Señor que agradable es a mi alma comenzar la mañana tomado de tu mano, buscando tu presencia y encomendado todo mi ser a ti, mi Espíritu se alegra en la esperanza que me has dado al morir en la cruz, alabaré tu nombre todos mis días.
Padre anhelo experimentar y conocer tu perfecto amor que echa fuera todo temor, quiero fortalecerme en el para que mi vida esté libre de toda preocupación. Reprendo todo ataque del enemigo que viene a sembrar dudas en mi mente y me declaro libre en tu poderoso nombre.
Desecho ahora todo pensamiento de enfermedad, que quiera paralizarme y someterme, que atemoriza mi vida de tal manera que no me permite avanzar y encontrar el gozo de tu Salvación. Todo temor referido a mi familia, hijos, cónyuge, padres, los echo fuera y declaro que ninguno de ellos se anida en mi corazón sino que por el contrario solo se fortalecen aquellos pensamientos de bien para mi cuerpo, salud y protección de mis seres queridos.
Traigo a tus pies mis temores al fracaso, la pobreza y escasez, los que el diablo usa para desenfocar mi vida y debilitar mi Fe, no doy lugar en mi mente a lo que veo en la actualidad, ni la situación de mi país, ni lo que digan las noticias, yo sé en quien Creo, tú vas delante y peleas las batallas por mí, ya no soy esclavo del miedo, tu espíritu en mí me asegura que soy tu Hijo y en tus brazos de amor todo pesar se desvanece.
Dios presento ante ti mis cargas, elevo mi oración por ellas y las encomiendo a ti, pido que al hacerlo todo mi ser pueda sentir tu paz, me dispongo a pensar en todo lo verdadero, bueno, justo, puro, amable y digno de admiración, que al hacerlo todo clamor se transforme en un canto de alabanza a ti.
Gracias amado Jesús porque de tu abundancia me has dado Gracia inmerecida y con ella puedo tener una vida plena, llena de bendiciones. Camino confiado cada día porque tú cuidas de mí y de mi familia, todo temor que viene a mi mente lo reprendo al declarar las promesas escritas en tu Palabra, mis pies se afirman en ellas.
1° Timoteo 1: 7 dice que No me has dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio, por eso sé que mis miedos no provienen de ti, ayúdame en mis debilidades, lléname de valentía y fortaleza, que el poder y el amor que has puesto en mi lo use para bendecir a otros y proclamar tu evangelio en los lugares donde me lleves, que siempre mantenga la calma frente al pánico y la confusión que tenga que atravesar en mi caminar, porque en tu bondad me has otorgado el dominio propio para poder hacerlo.
Santifica Señor todas las áreas de mi vida, cuerpo, alma y espíritu para así presentarme ante ti sin manchas, quiero agradarte con todo lo que soy, gracias por tu fidelidad, porque aunque soy infiel y me equivoco tú no cambias y al venir a ti arrepentido me otorgas perdón y renuevas tus misericordias sobre mí.
Entrego Padre Santo cada una de mis peticiones a ti declarando por Fe que la victoria ya está en mis manos, que mis pensamientos son de bienestar, que todo plan y artimaña en mi contra es derribado y recibo hoy toda buena dádiva y don perfecto que descienden de lo alto.
Hago esta oración en el Nombre de Cristo Jesús. Amén