El proceso de la sanidad
Para que haya una sanidad primero tiene que haber una herida. Pero muchas veces el proceso de la sanidad es tan doloroso. Puedo decirle que todavía me encuentro en ese proceso. Si le digo que ya no me duele lo sucedido con mi hijo le estaría hablando mentira. He oído que ese proceso de recuperación se tarda de un año a dos anos, o talvez mas, todo de depende de cada persona y de cada circunstancia.
Cuando enterraban a mi hijo, yo sentía que era mi cuerpo que estaban bajando en ese hoyo.
Cuando empezaron a echarle la tierra yo sentía que toda esa tierra me caí encima, fue una experiencia tan difícil de explicar. La vida continua, pero lo que si es claro que aunque la vida continua, La vida de una madre y un padre nunca vuelve a ser igual. Todo te cambia de adentro hacia afuera. El primer mes de la muerte de Samuel fue terrible, porque todas las noches tenias pesadillas y me veía buscando a mi hijo en el hospital, o sino tenia en mi mente como una fotografía o como un video todos los momentos de dolor que Samuel sufrió, como por ejemplo aquel día cuando le dio ese ataque de pánico. Me quedo grabado el hoyo que le hicieron en su garganta.
Yo pensé que iba a enloquecer. Pero me aferre con toda mi fuerza y todo mi corazón en Dios. El era y es mi mejor amigo. Yo me desahogaba delante de El. Yo le contaba de las pesadillas que tenía por las noches, y le decía que a pesar de orar con llanto y gemido todo seguía igual. Le expresaba cuan triste y cuanto dolor de madre había en mí. Yo sabia que un corazón contrito y humillado Dios nunca desprecia. Sabia que a el no le enoja que nos desahoguemos delante de su presencia.
Muchas personas se preguntaban: ¿Pero por que le pasó eso a ella? ¿Y ella no es cristiana? y como fue que si Dios le prometió un hijo, después se lo quito? No será que ella estaba en desobediencia? y tantas cosas mas. Pero gracias a Dios esos comentarios no me afectaron porque yo sabía que no era por nada de eso. Si no porque a cada uno le llega la hora de ser probado, y una vez mas esa hora me había llegado. Es muy fácil decir: Yo amo a Dios". Pero es con nuestros hechos que demostraremos en verdad cuanto le amamos.
Al principio era muy difícil para mi ver a una mujer embarazada o peor aun ver a un bebe. Era como volver a revivir todo lo sucedido. La hermana de mi esposo no podía tener hijo y quedo embarazada. Yo estaba contenta por ella, pero a la misma vez muy triste, ya que todo el tema era concerniente a su embarazo. Yo no estaba preparada emocionalmente para compartir con ella. Pero Dios estaba permitiendo todo eso para que yo enfrentara la realidad y para que vaya recibiendo sanidad, pero encontrarme con la hermana de mi esposo, o tener contacto con un Bebe me abría mas la herida. Por lo meno eso era lo que yo sentía.
Dios permitió que mi pastor me invitara para New York y acepte la invitación. Fue un viaje de mucho consuelo. Pero el Señor me dijo que testificara lo ocurrido con Samuel. Yo no sabia si hacerlo o no, porque era algo que estaba muy reciente y seria como volver a lastimarme. Pero obedecí y di el testimonio. No tenia idea de que ese testimonio iba a restaurar a tantas personas, especialmente a tantos padres que habían perdido a sus hijos.
Yo me sentía mejor, pero confieso que muchas veces mi corazón se entristecía mucho. Para superar ese golpe es solo con la ayuda de Dios, y uno mismo poner de su parte. Gracias a Dios, la pesadillas desaparecieron, pero muchas veces tuve que enfrentármele al diablo y decirle a Satanás: "Óyeme bien Satanás: Tu a mi no me va a enloquecer como lo hiciste una vez". Samuel esta en la presencia de Dios, y aunque Dios no me lo haya dejado. Dios cumplió su promesa. Tu decía que yo era estéril, pues mira Satanás, mi Dios me bendijo con un hijo, y ahora esta en las corte celestiales del cielo. Y te diré algo más y es que nada me separara del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Así que lárgate con tus dardos y tu depresión en el nombre de Jesús".
La lucha con el enemigo era costarte, pero en el nombre de Jesús con la poca fuerza que sentía o mejor dicho sin ninguna fuerza estaba dispuesta a darle la guerra al diablo. Porque sabia que no era con mi fuerza sino con la fortaleza del Señor y del Espíritu Santo. Yo le dije al Señor en oración que el enemigo me atacaba con esas pesadillas donde me veía buscando a Samuel y que no podía borrar de mi mente el hoyo que el tenia en su garganta. Yo sabia que el Señor sabia lo que me pasaba pero aunque el lo sabe todo, yo le digo las cosas como dos amigos que somos.
