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Introducción
Quisiera compartir mi testimonio con todos ustedes y testificarles como el Señor Jesucristo por su amor y su misericordia me arrebato de la misma manos de Satanás, libertándome de un pacto satánico que desde niña hicieron conmigo.
Satanás, (el Señor lo reprenda) quiso matarme muchas veces, y en su intento de hacerlo, destruyo mis emociones, toco mi cuerpo y quiso tocar mi alma. Fue una guerra a muerte, pero mi Cristo lo venció. Y no solo me libro de ese pacto satánico, sino que cuando mi alma iba camino al infierno, me dio la oportunidad de volver a la vida. Yo nunca imagine los planes maravillosos que Dios tenia en mi vida, y que no estaba en este mundo por accidente, ni porque mi padres lo habían planeado, sino porque ya estaba en los planes de Dios desde ante de la fundación del mundo.
Por mucho tiempo busque una razón para vivir, me sentía victima del pasado y quería que todo lo que me rodeaban sintieran lastima por mi. Muchas veces me deseaba la muerte y creía que mis problemas eran lo más grandes. Yo era egoísta conmigo misma y con las personas que me rodeaban, porque mientra yo deseaba morir, habían muchos que querían vivir y disfrutar de ese regalo maravilloso que Dios nos ha dado “la vida”.
Por muchos años creí que mi vida era un estorbo y que nunca debí haber nacido, y créanme que tenia razones suficientes para desearme la muerte, porque desde niña solo oí decir: “nunca debiste nacer”, “eres un estorbo, no sirves para nada” “eres una bruta” no eres más que un cero a la izquierda” etc.
Lo peor de todo es que creí todas esas mentiras. Y no creía que quizás Dios podía fijarse en alguien como yo. Nunca imagine ¡cuan equivocada estaba! Dios si me amaba y me había escogido desde el vientre de mi madre para ser su sierva y me había santificado para ir a las naciones a predicar su evangelio.
Cuando Dios tiene planes con una persona, el diablo busca todos los medios para impedir que la obra de Dios se lleve a cabo en la vida de esa persona. El enemigo tratará de destruirte y si es posible de matarte, como lo quiso hacer conmigo. Pero la ultima palabra en nuestra vida la tiene Dios, y se hará como el lo ha dicho.
Dice Isaías 44:2 que Dios nos llamo y nos escogió desde el vientre y nos puso nombre”. Ósea ni usted ni yo escogimos nacer, Dios fue quién escogió nuestro nacimiento. Nosotros no elegimos a Dios, a el le plació elegirnos a nosotros. ¡Gloria a Dios por eso!
Deseo para honra y gloria de Dios que a través de este testimonio que usted esta a punto de leer, su vida sea bendecida. Por este testimonio el enemigo ha querido matarme muchas veces para callarme la boca, y aun mientras lo escribía, recibí muchos ataques, pero el Señor me ayudo a concluirlo. Si el Señor ha permitido que este humilde libro llegue a sus manos es con algún propósito, pero recuerde que el enemigo buscara todo los medios para evitar que usted pueda leerlo. No permita que el enemigo le robe la bendición que el Señor quiere darle, y lo que no entienda, pídale al Señor que se lo revele a través del Espíritu Santo.
Me gustaría poder entregarle este libro personalmente a cada persona y decirle que lo escribí para ustedes, no con el propósito de revelar mi vida por los cuatros vientos, sino para que el nombre de mi Señor Jesús sea glorificado por su grandeza.
El testimonio que a continuación usted leerá esta grabado en video, y he recibido cientos de testimonios de personas que han dicho que alguien le regalo el video, y que su vida fue cambiada. Testimonios de personas que han sido libertadas de opresiones y ataques diabólicos, testimonios de jóvenes, mujeres y hombres que han recibido sanidad interior al escuchar el testimonio, testimonios de personas a punto de suicidarse y al escuchar este testimonio se han arrepentido de cometer ese pecado. He recibido testimonios de que hay pastores que están evangelizando con mi testimonio y lo ponen en la calle en una televisión, y que la gente al verlo y escucharlo están aceptando a Cristo. ¡TODA LA GLORIA ES DE MI DIOS!
Por cada uno de esos testimonios que he escuchado y por aquellos que todavía no he oído, es que le invito a usted a que si este testimonio cambio su vida o le fue de bendición, usted pueda dárselo a alguien más para que su vida también pueda ser bendecida.
“Porque yo se lo pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocareis, y vendréis y orareis a mí, y yo os oiré; y me buscareis y me hallareis porque me buscareis de todo vuestro corazón”. Jeremías 29:11-13. Amen.
Ver Capítulo 1: "Nacida con un propósito de parte de Dios"
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