Por muy significativos que sean los problemas, por mucho que sientas la templanza, la fuerza y soporte que te viene del Padre, te hace sentir una seguridad tal, que, constantemente tus fuerzas se renuevan. Aún cuando, te fallase la visión, aún cuando sientes que no deseas continuar, aférrate a la Fe y la confianza que te ofrece la Palabra, y verás como y cuan grande es el escudo que el Señor plantará delante de ti, para que nada te dañe.
Ora con nosotros esta mañana, y recibe la perfección que te produce la Paz de Dios.