Dios no tiene límites para bendecirnos, su promesa es prosperarnos; entre más aplicados seamos para sanar en todos los aspectos, para anhelar la liberación, más rápido seremos recompesados.
El Señor es fiel, con quienes le son fieles, paga a cada uno conforme a las intenciones de su corazón.
No es difícil agradar a Dios.
Ten una Fe, del tamaño de un grano de mostaza, y conocerás sus maravillas.
Visita el enlace Youtube, y repite la oración que te comparto esta mañana.
Esteban Correa.-