Espadas desenvainadas
La espada que Dios nos dio se ejecuta con palabras de fe, de autoridad y de firmeza
"Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios". (Ef. 6:17 nvi)
El señor de los ejércitos te entrego una espada y esa espada es la palabra de Dios, pero tengo que hacerte dos preguntas con respecto a tu espada, 1. ¿Eres consciente de que esa espada te pertenece?, 2. ¿Tiene esa espada desenvainada siendo usada cada día? La espada del Espíritu que es la palabra de Dios esta disponible para los creyentes.
La escritura sagrada del rey de reyes se transforma en una espada espiritual reluciente, afilada y desenvainada cada ves que la usas con fe y revelación, muchos creyentes tienen esa espada tirada por ahí, descuidada, con la vaina puesta y sin uso; buscando respuestas en hombres, en esfuerzos humanos, en estrategias de la sabiduría humana, pero no logran así cortar sus ligaduras, sus oposiciones, porque no es con ejércitos ni con fuerza, sino con el Espíritu Santo de Dios es que podemos vencer, la palabra de Dios usada por el Espíritu Santo es una espada muy poderosa capaz de destruir toda obra de las tinieblas, de cortar toda ligadura, de poner fin a la pobreza, al dolor y a la enfermedad. Abre tu corazón al Señor, todo tu corazón, rindete ante Él y reconoce su poderío y señorío, el es llamado "El Señor de los ejércitos" Cuando david derroto a Goliat le dijo "¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente? (1 Sam. 17:26 NVI) y mira lo que dijo el Señor cuando se le aparece a Josué:
"Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo? Josué 5:13-15 (rv)
Nestro comandante, general y principe, es un lider de guerra, de ejercitos y escuadrones, el rey de reyes es nuestra máxima autoridad y nosotros somos sus soldados victoriosos: ¡¡El señor quiere que su pueblo sea victorioso!! no sigas en derrota, desenvaina esa espada que te fue entregada, es tuya, es para que la uses con poder, con el poder de su Espíritu. El Señor capacita a su ejercito con toda su armadura (ef. 6) pero no quiere que solo estés resistiendo con el escudo, también quiere que uses la espada para ser ofensivo, para avanzar, para cortar, destruir y derribar toda obra de maldad y toda oposición.
"Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar".Jeremías 1:10
Dios se vale de la espada para derribar a sus enemigos: "la espada está desenvainada para degollar; para consumir está pulida con resplandor". (Ez. 21:28)
Di conmigo: "Hoy me levanto en el poder del Espíritu y desenvaino mi espada que es la palabra de Dios, la tomo en mi mano y comienzo a cortar todo lo que me aflige, a cancelar todas mis dificultades, me vuelvo en contra de toda oscuridad y dificultad porque soy más que vencedor, mayor es el que está conmigo, más son los que están de mi lado y todo lo puedo en Cristo que me fortalece"
La espada que Dios nos dio se ejecuta con palabras de fe, de autoridad y de firmeza, la palabra de Dios toma muchas formas, algunas veces es agua para nuestra sed, otras veces es aceite para nuestra fortaleza y sanidad, también se transforma en sabiduría y consejo, pero en ocasiones esta palabra es una espada para la guerra, para ser ofensivos y avanzar en la batalla. Dios quiere sus hijos avancen, pero no pueden hacerlo a menos que sean diestros con la espada, porque estamos en batalla contra el pecado, el mundo y el enemigo. Es hora de levantarse a guerrear, es hora de usar la espada desenvainada.
Con la espada se corta, se mata, se destruye, se derriba y se vence la oposición, se gana la guerra y se toma la victoria. Dios quiere revelarte las verdades eternas, no necesitas ser un teólogo diplomado para que Dios te hable, solo lee las escrituras con el corazón abierto, con ganas de recibir, absórbelas, cómelas, busca tu respuesta, tu salida esta en ella, tu perdón, tu sanidad, tu victoria, tu prosperidad, tu sabiduría se encuentran en la espada.
La espada se ejecuta con tus palabras
"Hizo de mi boca una espada afilada,
y me escondió en la sombra de su mano;
me convirtió en una flecha pulida,
y me escondió en su aljaba." (Isaías 49:2 NVI)
La espada se ejecuta con las palabras porque son palabras que salen ungidas, llenas de luz, embebidas en la presencia del rey, en su santidad y poder. Las palabras de los hijos de Dios son espíritu. Para ser efectivo debes ante todo pedirle a Dios conocer su voz, ser sensible a la guía del Espíritu Santo en tu vida, pídele un corazón sensible a sus caminos, la paz te guiará, su revelación vendra sobre ti cuando la desees ardientemente, vendrá cuando seas como sediento desesperado por aguas. Para cada necesidad hay una respuesta, hay una victoria que se nos da por la palabra, vos tenes que buscar la tuya, apropiarte de la revelación que necesitas, tu necesidad también te guiara a la respuesta, enciérrate con el Señor, se honesto, pídele y el te oirá, te saciará y te dará la sabiduría para ejecutar su palabra.
No te refugies siempre detrás de otro guerrero que te tenga que defender, no dependas solo de la revelación de otros, hay un tiempo donde aprendes a ser diestro en la batalla, aprender a ser tu mismo hábil con la espada, debes ser tu mismo el guerrero y el soldado victorioso de tu batalla.
"Les aseguro que si alguno le dice a este monte: "Quítate de ahí y tírate al mar", creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá". Marcos 11:23 (nvi)
Somos como nuestro Señor, que ejecutamos palabras de autoridad para derribar montes, que son obstáculos. Y esa autoridad se encuentra en nuestra espada cuando se usa con fe y unción del Espíritu.
"Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. (Ap. 1:16)
"(...), y pelearé contra ellos con la espada de mi boca" . (Ap. 2:16)
"De su boca sale una espada aguda" (...). Ap. 19:1
"Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo (...)". (Ap. 19:21)
Seamos con el Señor y peliemos la batalla con la espada desenvainda.
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