Llave de la oracion parte 3
Por Watchman nee
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Después que una persona ha descubierto la clave, puede hacer las cosas dos veces más rápido que los demás, mientras que aquellos que no la tienen, se esfuerzan en vano.
Las circunstancias sólo deben ser un medio que nos lleve a la presencia de Dios para allí esperar en El; ellas no deben regir nuestra vida, y no debemos permitir que ellas nos impidan orar. Nuestra mente sólo debe servir para organizar nuestro sentir interior, el cual debe ser expresado en palabras; ella no debe ser donde se origine nuestra oración.
La oración es la expresión del sentir interior que pasa por la mente, aunque no se inicia allí. La oración conforme a la voluntad de Dios es solamente posible cuando estamos en armonía con Su voluntad. No es el ejercicio de forzar a Dios a que complazca las emociones de los hombres. Si nuestras emociones no son disciplinadas, no podremos orar, ya que nuestras oraciones no podrán hallar salida. Cada vez que estemos bajo el control de nuestras emociones, oraremos de una manera natural, según nuestros propios deseos, y nos será muy difícil orar conforme a la guía interior. Por lo tanto, debemos tocar la llave de la oración. Cada vez que nos encontramos orando de manera ineficaz e infructuosa, debemos primero pedirle al Señor que nos dé Su luz y procurar descubrir cuál es la causa de que no hallemos respuesta. Al consultar con el Señor, llegaremos al punto en que sentiremos que hemos obtenido algo, que en nuestro interior algo se activa, y escucharemos una suave y tierna voz que desde nuestro interior nos dice: "¡Eso es!" Cuando esto suceda, habremos encontrado la llave de la oración.
A medida que usamos la llave para continuar orando, podemos tener la certeza de que Dios responderá nuestra oración. En Isaías 62:6 dice: "Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás".
Estos guardas son hombres de oración. Ellos tienen que vigilar permanentemente a fin de ver si algo sucede, y deben gritar cuando algo ocurra. Un hombre de oración debe recordarle los asuntos al Señor continuamente.
Esta no es tarea de un individuo ni de unos cuantos; es necesario que un grupo considerable de hombres ore de esta forma. "Todo el día y toda la noche no callarán jamás". Esta son compañías que velan continuamente; juntos descubren algo, y juntos oran sin cesar a Dios "hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra" (v. 7).
Debemos perseverar en oración hasta que el Cuerpo de Cristo sea edificado. Dios necesita nuestras oraciones. El quiere que tengamos un espíritu de oración, un ambiente de oración y la llave de la oración. Hermanos y hermanas, levantémonos de nuestra condición y aprendamos a orar. Busquemos la llave de la oración para que podamos satisfacer la necesidad de Dios hoy.