//Volver al Índice// - Por Sandy Bergmann Fuentes
Más allá del límite
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Después de la oportunidad que el Señor me dio de volver a la vida, yo no le cumplí la promesa de servirle, ni siquiera fui a la iglesia para reconciliarme con el. Al contrario, cumplí 16 años de edad; y me fui a vivir a New York con mi Mamá. Me sentía muy feliz al saber que me iba a reunir con mi madre y que viviría con ella por muchos años.
Es un peligro prometer y no cumplir nuestra promesa. Porque el Señor no se complace en los insensatos.
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Cuando nos encontramos en apuros, prometemos hasta lo que no tenemos, pero muchas veces solemos ser no agradecidos del Señor. Yo era una persona que solo clamaba a Dios cuando estaba en apuros.
A veces vamos a la iglesia buscando un favor de Dios, buscando que el nos sane, buscando que el nos ayude con nuestra necesidades, y nada de eso es malo, al contrario, Dios sana, liberta, prospera, ayuda y bendice a los que confían en el, pero es bueno que si vamos a la casa del Señor, vayamos a buscar algo más que eso. Busquemos algo más que sus favores. Busquemos su presencia. Busquémoslos por amor. No lo busquemos solo por los beneficios que El nos da. Busquemos las cosas de arriba y las demás, El la añadirá.
Si el Señor hubiese permitido que las cosas materiales que nosotros poseemos o deseamos poseer tales como: una casa, un carro, una esposa, un esposo, los hijos, los títulos académicos, las joyas, las cuentas de banco, etc., nos hubieran hecho feliz, nosotros no estuviéramos buscando del Señor, pero dentro de nosotros hay algo que no nos deja ser feliz con nada, sino solamente con Cristo.
Yo pensé que al llegar a New York seria muy feliz, pero fue todo lo contrario. Al principio no fue fácil adaptarme a vivir en New York. Casi no conocía a nadie. No hablaba el idioma, y en la escuela me sentía muy extraña. Empecé a tener problemas emociónales. Me sentía sola, llena de temor, de inseguridades, y mi autoestima estaba por el suelo. Había crecido con una autoestima muy pobre, y toda mi vida era un conflicto. Yo deseaba tener a alguien que me protegiera, me amara, y que llenara el vacío que había dentro de mi, el cual cada día se hacia más grande. Tenía a mi Mamá, pero al no criarme con ella, no le tenía mucha confianza, y casi no había comunicación entre nosotras.
Satanás, ni el varón del cementerio se habían olvidado de mí. Al contrario, muy pronto iba a recibir su visita nuevamente. Una noche fui despertada por unos pasos que parecían de un gigante. Y según se iba cercando a mi habitación se sentía un fuerte olor a vela. Mi cuerpo comenzó a temblar como una gelatina. Pensé que me iba a dar un ataque al corazón. Vi cuando un personaje grande, alto, vestido completamente de negro, se paro frente a mi cama y luego se acostó encima de mi. Su cuerpo era tan pesado, que yo sentía que me estaba asfixiando. No podía hablar, ni moverme. Mi lengua estaba pegada al paladar. Ese demonio era el varón del cementerio, el Señor lo reprenda, empezó a besarme y su respiración parecía como la de un toro feroz.
El me hizo suya, y luego se fue. Cuando el se fue, el olor a vela también desapareció, pero toda mi boca olía y sabia a vela. Su visitas era tan frecuentes que le perdí el miedo, y me acostumbre a que el me visitara todas las noches. Yo sabia cuando el estaba llegando, porque con su presencia todo el ambiente olía a vela. El llegaba como a las 12: AM. Y cuando el no iba me sentía preocupaba. Me quedaba despierta hasta altas horas de la noche esperando que el llegará. El me había convertido en su esposa, y yo no sentía ningún interés de enamorarme de nadie, porque con el me sentía satisfecha. En todo caso de que me enamorara de alguien podía tener muchos problemas, porque el que le sirve a los demonios no puede tener el hombre o la mujer que uno decida, sino el que ellos quieran o elijan para usted.
