No temas, porque tu Dios está contigo en todo momento; mantente firme, nunca dudes, ni seas semejante a las olas del mar. Que todo lo que te ha ocurrido es solo parte de una prueba, en la que el capítulo final es la Victoria de Cristo en tu vida.
Agudiza tu visión, y cree firmemente en la dimension sobrenatural de Dios, en donde puede guardarte para que el enemigo no venza sobre en ti.