Un cambio es necesario
Quiero comenzar hablándoles acerca de un tema que todo líder confronta en algún momento y eso tiene que ver con el tema del cambio. Yo quiero hacer un ejercicio ahora con ustedes que probablemente funcionará mucho mejor con aquellos que pueden seguirme en inglés, nunca antes he hecho este ejercicio con grupos bilingües así que ustedes me van a tener que ayudar en esto.
Cuando estábamos en el colegio usábamos un libro acerca de Dick y Jane y Dick y Jane tenían un perrito que se llamaba Spot. Quizás alguno lo recuerde. Quiero que digan: Spot. Spot. Otra vez: Spot. Una vez mas. ¿Qué hacen ustedes cuando llegan a una luz verde? Así que cuando uno llega a una luz verde, ¿qué uno hace? Se para, se detiene. Algunos dijeron Sigue. Tiene todo que ver con nuestro cerebro. La gente que estudia nuestro cerebro nos dice que si tu llevas a una persona a través de un camino mental cinco veces, siempre le darán la misma respuesta equivocada. Y ahora la voy a hacer solamente en ingles.
Lo que está pasando es que estamos siendo indoctrinados para que nuestra mente piense en cierta forma. En la iglesia y en el liderazgo, lo más importante es bregar con el tema del cambio. Pero no nos gusta el cambio, cuando nos gusta el cambio es cuando se trata de nuestra propia idea, de otra forma no nos gusta el tema del cambio. Así que en sus notas lo primero que ven aquí es: el cambio es necesario. Si funciona hoy no podemos asumir que mañana funcionará otra vez. Todo lo que usted haya hecho ayer fue importante, pero lo que usted va a hacer mañana, no necesariamente es lo mismo que hizo ayer.
En Boston, hay un gran proyecto, el "big dig" ahora mismo en curso. Yo he estado viniendo a Boston desde 1992 y siempre que llego todas las calles están cambiadas. El año pasado estuve en un taxi en Boston, y le pregunté al chofer: ¿cómo te orientas a través de las calles? Dice: tenemos que encontrar nuevas formas de navegar cada día porque lo que funcionó ayer no necesariamente va a funcionar mañana. Pero para hacer que el cambio sea efectivo, la segunda sección dice: uno tiene que o evaluar o estancarse. Si usted no evalúa, se va a estancar. Ahora mismo en mi mano tengo un vaso de agua fresca, si fuera agua estancada estaría verde, olería diferente. Si esto fuera agua estancada no la estaría tomando pero como es agua fresca puedo tomar y beber de ella.
¿Usted ha entrado alguna vez a un edificio de iglesia, quizás está visitando ese lugar y usted puede oler que hay algo que no está bien? Usted no sabe exactamente lo que es, no sabe las circunstancias precisas, pero usted siente que algo anda mal. Porque cuando hay algo estancado siempre ese estancamiento encuentra alguna forma de manifestarse en el medio ambiente.
Yo quiero hablarles acerca de evaluación, quiero decirles por qué muchas veces no evaluamos. Hay 2 razones para eso, número uno por la cual no evaluamos es porque no tenemos ningunas normas para evaluar algo. No sabemos para el año 2002 al final qué habremos logrado para ese tiempo. Si usted va por ejemplo a un vendedor de carros, tienen metas; cuántos carros van a vender, y entonces al final del mes ellos pueden determinar si llegaron y alcanzaron sus metas o no las alcanzaron. En la iglesia desgraciadamente no tenemos metas porque tenemos ahora por ejemplo 30 en nuestro grupo de jóvenes pero no tenemos metas por las cuales digamos, bueno al final del año queremos tener 40. Básicamente juzgamos nuestro ministerio por el tamaño de la congregación el domingo por la mañana. Pero hay otras normas de medida, por ejemplo medidas para el crecimiento, y cuando sea salvado y entonces está entrando ya al nivel de liderazgo, medir como el grupo juvenil está madurando, y la razón número uno por la cual no evaluamos es porque no tenemos normas. Quiero animar a todo líder en este grupo que se reúna con su liderazgo y que establezca metas, establezca metas realistas. Si tiene 100 personas en su iglesia no establezca metas de 1000. Establezca metas de 125. Pero establezca metas que usted puede lograr.
