Palabra Del Aliento Para Bendecirte Hoy

Palabras de Aliento

 

Hay un milagro en tu boca

 

Por John Osteen

iCuantas veces habrás dicho: "Yo creo en Dios"! Pero aun debes hacer algo mas que creer en tu corazón. La Escritura afirma: iCONFIESALO CON TU BOCA!

 

En algún momento de tu vida necesitaras un milagro de Dios! Puede ser para ti, o para un miembro de tu familia. Sin duda ya tu habrás encontrado muchas veces en estas circunstancias!

Muchos de los que lean estas líneas estarán en gran necesidad ahora. Necesitan hoy un milagro en sus vidas.¿Es alguna dolencia o tal vez una temida enfermedad que amenaza sus vidas? ¿Es acaso una montaña de problemas familiares o financieros? ¿Es quizás un hijo descarriado? ¿O alguna fuerza invisible que les Ilena de temor?¿Ansían y buscan un milagro?

!Tengo buenas noticias para ti! Puedes recibir un milagro de Dios porque El es el hacedor de milagros. En la Biblia se mencionan muchos de ellos. Léela y veras a tu Dios. El dijo en Malaquias: "Porque yo, el Señor, no cambio". "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos". (Hebreos 13:8).

Me enseñaron que "el día de los milagros" ya había pasado. Un día, sin embargo, descubrí que nunca hubo "un día de milagros" sino que hay un DIOS DE MILAGROS y !El nunca cambia!

¿Donde esta ese milagro que necesitas tan desesperadamente?¿Como puedes alcanzarlo?

Muchos corren de acá para allá en busca del milagro que tanto necesitan. Van de una persona a otra, con esperanza, buscando, anhelando y esperando. Algunos obtienen ayuda, claro esta, pues Dios usa vasijas escogidas, pero los que no, quedan decepcionados. ¿Donde podemos hallar un milagro?

Veamos la Palabra de Dios.

"Mas, ¿que dice? Cerca de ti está la palabra, en tu BOCA y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si CONFESARES CON TU BOCA que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la BOCA se confiesa para salvación". (Romanos 10:8-10).

ii EL MILAGRO ESTA EN TU BOCA!!

Las promesas de Dios son buenas. Ninguna palabra de Dios esta desprovista de poder, "así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié". "Dios cuida de Su palabra para cumplirla". Estas promesas están en tu BOCA. atrévete a decirlas! atrévete a confesarlas!

iCuantas veces habrás dicho: "Yo creo en Dios"! Pero aun debes hacer algo mas que creer en tu corazón. La Escritura afirma: iCONFIESALO CON TU BOCA!

iLa confesión de fe se hace PARA salvación! El milagro esta allí en tu lengua, en tu boca. ¿Que a que me refiero con esto? A que la promesa de Dios está allí. Dios, que no miente, te ha dado muchas promesas.

El milagro esta en TU BOCA. Atrévete a pronunciar en voz alta estas promesas. !Dilas a ti mismo! !Dilas al demonio! !Dilas a la enfermedad! !Dilas a la montaña de problemas que tienes! !Confiésalas aun viendo que toda la evidencia esta en tu contra! !!Dilas cuando todavía el dolor este presente!! !!Dilas cuando tu encuentres tan enfermo que casi no puedas pensar coherentemente!!

Dios desde lo alto te sonríe. Se deleita en que tu "le traigas a la memoria" Su Palabra. El Señor ciertamente hará que Sus promesas se conviertan en realidad. !!Cuando DECIMOS Y CONFESAMOS Su Palabra, El hace que el milagro se realice en nuestras vidas!!
!! LA CONFESIÓN SE HACE PARA SALVACIÓN!!

EL MILAGRO MAS GRANDE

Estoy pensando en aquel día en que experimenté el milagro mas grande de todos, la salvación de mi alma. Estaba extraviado y en pecado. Seguía a la multitud. Seguía al mundo y lo amaba. Era un pecador en camino hacia el infierno. Dios en su misericordia me había salvado la vida dos veces. La primera, cuando era un bebe de pocos meses y me deslicé de los brazos de mi hermana cayendo en un fogón encendido.

