La paz de Cristo gobernará en tu corazón en todo tiempo, para que puedas reflejar la presencia de Dios que fluye desde el interior. Que los limpios ríos de paz y agua viva del cielo, llenen todo tu ser.
Colosenses 3:15-16 dice: “Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones. Pues, como miembros de un mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir en paz. Y sean siempre agradecidos. Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. (…)”.
Una pregunta que a diario debemos hacernos es: ¿Que gobierna mi corazón? La biblia dice que debe gobernarla la paz de Cristo. Si esta paz nos gobierna, podremos tener vidas de poder. Si fácilmente te dejas arrastrar por el odio, la crítica, la amargura o la queja, estamos destruyendo el gobierno de la paz y se lo estamos dando a cosas que perturban y arruinan todo en nuestro ser. La queja, la preocupación, el odio; nos alejan de la bendición del cielo, nos desvían del propósito del creador. Debes alejarte de lo que te daña, debes renunciar a guardar rencor, así como Cristo nos perdonó, también debemos hacerlo nosotros con ellos. Proverbios 20:5 dice: “Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre” quita todo lo turbio de las aguas de tu corazón y déjala limpia, para que ríos de la presencia de Dios fluyan, llenándote de paz y alegría.
Hagamos esta oración:
“Dios Padre limpia las aguas de mi corazón, purifica mi alma y todo mi ser, renuncio ahora a la amargura, la preocupación. Que la paz de Cristo gobierne ahora mi corazón y nada la quite, te lo pido en el nombre de Jesús, amén.
