El Espíritu Santo, cuando comienza la obra en ti, te promete terminarla, pero como toda obra debe tener un permiso, en este caso el tuyo, por una parte, el Señor te limpia, y por el otro te contaminas con las cosas que no le agradan a Dios, muchas veces hasta por omisión contristas al Espíritu Santo y lo alejas de ti.
Es por ello que la palabra te pide que ames al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, pero también te pide que pongas Tu Mente en ello; porque es allí donde se libran las batallas contra las cautividades. Recibe hoy, la oración que te traemos en nuestro video con Salmo 34:12, y prepárate a ese nuevo comienzo que Jesús quiere para ti.