La segunda razón por la cual no evaluamos es porque una vez que hemos evaluado no sabemos qué vamos a hacer con esa información. Por ejemplo; digamos que el pastor Miranda es mi maestro de escuela dominical y que yo soy su pastor y que yo he evaluado el departamento de escuela dominical, y en mi evaluación acabo de descubrir que el pastor Miranda no es un buen maestro. Siempre está llegando tarde, nunca está preparado, se va temprano de la clase, no le importan los estudiantes. ¿Qué debo hacer con el pastor Miranda? Y esa es la pregunta. Si yo lo remuevo, lo quito entonces se me va a ir de la iglesia, su esposa también se va a ir y sus niños también se van a ir, toda su familia se va a ir y se van a ir cientos de dólares con ellos también. Y una vez que yo empiezo a pensar en las implicaciones de los que eso quiere decir, ni siquiera voy a pensar en evaluarlo. Porque ya yo tengo una idea de que no es un buen maestro, pero una vez que mi evaluación pruebe que el no es un buen maestro, entonces ya tendré que hacer algo pero no quiero hacer nada porque cientos de dólares se me van a ir. Así que simplemente lo dejo que continúe enseñando y el departamento de educación sigue declinando. ¿Saben de qué estoy hablando? Así que es muy importante que nosotros evaluemos sino nos vamos a estancar.
Y esto es lo que dice la próxima sección. Tiene que haber mejoramiento continuo. Siempre debemos estar mejorando. Siempre en mejoría. Ahora, ¿puedes tu mejorar algo sin cambiarlo? Aquí tenemos un arreglo floral muy hermoso, ¿puede ser esto mejorado en alguna manera? Así que esto puede ser mejorado, verdad? ¿Pero puedo yo mejorar esto sin cambiarlo? Es muy bello, puede ser mejorado, pero para mejorarlo yo tengo que cambiar algo acerca de ese arreglo. Todo el mundo quiere mejorar las cosas pero nadie quiere cambiar. Todo el mundo quiere mejorar pero comienza a hablar de cambio y todo el mundo comienza a ser negativas. Queremos mejorar, pero no queremos cambiar y no es posible. Para mejorar algo tienes que cambiar algo. Tu nunca vas a poder mejorar tu vida sin cambiar tu vida.
Un líder debe esforzarse por mantenerse al frente de la carrera sobre todo en el desarrollo de líderes o personas. El desarrollo de personas: después que todo se ha hecho en nuestro ministerio lo más importante que podemos hacer es desarrollar gente. Cuando estás cantando en el coro, estás desarrollando gente, cuando estás predicando estás desarrollando gente, cuando eres un hujier entrando a la gente estás desarrollando gente, si estás administrando el sistema de sonido estás desarrollando gente, si estás limpiando la iglesia estás desarrollando gente. Todo lo que se hace es alrededor de desarrollar gente, así que cualquier vez que estás haciendo algo no simplemente te enfoques en la tarea sino sabe que a través de hacer esto estás desarrollando gente. Si la gente que está administrando el sistema de sonido se ven solamente como gente de sonido, entonces verán su tarea pero si la pueden ver que a través de su ministerio pueden también oír ustedes entonces esto amplía su perspectiva. Como líder es importante que le mostremos a la gente que el trabajo que hacen es importante, pero más importante que eso es el impacto de lo que están haciendo sobre los demás. Y solamente ya no se verán como simplemente administrando el sistema de sonido sino que están bendiciendo a cientos de personas en este lugar y que sin ellos no podríamos hacer lo que estamos haciendo, así que no solamente están en el trasfondo, son parte del equipo. Este equipo que está siendo posible el hoy. A quien envió cartas a ustedes, hizo llamadas telefónicas, o hizo anuncios, o trajeron estas flores o imprimieron las notas, alguien traduce las notas, las puso en sus folders, o están administrando las cámaras de televisión, se requiere un equipo completo para hacer que esto sea posible.
