Regalos invisibles, tiempos de navidad
Al dìa siguiente, Juan despierta, corre al àrbol y ve su media vacìa que contiene un pequeño papelito que dice: Por la tarde en el colegio cada cual muestra orgulloso su regalo, “¿Y a ti, Juan, què te trajo la navidad?” Los niños se rìen de èl. Entre ellos Federico, un niño consentido quien tiene el mejor regalo pero no es feliz. Por envidia su compañero le hacen burla porque su lindo cuadriciclo no tiene marcha atrás y enfurecido destruye el valioso juguete. El papà de Federico se aflige y se pregunta còmo podria darle gusto a su hijo. En eso ve a Juan sentado en un rincòn, feliz con su media vacìa. Le pregunta: “¿Qué te ha traìdo la navidad?” El papà de Federico comprendiò. Los muchos regalos visibles y vistosos no habìan logrado la felicidad de su hijo. Felicidad no la producen las cosas, Felicidad es un estado del alma producto de la conexiòn con el Dios Real y Poderoso que se hizo hombre para demostrarnos su amor y llenarnos de regalos invisibles. Lea volvió a exclamar: «¡Qué feliz soy! Las mujeres me dirán que soy feliz.» Por eso lo llamó Aser. Genèsis 30:13. El que desprecia a su prójimo peca, pero es feliz el que se apiada de los pobres. Proverbios 14:21.
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