Por Pastor Ricardo Rodriguez
“Reuníos pueblos y seréis quebrantados, oíd todos los que son de lejanas tierras; ceñíos y seréis quebrantados; disponeos y seréis quebrantados. Tomad consejo y será anulado; proferid palabra y no será firme, porque Dios está con nosotros”. Isaías 8: 9-10
Esta palabra de Isaías muestra la autoridad suprema de Dios y la manera en que Él se levanta a favor de Su pueblo escogido, de sus hijos. Podríamos parafrasear este versículo así: “Reúnanse, planeen una estrategia contra mi pueblo, contra mis hijos, tomen consejo, profieran palabra, pero no va a prosperar ¿por qué? Porque Dios está con nosotros”. Si tomamos el sentido de esta palabra nos sentiremos llenos de aliento y fortaleza.
A veces nos intimidamos frente a las amenazas o frente a momentos angustiosos, cuando parece que todo se derrumba; hay momentos en que parecemos en una batalla emocional y espiritual; pero si nos apoyamos en la fe del Hijo de Dios y Su Palabra, podemos estar confiados y creer que aunque se levanten contra nosotros y sintamos de cerca la derrota, podemos levantarnos, renunciar a ese sentimiento y al espíritu de intimidación. No se trata sólo de un estado emocional, ¡no! es una de las armas satánicas, intimidarnos.
Esto lo relaciono con las serpientes, yo no sé si sabían que estos animales escupen un veneno a la víctima y la paralizan por unas fracciones de segundo, el tiempo suficiente para que la serpiente lo pueda enrollar, ahogar y matar, para luego consumir. Y eso es lo que hace Satanás cada vez que viene una palabra de amenaza contra ti, es algo tan horrible que te paraliza. Quizás vas camino a casa, paralizado por una noticia que te intimida, o estás en la casa angustiado y necesitas una Palabra de Dios porque te sientes paralizado.
Esa sensación se convierte en un mecanismo que te congela, te paraliza, y si tú te quedas con eso, si no confías en Dios, lo que sucede es que Satanás usa esto para atraparte, porque el temor es su mejor aliado; el temor es una especie de fe pero en la dirección contraria, es una fe negativa, que nos lleva a creer y a confesar palabras contrarias a las de la voluntad divina. Así que nuestras palabras se convierten en un lazo que puede utilizar Satanás para destruirnos.
La cita de Isaías nos recuerda que el Señor se levanta por nosotros y les dice a los enemigos: “Hagan como quieran, planeen un trabajo contra mis hijos, profieran palabra, tomen consejo, pónganse todos de acuerdo y nada va a prosperar porque yo estoy con ellos”. También dice el profeta Isaías en el capítulo 54: “Si alguno conspirare contra ti lo hará sin mí y que contra ti conspirare delante de ti caerá” y también: “Ningún arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová y su salvación de mi vendrá, dijo Jehová.” No importan todas las armas que estén planeadas contra ti; no temas si se reunieron tus enemigos para destruirte; no temas, si las circunstancias se pusieron todas en contra tuya, no temas; tú no estás solo (a).
Recuerda que el Señor nos salvó cuando aún éramos sus enemigos, cuando lo ignorábamos, y no lo queríamos en nuestro camino, pues todo lo queríamos hacer a nuestro modo. Sin embargo, Jesús vino y nos rescató. Ahora, ¿qué crees que va a hacer si somos sus amigos, si somos sus hijos? ¡Exacto! Peleará por nosotros, nos salvará y nos levantará sin importar qué tan grave sea la situación.
Quiero decirle a cada uno de ustedes: así te sientas intimidado, paralizado, recuerda la palabra de Dios: “Ninguna arma forjada contra ti prosperará”, ¡ninguna! No estás abandonado, los ojos de Dios están sobre ti, contemplan toda la tierra para mostrar su poder a favor tuyo, así que vengo con palabras de aliento para los que hoy tuvieron malas noticias, paro decirles que hay unabuena noticia del cielo: “¡no prosperará el enemigo contra nosotros!”
Oración
Padre, yo en nombre de Jesús te pido por cada una de estas personas, que hoy tienen necesidades grandes, muy grandes; pero tu palabra es muy clara: todo consejo será anulado, toda palabra proferida no será firme, porque Tú estás con nosotros. Aun cuando se nos dice no hay esperanza, que el tumor es maligno o el hogar se está destruyendo, que la deuda va a hacer que seas embargado o son palabras proferidas contra nosotros; yo te pido que ese consejo no prevalezca porque Tú estás con nosotros. Toca en esta hora, toca Señor, al que está enfermo y sánalo; reprendemos ese espíritu de enfermedad, se va fuera en el nombre de Jesús; toda dolencia se va fuera, en el nombre de Jesús. Señor, también te pido por los hogares, dales una palabra, muéstrales hoy la puerta, la palabra por la que pueden entrar para encontrar una reconciliación, una restauración, da la palabra precisa a tu hijo (a), abre puertas Señor para salir de las deudas, para conseguir la fuente de ingresos, para esta familia que tiene que salir y no encuentra dónde vivir, dale una puerta abierta Señor, porque tú eres el que abre brechas y camino donde no lo hay, ábreles una puerta en el nombre de Jesús, y Señor yo te pido una confirmación para ellos que les traiga paz en este instante, que esta oración está en el altar y que hay respuesta pronta, es Tu Presencia Señor, Tu Presencia venga ahora sobre ellos, y les dé paz en el corazón, la confianza, la seguridad de que Tú está con ellos, yo te lo pido Padre, en el nombre de Jesús. Amén.
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