Después de decirle al Señor lo que me estaba pasando, tuve una revelación en la cual me veía que estaba en el hospital porque me estaba examinando para que todo estuviera bien en un próximo embarazo. En la revelación mi esposo estaba conmigo y de repente salio. Como yo vi que se tardaba lo fui a buscar y vi que el estaba jugando con un niño en un parque, y que ese niño era Samuel. Samuel tenia como tres años de edad, y cuando me vio se soltó de su Papa y corrió hacia mi llamándome Mami. Nos abrazamos y luego el se soltó de mi y me dijo: "Mira mami ya yo estoy bien. Ya no me duele, y empezó a brincar y me decía: "Mira Mami no me duele y luego levanto el cuello y me dijo: "Mami mira ya yo no tengo nada. No me duele. Mami yo no quiero que tu y papi estén triste ni lloren por mi, porque donde yo estoy, soy muy feliz, y lo único que hago es jugar y jugar".
Yo se que eso es así como me dijo Samuel en esa revelación. Pero para cada cosa hay un tiempo y un proceso. Y el proceso de la sanidad toma tiempo. Dios me permitió conseguir un trabajo nada más y nada menos que en casa de una vecina. Esa vecina no podía tener hijo y en el mismo tiempo que yo, salio embarazada. Ella tiene un hijo hermoso y Dios me ha permitido pasar mucho tiempo con ese niño. Al principio era un poco triste y doloroso, pero al pasar los días, ya veía a ese niño sin ninguna tristezas, al contrario me sentía tan feliz cuando lo veía y podía jugar con el.
Yo pensé que mis emociones estaban sanadas. Pero Dios es sabio. Lo que Dios empieza no lo deja por mitad. La hermana de mi esposo dio a luz un varón, y ese niño hace tantas cosas similares a Samuel. Cuando vi al bebe todo se me estremeció por dentro. Yo que creía que estaba sana, sentí que la herida se había vuelto abrir. Fue como empezar de nuevo. Pensé que lo mejor era no volver a ver al Bebe, pero dentro de mi había una lucha interna, porque yo pensaba: "Si esto es solo una estrategia del Señor para llevarme a la sanidad, entonces si salgo huyendo yo misma retrasare el proceso de Sanidad. Pues lo que hice fue que casi todos los días iba a casa de la hermana de mi esposo a ver el bebe. Y al pasar los días me fui sintiendo mejor. Yo llegue a creer que ya me había sanado de la partida de Samuel, pero no!. Todavía el proceso de Sanidad continuaba.
Yo recibí una llamada de la capellana del hospital donde Samuel había fallecido, y ella me dijo que las enfermeras y los doctores de la Unidad de cuidado intensivo donde Samuel había estado tenían mucho deseo de verme y de saludarme. Yo con mucho gusto acepte la invitación de ir, pero después pensé que talvez no seria prudente ir porque seria como volver a recordar todo nuevamente. Ore a Dios que si no era su voluntad de que yo no fuera a ese lugar, pues no me permitiera ir. Pero era la voluntad de Dios de que si fuera allá.
Cuando llegue, sentí tanta nostalgia ver a los bebe luchando por su vida, pero sin querer alguien me llevo al lugar donde estuve los últimos minutos con Samuel, y cuando estuve ahí me sentí muy triste. Llore, pero después me sentí bien. Sentí como si una carga se me hubiera quitado de encima. Le confieso que el proceso de sanidad ha sido difícil. A veces siento que todo esta bien y que ya supere esa experiencia. Pero otras veces me siento como si fuera el primer día. Pero la ayuda del Señor ha sido mi fortaleza, y se que el cumplirá su propósito en nuestra vida y que cumplirá lo prometido por El. Esta experiencia Dios la permitió con un propósito y todavía hay cosas que aunque me han sido explicada no la entiendo, pero se que un día la entenderemos allá cuando estemos en su presencia. Lo importante es que nada ni nadie nos separe del Amor del Señor.
