir juntos a la Iglesia,
de esto hace tres años.
El primer día cuando el pastor invitó a entregar nuestras vidas y familias a Dios, pasamos todos al frente, oraron por nosotros,
luego tomamos los cursos,
nos hicimos miembros de la Iglesia y
bautizamos a nuestros hijos.
Dios y otros hermanos de la Iglesia que habían sido borrachos me ayudaron a superar mi adicción,
comencé a controlarme,
recuperé el trabajo,
ahora, hace casi tres años que no tomo ni una gota de alcohol,
al año compramos una casa,
mi esposa no trabaja más y
acabamos de comprarnos un Mercedes Benz mucho más nuevo que el que teníamos antes.
Dios hizo un milagro en mi familia,
todos ahora venimos a la Iglesia y
todos estamos ayudando de voluntarios sirviendo al Señor y a la comunidad.
¡100 % datos!
Si el testimonio es de un viaje misionero, no deberíamos decirlo así: "Queridos hermanos, Dios nos dio la gracia a un grupo de la Iglesia, de hacer un viaje misionero. Dios nos guardó en el camino de ida y de vuelta. Pudimos bendecir a muchas personas, muchos fueron salvados, muchos fueron sanados y aún los vecinos inconversos estaban muy tocados. Pudimos estar en la Radio y salimos en televisión. Los que fuimos volvimos muy bendecidos."
Sería mucho mejor decirlo así: "Queridos hermanos. Un grupo de 22 personas de la Iglesia; 10 jóvenes, 10 adultos y dos más mayores, entre los cuales estaba yo, fuimos a Guerrero, México, a ayudar por una semana a niños huérfanos; higienizarlos, contarles historias, hablarles de Jesús, hacer jardín, hacer reparaciones en la casa, pintar y otras cosas. Como oímos que hay muchos robos en el camino, que piden mordidas en la aduana y que muchos se enferman del estómago, íbamos un poco preocupados. Pero nada de eso nos sucedió. Nos ocupamos de 48 huérfanos, niños y niñas entre 2 y 12 años, todos hermosos. Diez de los niños más grandes comprendieron el plan de Salvación y recibieron a Jesús en sus corazones. Un niño tenía una llaga que hacía dos meses no se le curaba, oramos por él el primer día y cuando nos volvíamos nos vino a mostrar como se estaba ya cicatrizando. Otros dos, uno que le supuraba un oído y otro que tenía como una infección en los ojos, también fueron sanados. Un almacenero del barrio al vernos ayudar con tanta alegría, nos hizo preguntas y le pudimos hablar del Señor. La radio local nos invitó a dar un mensaje de 5 minutos y Ana Siú lo hizo muy bien. Dijo que veníamos de la Catedral de Cristal y que lo hacíamos porque Jesús nos mandó. También Jorge fue entrevistado por el canal local de Televisión y apareció unos segundos en la pantalla, también pudo decir que lo que hicimos fue porque Jesús nos lo mandó. Volvimos convencidos de que con poco esfuerzo pudimos no solamente hacer felices a unos niños huérfanos por una semana, sino que marcamos sus vidas para siempre. Todos los que fuimos sentimos una gran satisfacción de habernos dado a otros, olvidándonos de nosotros mismos y de nuestros propios problemas. No hay satisfacción mayor que dar. Creemos que esto es el amor del cual nos habló Jesús. Muchas gracias por vuestra ayuda."
Noten la diferencia dando Datos. Esto despierta la atención en los oyentes: ¡Datos!
Si en el testimonio se menciona a otros, sería bueno que estén presentes. Después de un testimonio de cambio de vida el que testifica puede pedir a su familia que se pongan de pié por un instante. Si testificaron de un viaje a Méjico, puede hacer que todo el grupo que fue se ponga de pie. Esto afirma que lo que el testigo está diciendo, es verdad. Los que se ponen de pie lo están respaldando.
Cuando el testimonio es de cambio de vida, de liberación de tabaco, droga, alcohol, infidelidad, mal carácter, etc. es bueno que pase lo mínimo un año desde que abandonó el vicio totalmente, para probar que es cierto. Muchas veces por apurarnos, hicimos testificar muy rápido y luego fuimos avergonzados, porque era una emoción momentánea y no un cambio real. Tampoco es convincente uno que dice: "desde ayer no fumo más". Aún al año, el testigo, humilde agrega: "hace un año que no pruebo el alcohol y tengo fe que seguiré en control de esta adicción. Pero ruego a los hermanos que me ayuden con sus oraciones."
