Aún, en la peor de las situaciones, aún, sintiéndote débil o recuperándote de un golpe duro por enfermedad, o por un luto, queremos ayudarte a que disciernas que ha querido el Señor que aprendas de toda esta situación que ha permitido que toque tu vida, y la de millones de personas, que se han sentido tan indefensas como tú.
Situaciones, en las que nadie puede ayudar a nadie, porque debe sostenerse a sí mismo.
¿Ya lo viste? El primer gran tesoro escondido que el Señor te dará esta mañana, es revelarte donde está tu corazón.