Yo se que hay muchos Papa que aun lloran la ausencia de algún hijo y quizás no saben como expresar sus sentimientos. Para nosotras las mujeres es mas fácil porque expresamos lo que sentimos, lloramos, pero muchas veces a los hombres le es mas difícil. Se lo digo porque se cuanto mi esposo amaba a su hijo, y cuan difícil fue para el esa partida. El casi no habla del tema, pero lo que si se es que su vida también fue cambiada radicalmente. Pero quiero decirles a esos padres que no saben como expresar sus sentimientos de dolor, de tristezas, de incomprensión, y que todavía se preguntan la famosa pregunta de POR QUE? Quiero decirle que quizás no hay un Por que, sino mas bien un PARA QUE? Pero pueden tener la libertad de desahogarse delante de la presencia de Dios. Ustedes no están solo en esa situación. Dios le comprende, pues antes de que nosotros viéramos a nuestros hijos partir, ya el Padre lo había sufrido cuando tuvo que soportar el dolor tan grande de ver a su hijo, su único hijo morir en la cruz del Calvario. Además no estamos solo en medio de ese dolor, ni tampoco somos los únicos que lo hemos vivido. Alrededor del mundo hay millones de padre y madre atravesando por ese mismo proceso.
Dios tiene propósito grande que en el momento nosotros no podemos entender, pero llegara un día en el cual se nos revelara las causa del por que Dios lo permitió de esa manera. Dios es Soberano y conoce el futuro, y tal vez nos esta librando de llorar mas en el futuro. Puede ser que Dios en su soberanía y en su amor decidiera llevarse a tu hijo(a) al cielo, y no que después sea tu hijo que se pierda en el infierno. Yo le doy gracias a Dios por todas las cosas. Y me consuelo saber que aunque mi hijo no este conmigo, será una ausencia temporal porque un día estaremos todos juntos compartiendo con el Señor. Y sobre todo es un privilegio saber que tenemos un hijo en la corte celestial del cielo.
No quiero pasar por alto decirle aquellos padres que están ansiosos por tener sus hijos que por favor no pierdan su confianza en Dios, porque para Dios no hay nada imposible. Si ustedes tienen que ir a donde un especialista, por favor vaya, y examínense los dos. Con un simple tratamiento Dios permite que el milagro ocurra. No olviden que Dios también se glorifica por medio de la ciencia médica. Muchas personas van donde un ginecólogo y si el tratamiento que el doctor le da no funciona pues se quedan a mitad del camino.
Pero así como Dios no permito que me hiciera ningún tratamiento, hay personas que el si permite que se lo hagan y le da la bendición de tener sus hijos. Dios tiene innumerables métodos para hacer las cosas. De verdad le aconsejo que pongan su fe en el Señor, y a la misma vez hagan la parte que les corresponde a ustedes. Busquen la ayuda y de la orientación de gente que Dios le ha dado la capacidad y la sabiduría para orientarnos y ayudarnos. Si nosotros nos encargamos de hacer las cosas posibles que nos corresponde hacer, tenga por seguro que de las imposible se encargara el Señor. Y por favor tenga paciencia, a su tiempo Dios le dará lo que le conviene. Todo tiene un tiempo. Puede ser que usted no tenga ningún problema para tener un hijo, es solo que no es el tiempo de Dios.
Si usted es una mujer y un hombre con propósito, entonces prepárese porque eso significa que también Dios le dará hijos con propósito, y si lee la Biblia se encontrara con muchas historia de hombres y mujeres de Dios con propósito que no podían concebir, y cuando Dios le dio la bendición de concebir .concibieron hijos con propósito, hijos que hicieron historia y que fueron grande delante de la presencia de Dios.
Recuerda que la última palabra en tu vida la tiene Dios, y no las mentiras del enemigo, ni tampoco tu estado de ánimo. Yo soy ejemplo de eso. La ciencia médica decía que yo no podía concebir. El diablo también me decía lo mismo, y mis emociones y sentimientos me estaban haciendo creer lo mismo. Más sin embargo Dios cumplió su palabra. Y si el mismo Señor tiene que aparecerse y operarte y ponerte el embrión, el lo hará, porque quien lo prometió no es hombre para mentir.
Samuel nació en el tiempo de Dios. En el tiempo que Dios dijo, y partió a su presencia no cuando la ciencia medica decía que iba a morir, sino el día que Dios quiso. Es cierto que la vida de Samuel fue de corta duración, pero así estaba en los planes de Dios, y aun el esta en la presencia del Señor y sus testimonio sigue siendo de bendición y de fortaleza para muchas personas. Así que no se rindan y sigan creyendo, y véanlo con la ojos de la fe hecho una realidad. Tu bendición puede estar no a la vuelta de la esquina, ya puede estar frente a la puerta de tu casa.
No te rinda porque si lo hace puede ser que entonces no vea tus sueños hechos realidad.
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