Yo me acuerdo que un día me enamore de un hombre al que quise mucho, el también me amaba. Pero de repente me tomo el odio, no quería verme, sufrí mucho porque de verdad lo amaba, y no entendía el por que el me odiaba. Un día estuve un encuentro con el varón del cementerio a través de un brujo. Y le pregunte: ¿por que mi novio me odiaba? El me contesto: Tu sabes que no podía enamorarte de el, porque nosotros tenemos un hombre preparado para ti, y no es a quién tu elijas, sino el que nosotros elijamos para ti, como te enamoraste de el, nosotros hicimos que el te odiara, porque el no cree en nosotros.” Cuando el varón del cementerio se refería a nosotros, estaba hablando de el mismo, y de Satanás, el Señor lo reprenda.
Yo le puse un altar al varón del cementerio. En el altar había una vela, agua florida, una taza de café, y una imagen de el. Yo había traspasado los límites, ¡olvidándome de lo que Dios había hecho conmigo, y de donde me había sacado! Todo lo que estaba haciendo, y lo que había hecho era para que El Señor Jesucristo me mandara no muerta al infierno, sino que me echara viva por desobediente y abusadora, digo abusadora, porque eso era abusar de la gracia y la misericordia de Dios. Pero le recuerdo que en todo esto había un plan de Dios.
Ante de continuar con mi testimonio quiero dejarle saber que todas las cosas que a mi me estaba pasando, Dios lo estaba permitiendo porque El quería que yo conociera del mundo espiritual, y mostrarme de como operan los demonios. Y para el Señor glorificarse en mi vida de una manera poderosa como lo ha hecho hasta este momento. Algunas personas me dicen que yo era muy dura, pero no era yo que endurecía mi corazón para buscar del Señor, sino que el mismo Señor era que permitía que se endureciera, porque era de la única manera que podía aprender las cosas que El quería mostrarme y enseñarme.
Recuerdo la historia de Moisés cuando Dios le dio la orden de ir a hablar con el Faraón, para que dejare ir a su pueblo Israel. El Señor le advirtió a Moisés que el endurecería el corazón a Faraón, de modo que no dejara ir al pueblo. Éxodo.4:21.
Esto parece no tener lógica, porque primero vemos que Dios envía a Moisés a Faraón con la orden de dejar ir a su pueblo para que le adore, y luego vemos que el mismo Dios, le dice a Moisés que endurecería el corazón a Faraón de modo que no dejara ir al pueblo Pero la respuesta a todo esto es simple ¡El Señor quería mostrar en el Faraón su poder, para que su nombre sea anunciado en toda la tierra!
Dice en Éxodo 14:4, ‘Y yo endureceré el corazón de Faraón, y el los perseguirá; y yo seré glorificado por medio de Faraón y de todo su ejercito, y sabrán los egipcios que yo soy el Señor”.
Dios envío 10 plagas a Egipto. En las primeras 6 plagas Faraón se mantuvo firme en no dejar ir al pueblo. Pero vemos como en las últimas cuatro plagas, Faraón decide dejar ir al pueblo. En la plaga de granizo, Faraón envía a llamar a Moisés y Aaron, y reconoce que ha pecado, y le pide a Moisés que orara a Jehová para que cesaran los truenos de Dios y el granizo, y el dejaría ir al pueblo. Pero cuando Faraón vio que la lluvia había cesado, y el granizo, se obstino en pecar, y endureció su corazón. Éxodo 9:27-28.
Yo cometía el mismo pecado que el faraón, cuando me veía en peligro clamaba a Dios para que me ayudara y le prometía servirle, pero cuando todo estaba bien me olvidaba de las promesa que le había hecho en los momentos de desesperación.
El Señor permitió que se endureciera mi corazón para mostrarme su poder, su amor y su misericordia. Si no fuera así, El no me hubiera dado tantas oportunidades. Si El hubiera querido permite que muriera aquel día que me tome las 70 pastillas, permitiendo que me fuera al infierno, y no dándome la oportunidad de volver a la vida como El lo hizo. El Señor sabia que no le iba a cumplir la promesa de servirle en ese momento, aunque se lo había prometido de todo corazón.