Pude haber muerto en las llamas pero Dios tuvo misericordia de mi. La segunda, siendo un adolescente. Nadaba en un rió, corriente abajo, cuando me faltaron las fuerzas y me hundí varias veces. Demasiado débil para pedir ayuda a mis compañeros, finalmente me desmayé. Un muchacho que iba sobre un tronco a la mitad del río, y que no sabía que mi cuerpo iba a la deriva, se tiró al agua, y en ese momento dió contra mí empujándome hacia la orilla. Allí, volví en mi. ¡Ah! ¡Cuán bueno y misericordioso es Dios con todos nosotros!

Sin duda, querido lector, El te ha salvado de perecer en más de una ocasión.

En mi estado de perdición necesitaba un milagro que cambiara mi corazón y salvara mi alma. Una noche, alrededor de la una o dos de la madrugada, regresaba a casa de un club nocturno, mientras atravesaba Fort Worth, Texas, empecé a pensar en Dios, en el infierno, en el cielo y en la eternidad. Dios empezaba a contestar las oraciones de alguien. Sentí la convicción del pecado esa noche, aún cuando no sabía de que se trataba.

Pero ¿Cómo recibí el milagro que necesitaba? Llamé a un amigo mío que era cristiano. El me explicó que "Dios amó tanto al mundo que dió a Su Hijo unigénito para que todo aquel que en El crea no se pierda, mas tenga vida eterna". También me dijo: "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino, mas el Señor cargó en El (Jesús) el pecado de todos nosotros". Mi amigo me habló de la promesa de Dios. Me enseñó donde dice: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su Nombre, les dió potestad de ser hechos hijos de Dios". "Todo aquel que invoque el Nombre del Señor será salvo". "Venid luego, dice el Señor y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana". "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa".

Yo creí de corazón en estas promesas, pero no podía encontrar el alivio y la paz que anhelaba. ¡Necesitaba un milagro! ¡El milagro estaba en mi boca!

Fuí a la iglesia con mi amigo. Atravesé el pasillo con él. Me paré frente a la congregación y ¡ABRÍ MI BOCA Y DEJE QUE SALIERA EL MILAGRO! Pronuncié con mi boca lo que Dios dijo en Su Palabra. En efecto expresé: "He aceptado a Jesucristo como mi Salvador y El ha salvado mi alma. Confieso que ahora soy un cristiano con la autoridad que me dan sus grandes promesas. Fuí lavado de mis pecados con Su sangre. Soy un hijo de Dios. Esto es así porque LAS PROMESAS DE DIOS ASI LO DICEN".

¡¡LA CONFESIÓN DE FE (de las promesas de Dios) SE HACE PARA SALVACIÓN!!

Ese día, mi milagro de salvación del pecado se hizo realidad. Jesús me salvó. Pero no lo hizo sino hasta que abrí mi boca y confesé sus promesas como mías.

La Palabra (promesas de Dios) está cerca de tí en tu BOCA. Si ... si, si, si tu no solamente crees sino que también CONFIESAS ESTAS PROMESAS CON TU BOCA, te llevarán al milagro que necesitas.

¡¡El milagro está en tu boca!! No lo dejes guardado e inactivo. ¡¡PROCLÁMALO!!

¡La SALVACIÓN se alcanza por medio de la confesión de fe!

La Salvación no significa únicamente el salvar el alma. Significa integración, sanidad, seguridad, liberación, etc.

Obtén las promesas de Dios relacionadas con tu situación, tómalas en tu corazón y créelas, luego ABRE TU BOCA y confiésalas, y esto te llevará a la LIBERACIÓN, a la SANIDAD, a la SEGURIDAD, a la INTEGRACIÓN DE TU CUERPO, MENTE Y ESPÍRITU.

En otras palabras, puedes recibir otros milagros de la misma manera que alcanzaste el milagro de tu salvación. Ver Parte 2