Cuando el testimonio es de Sanidad física, si es algo visible, como parálisis, ceguera, o sordera, puede testificarse en el momento de la sanidad. Pero si es una sanidad invisible en ese momento, como cáncer, diabetes, hígado, etc. debe darse tiempo y pedir al médico un certificado. Lo que más convence es la certificación médica de antes y después del milagro.
Todo testimonio debe ser verificable.
B. DIFERENTES MÉTODOS DE TESTIFICAR
El método más común es tipo discurso. Yo siempre pido que escriban lo que van a decir y me lo den una semana antes.
Yo lo leo,
llamo a la persona y le aconsejo como mejorarlo,
ordenarlo,
poner datos,
sacar las afirmaciones abstractas,
ser concreto
le hago preguntas por si se olvidó algo importante
le digo que lo abrevie
que saque las lecturas bíblicas, predicación y exhortaciones.
Luego se lo devuelvo para que lo haga de nuevo.
El testigo puede dar su testimonio desde el púlpito leyéndolo, es más seguro. Si lo va a leer debe tener en cuenta todo lo que dijimos en la lección sobre como leer en público, las reglas son las mismas. Debe sabérselo casi de memoria, entonces lo leerá bien y con soltura. O puede decirlo sin leerlo, de memoria o hacer un bosquejo breve, una palabra por cada párrafo del escrito y decirlo sin leer, solo mirando el machete.
Otro método, que es el que usamos más en la Catedral, es el de la entrevista. El testigo escribe su testimonio y lo da por adelantado al liturgista, quien tiene una entrevista con él, prepara tres preguntas o más, que involucren todo el testimonio y le dice que se prepare para contestarlas. El pastor hace las preguntas y el testigo contesta. Lo bueno de este sistema es que si el testimonio es muy interesante, el pastor puede agregar algunas otras preguntas. Otra ventaja es que el pastor tiene el control y si el entrevistado se va por las ramas puede cortarlo con otra pregunta o repitiendo la misma con otras palabras o cortar para que no se haga muy largo. Generalmente terminamos abriendo los brazos para abrazarlo y diciéndole "Dios te ama y yo también".
Otro método que hemos usando a veces y deseamos usar más es el del Video. Enviamos nuestro encargado de Video a la casa del que va a testificar. Se le hacen preguntas a cada miembro de la familia. Hablan el Padre, la Madre, y cada uno de los hijos y si hay algún otro familiar y amigo también. Luego el técnico lo edita, pone todo en un orden lógico y lo reduce a un minuto. Al pasarse el Video, hacemos subir a la plataforma a los que aparecen en el video. Cuando el video termina, los presentamos, los aplaudimos y se sientan, no tienen que hablar nada. Hemos probado que es la mejor manera. Los testimonios son mucho más cortos, concretos y filosos porque se muestra lo más importante, pueden actuar varias personas y apela más a la generación moderna porque se ve más grande, es todo más veloz, más colorido y se le agrega sonido. No lo hacemos más seguido porque lleva mucho tiempo hacerlo y se hace voluntariamente. Si hubiera finanzas yo pondría un técnico de video y power point a sueldo.
Otro método que apenas hemos usado, es dramatizar el testimonio. Para esto hay que aclarar antes del drama que lo que van a ver es una historia real, la de la familia tal. Puede hacerlo la misma familia si da la casualidad que son artistas, o puede ser representado por artistas de la Iglesia. Generalmente cuando se hace esto, se sube un poco el énfasis y se le pone un poco de humor con el permiso de la familia.
C. CONCLUSIÓN
El testimonio confirma la predicación.
Testificar es simplemente contar lo que oyó, vio o experimentó.
El testigo no predica, ni exhorta ni explica versículos de la Sagrada Escritura.
El testimonio dice lo que soy, lo que era y como se produjo el cambio.
Lo más importante del testimonio no son las frases lindas sino los datos.
Es bueno hacer poner de pie a otros testigos, por ejemplo, el resto de su familia.
Cuando el testimonio es de cambio de vida, debe pasar por lo menos un año antes de testificar públicamente.
Cuando es de sanidad física, debe ser muy evidente, o traer certificados médicos de antes y después de la curación.
Todo testimonio debe ser verificable.
El método puede ser tipo discurso, dicho de memoria, leído o con un machete para recordar los elementos más importantes, puede ser una entrevista con el pastor contestando unas tres preguntas, o hacerse con un video o dramatizado.
TAREAS
Escribir su testimonio de conversión.
Escribir un testimonio de alguna experiencia que tuvo sirviendo al Señor.