No se trata de mi, y del pastor Miranda. Es acerca de todo este equipo. Todos nosotros trabajando juntos. Sería totalmente arrogante de mi parte asumir que puedo simplemente pararme en una plataforma y hacer lo que estoy haciendo. Cientos de horas de planificación han entrado en este evento. Dinero ha entrado, el tiempo de la gente ha sido facturado, y el compromiso de parte de ustedes a este día. Así que estamos aquí hoy porque hubo un equipo que nos unió. En su iglesia, en su ministerio o en su liderazgo se requerirá un equipo para que usted pueda hacer lo que usted quiere hacer. Así que deje de hacerlo por usted mismo, adquiera gente de equipo.
Cuando Jesús sabía que le quedaban 3 años y medio de vida, simplemente no buscó una multitud sino que se consiguió un equipo. Un equipo. Los llamamos discípulos y El se derramó en sus vidas, los cultivó y es por esos discípulos que usted y yo estamos aquí hoy. Se requiere un equipo. Se requiere un equipo, un equipo.
Si yo fuera por ejemplo a subir por una montaña pequeña, yo puedo ponerme una mochila y subir solo, pero si yo fuera a subir al Monte Everest, una montaña inmensa, yo necesitaría un equipo. Así que si usted está subiendo por si mismo, quizás usted no está subiendo un monte demasiado alto. Pero si usted quiere subir a una montaña altísima, si quieres hacer cosas grandes para Jesús, tienes que crear un equipo alrededor de usted porque estamos en el negocio de desarrollar gente.
Los próximos se refieren a cambio y crecimiento, temas que han sido estudiados durante años y quiero que vean algo acerca de la curva sigmoidea, esta curva que está aquí en el diagrama. Usted puede leer esto en su propio tiempo, pero quiero que vean el diagrama a la derecha. Ustedes ven la flecha en el punto a), ¿va hacia arriba o hacia abajo en ese momento? Va hacia arriba. En el punto b) está yendo hacia abajo. Lo que pasa en las organizaciones es que durante el crecimiento, la curva va hacia arriba. En el punto a) el líder se da cuenta de que hay que hacer cambios pero en ese momento como que todo va bien, nada es negativo, pero el líder sí se da cuenta de que comienza a haber necesidad de cambio. Todo el mundo aparte del líder probablemente va a ver la necesidad de cambio en el punto b), no en el punto a). Y aquí está el reto: digamos que yo soy el pastor y Roberto es mi líder de adoración o alabanza. La iglesia está creciendo, muchas cosas buenas están sucediendo, pero en el punto a) yo me doy cuenta de algo con el, me doy cuenta de algo con su espíritu, su actitud, de cómo está haciendo las cosas y yo me doy cuenta como líder de que necesito cambiarlo, pero nadie más ve la necesidad de cambiarlo. Ellos verán la necesidad de cambio ya cuando esté más avanzado el punto b), pero ya en el punto b) ha comenzado a declinar la cosa. Y entonces aquí está lo que dice al final de la página. Esto es difícil ya que nadie más en la organización ve la necesidad de arreglar algo que no está dañado o quebrado. Están diciendo: bueno, que le pasa al pastor Miranda? ¿Qué pasa con el? Es un buen líder de adoración pero solamente el líder puede ver esa necesidad.
