Dios no respalda al que duda. El Señor quiere hijos determinados que crean en lo que oran, que tengan claro el poder que hay en la boca de un hijo suyo, de alguien que ha decidido entregar todo el mando de su vida a Jesús.
Hoy, es tiempo de que lo comprendas y lo hagas parte de tu día a día.
Te invito a aumentar tus niveles de Fe, te lo demuestro en mi comentario del salmo 20.
Esteban Correa.-