A continuación leeremos el Salmo 6 en la “Nueva Biblia Viva (NBV)”. Luego haremos un comentario devocional y una oración final.

Salmos 6 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Para el director del coro: salmo de David

1 Oh Señor, no me reprendas en tu enojo
ni me disciplines en tu ira.
2 Ten compasión de mí, Señor, porque soy débil;
sáname, Señor, porque mis huesos agonizan.
3 Mi corazón está angustiado;
¿cuánto falta, oh Señor, para que me restaures?

4 Vuelve, oh Señor, y rescátame;
por tu amor inagotable, sálvame.
5 Pues los muertos no se acuerdan de ti;
¿quién puede alabarte desde la tumba?[b]

6 Estoy agotado de tanto llorar;
toda la noche inundo mi cama con llanto,
la empapo con mis lágrimas.
7 El dolor me nubla la vista;
tengo los ojos gastados a causa de todos mis enemigos.

8 Váyanse todos los que hacen el mal,
porque el Señor ha oído mi llanto.
9 El Señor ha escuchado mi ruego;
el Señor responderá a mi oración.
10 Que todos mis enemigos sean deshonrados y aterrorizados;
que retrocedan de golpe, avergonzados.

Ahora veremos un comentario devocional del salmo 6, escrito por Esteban Correa

Versículo del 1 al 3

David tenía la idea de que Dios lo estaba castigando por algún pecado cometido, sentía en su conciencia algún tipo de acusación que lo hacía clamar para no ser objeto de su ira. A menudo nos sucede que al pasar por alguna situación, pensamos que Dios está enojado con nosotros, lo cual a veces puede ser cierto, ya que Dios se desagrada de nuestras actitudes y necesita corregirnos como a hijos amados.

Otras veces es nuestra mala interpretación pensar que Dios está enojado, tal vez de alguna manera falsa hemos sido enseñados religiosamente que Dios necesita castigarnos, pero el castigo de Dios es por amor, Él desea corregirnos y enseñarnos, no es la meta de Dios su ira sobre nosotros.

En Proverbios 3:12 dice:

“Pues el Señor corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite”.

Nuestra alma necesita sentir el perdón de Dios, tener la conciencia tranquila, por eso David acudía a Dios porque había conocido en varias circunstancias que el castigo de Dios era real y se manifestaba luego de la rebeldía, la desobediencia y los pecados.

Por eso es siempre importante orar al Padre para ser guiados por el Espíritu Santo y acudir a su revelación para saber si necesitamos pedir perdón por ciertos pecado y renunciar.

Debemos tener en mente que Dios es grande en misericordia y lento para la ira. Nuestra meta es estar a cuentas con Él.

No debemos omitir también que aquellos que deciden voluntariamente una y otra vez cometer pecados, recibirán las consecuencias.

El arrepentimiento es una señal de que estamos en el camino correcto, el Señor nos llama a un arrepentimiento genuino, en 2 de Corintios 7:10 en la Nueva Traducción Viviente dice:

“Pues la clase de tristeza que Dios desea que suframos nos aleja del pecado y trae como resultado salvación. No hay que lamentarse por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo, a la cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual”.

Versículos 4

David quería sentir la certeza de que Dios estaba presente en su ser. Como a menudo nos sucede a nosotros, que sentimos que Dios está ausente o lejano, no entendemos cómo encontrarnos con Él, necesitamos desesperadamente su ayuda y es en esos momentos cuando nos debe salir un clamor como David, “¡Vuélvete a mí Señor!”. David pedía la misericordia de Dios, nosotros debemos recurrir a que se extienda la misericordia de Dios y su gracia de forma permanente para nuestros desafíos y problemas.

Versículos 5

Aquí David explaya su rogativa, por eso dice: “Los muertos no se acuerdan de ti” la versión Reina Valera 1960 dice: “En el Seol ¿Quién te alabará? en este contexto el Seol se refiere a tumba o sepultura, lo que David quería decir con esta expresión es que en este mundo los muertos no pueden alabar, las sepulturas que contienen un cuerpo muerto no dan adoración, pero el quiere que Dios siga recibiendo su adoración, por eso le pide que tenga piedad y no lo deje morir.

Versículo 6 y 7

Aquí vemos un gran dolor y angustia, David no podía soportar esta situación, clamaba con todo su ser para ser restaurado, sentía el desagrado de Dios y esto no lo dejaba dormir; lloraba hasta nublar su visión, hinchar sus ojos y llenaba toda su cama con lágrimas a causa de sus enemigos.

Estimado amigo/a si estás atravesando dolor, angustia, llanto y decepción, el Señor escuchará tu pedido de auxilio hoy, no te rindas, eleva tu clamor y tu ruego, porque Dios es bueno y para siempre es su misericordia, te dará la mejor solución. Y aunque te hayas equivocado, la gracia de Dios estará sobre ti.

Versículo 8 y 9

Aquí David hace una oración reprendiendo y echando fuera a los que hacen el mal alrededor de su vida. Y manifiesta que el Señor ha oído su ruego. La respuesta de Dios comienza con nuestras convicciones en el espíritu, sentimos profundamente un consuelo que inunda nuestro ser, la manifestación de la presencia de Dios debe ser algo que aprendemos a buscar y sentir, no es una buena señal cuando no sabemos como buscar a Dios o como conectar con Él, tal vez sea inmadurez o falta de ministración correcta.

La disposición de nuestro corazón es la clave principal para sentir el amor de Dios por el Espíritu Santo lo cual es nuestro mayor consuelo, gozo y poder. Tal vez pases situaciones de temor o duda, pero la plena certidumbre se manifestará en tu alma y espíritu, por eso David aquí puede declarar que el Señor lo ha escuchado, eso le dio fuerzas, esperanza y la seguridad de que la respuesta está en camino.

Versículo 10

Jesús murió en la cruz para derrotar al diablo, las maldiciones, la enfermedad y al poder de la muerte y la carne pecaminosa. Esta oración de David es una declaración de guerra y victoria sobre todos nuestros enemigos. Debemos acostumbrarnos a orar para derrotar todo enemigo y declarar la victoria del Señor sobre todo lo que nos quiere dañar.

Si hay enemigos que se levantan contra tu vida, declara hoy como David: “Que todos mis enemigos sean deshonrados y aterrorizados; que retrocedan de golpe, avergonzados”.

Hagamos ahora juntos una oración basada en el Salmo 6

“Padre Celestial, límpiame, perdóname y dame tus fuerzas para vencer el mal, ten compasión de mí y ayúdame a no desagradarte, lléname de tu Espíritu Santo para vencer las debilidades de la carne y experimentar tu gracia”

“Ayúdame en mi debilidad y sáname de toda dolencia y enfermedad. Quita toda angustia de mi corazón y no te tardes en responder”.

“Por tu gran amor inagotable, sálvame, sáname y fortalece mi vida para ver tu gloria“.

“Quiero vivir para darte toda la gloria, alabarte y adorarte con todo mi ser”.

“Escucha mi clamor, mira mis lágrimas y respóndeme pronto, de acuerdo a tu gran amor y perdón en Cristo Jesús”.

“Apártame de toda persona perversa y engañosa que quiera dañar mi vida”

“Gracias por escuchar mi ruego, tu presencia me llena de gozo el alma por tu pronta respuesta”

“Reprende a todo enemigo en mi vida, que se alejen de mí la maldición y toda obra del diablo”

“Pido, declaro y recibo todo esto en el poderoso nombre de Jesucristo de Nazaret Amén y amén”

Salmo 6 con Explicacion y Oración
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