¿Cuántos pastores hay aquí? Por favor sus manos, levántenlas. Déjenme hablar por un momento a los miembros de la iglesia. En una organización Dios le muestra lo que hay que cambiar al líder de la iglesia. Dios siempre le habla a una persona, lo vemos en la Biblia, nunca le ha hablado Dios primero a un grupo en general, nunca. No le habla a las juntas, no le habla a comités, le habla a una persona. Sea Abraham, Isaac, Daniel, Isaías, no importa quién sea, siempre le ha hablado a una persona. Moisés, Josué, no importa quién se le ocurra a usted siempre le habla a una persona en el punto a). Y el reto es: el reto consiste en que si el líder hace cambios en el punto a) donde es necesario, todo el mundo comienza a quejarse ¿por qué hizo eso? Estábamos yendo muy bien hacia arriba, estábamos muy bien, ¿qué le pasa a usted? Y ahí es importante que usted tenga confianza en el líder que Dios ha puesto con usted. Hay que confiar en el. Tienes que tener confianza en el líder. Hay que confiar. Porque si usted no le tiene confianza a su líder, entonces en realidad no es su líder. Si usted no tiene confianza en su líder nunca lo va a poder seguir confiadamente, si usted no puede confiar en este líder, entonces vaya y encuéntrese un líder en el cual usted puede confiar.
Cuando usted va a la iglesia nadie le está tomando una pistola y poniéndosela en la cabeza. Quiero sugerirle que usted vaya a un sitio donde usted pueda confiar en alguien. Usted no está obligado a ir a un lugar y escuchar a esa persona y decir; no estoy de acuerdo con lo que está diciendo. La Biblia dice: el pastor es un regalo para la iglesia, es un mensajero para la iglesia, necesitamos respetar a nuestro pastor, son nuestros líderes y debemos confiar en ellos, apoyarlos. Ahora, ¿van ellos a equivocarse alguna vez? Por supuesto, son humanos. Pero es ahí donde tenemos que confiar en que ellos van admitir: hey, estaba equivocado y voy a hacerlo de una manera diferente.
Así que la segunda página dice lo siguiente: el periodo de caos va a llegar. ¿Ven ustedes el diagrama a la derecha donde comienza el caos? ¿Ven ahí el período de caos? Esto es cuando el líder hace cambios en el punto a). Todo el mundo está viendo la necesidad en cambio más bien en el punto b). Entonces en ese período intermedio esto se conoce como el período del caos.
Así que hay un blanco ahí en el medio de la página, debemos cambiar antes de que sea obvio porque con crecimiento constante quiere decir que va a haber caos continuo. Cuando el líder comienza a hacer cambios en el punto a) todo el mundo lo ve en el punto b), entonces va a haber un caos, y entonces eso va a suceder otra vez, y otra vez, y va a pasar más adelante. Según uno va creciendo, no estés buscando paz y tranquilidad, no estés buscando que todo esté bien. Busca el caos. Lo que tratamos de hacer muchas veces es que todo quede planchadito y Cristo dijo: yo he venido al mundo con una espada para dividir. Ese es el mensaje del Evangelio. O te salvas o te vas al infierno. Es muy sencillo. Cielo o infierno. Derecha o izquierda. No hay formas de que las cosas estén planchaditas y políticamente correctas. Como líder, usted va a hacer cambios en el punto a), nadie más lo va a ver hasta el punto más adelantado b) y usted tiene que estar lo suficientemente seguro en si mismo, en el Señor, tienes que estar en seguridad de su llamado, y estar seguro en su liderazgo para decir: Dios aquí estoy yo por mi mismo. Todo el mundo lo va a ver allá en el punto b), pero dame valor para ser persistente y fiel y verdadero durante ese período de caos. De eso es lo que se trata el liderazgo.
Al final de la página dice: la pregunta es ¿cambiaremos o cambiaremos demasiado tarde? Cambios, esas son cosas que tenemos que evaluar. ¿Qué va a pasar hoy? Lo que va a pasar es que le voy a hablar, van a surgir ideas a ustedes, cosas que tienen que hacer. No se vaya rápidamente a la casa mañana o a la iglesia y comience de momento a cambiarlo todo porque va a perder su trabajo.
Imagínese un árbol que crece torcido y usted quiere enderezar ese árbol torcido, simplemente usted no coge el árbol y le da un tirón, sino que le pone una soga y suavemente, poco a poco lo va cambiando, reorientando a través de un período de tiempo y entonces lo puede enderezar. Pero tiene que haber un plan para enderezar el árbol.
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