En una de las visitas que me hizo el varón del cementerio, el me ordeno que le hiciera daño a mi Mamá. Yo le dije que a mi Mamá no la tocaba, y para evitar hacerle algún daño, yo misma trataba de mantenerme encerrada en mi habitación. Mi mamá se quejaba de que yo solo quería estar encerrada, pero ella no se imaginaba que esa era de la única forma en que podía evitar que los demonios le hicieran daño a ella también, y peor aun, que me usen a mi misma para hacerle daño a ella. El enemigo quería destruir a mi Mamá, y quería usarme como canal para llevar a cabo sus planes. Quiero recordarles que aunque el varón del cementerio es mudo, el tiene su manera de comunicarse con las personas que le sirven a el.
Cambios de personalidad
Yo sentía una desesperación terrible dentro de mí, y empecé a tener cambios de personalidad. En mi se manifestaban tres personalidades diferentes. Una de ella era una niña pequeña de algunos 7 años de edad. Cuando poseía mi cuerpo, me hacia reaccionar como una niña. La otra personalidad, era una joven de mi misma edad, cuando ella tomaba posesión de mi cuerpo, yo era una persona completamente distinta, sentía que el mundo era mío, y todo lo que deseaba lo obtenía; Solo tenia que pedirlo, era como si el mismo Satanás, el Señor lo reprenda me lo enviara. Esta personalidad era muy inteligente. Algunas veces en tiempo de exámenes, tomaba posesión de mi, y me hacia el examen.
La otra personalidad era de alguien que quería destruir todo lo que tenía alrededor, solo Dios pudo evitar que ese demonio no hiciera todas las cosas malas que se proponía hacer a través de mí.
Después de mi experiencia con los cambio de personalidad entendí que cuando una persona le hace daño a alguien, no es la persona que quiere hacerlo, sino los demonios a través de ella. Por eso es que muchas veces cuando oímos la noticia de que alguien cometió un delito, la persona algunas veces dice que no sabe como lo hizo, o que escucho una voz que le dijo que lo hiciera. Esa voces son de demonios enviado por Satanás para atormentar a las personas hasta el punto de enloquecerla o matarla.
La Biblia dice que el ladrón (Satanás) no viene sino para hurtar y matar y destruir; pero Cristo ha venido para darnos vida. (San Juan 10:10.)
El enemigo busca robarte el gozo, la libertad, viene para matarte y para destruir tu vida, tu familia. Pero solo Jesús puede deshacer sus obras perversas en contra tuya y de tus seres queridos. Solo Jesús puede darte vida y librarte de las garras del enemigo. Usted que se encuentra atado por el enemigo o que esta recibiendo ataques diabólicos, no piense que no hay ninguna esperanza para usted. Venga a los pies del Señor. Su deseo es ayudarle, hacerle libres de toda cadena y de toda opresión. Dios ha permitido que muchas personas vivan estas experiencias que estoy compartiendo con ustedes para que vean y conozcan las maquinaciones del enemigo. Pero también para que usted se de cuenta de que el Señor Jesús es Todo Poderoso para librarle de cualquier atadura del diablo.
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No importa lo que usted haya sufrido, ni los planes que el enemigo tenga en contra suya. Si usted viene a Cristo, El le libertara, le dará paz, y gozo. En el Señor usted encontrara una familia muy grande. No le permita al enemigo que siga destruyendo su vida. Decídase por Jesucristo el dador de la vida eterna. El diablo esta vencido. El Señor lo venció, y lo derroto. Busque de Dios. El desea ayudarle, y desea usar su vida como canal de bendición para las vidas de otras personas. Usted no nació por casualidad. Usted esta en este mundo por un propósito. Y Dios cumplirá ese propósito en usted. |
Ver Capítulo 8: "Mas allá del límite"
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