Los sentimientos de miedo a la muerte, a las tragedias o a cualquier tipo de desgracias, nunca proceden de la luz de Dios. Tu experiencia con Cristo es vencer el mal para obtener una larga vida, de paz y gozo en el Espíritu Santo. Amén
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Salmo 116:3-6 dice: “La muerte me envolvió en sus cuerdas; los terrores de la tumba se apoderaron de mí. Lo único que veía era dificultad y dolor. Entonces invoqué el nombre del Señor: «¡Señor, por favor, sálvame!». ¡Qué bondadoso es el Señor! ¡Qué bueno es él! ¡Tan misericordioso, este Dios nuestro! El Señor protege a los que tienen fe como de un niño; estuve frente a la muerte, y él me salvó”.
Dios quiere que vivas largos días de propósito y plenitud. Y el propósito del diablo es matar, robar y destruir, por eso nuestra meta es tener vida y vida en abundancia, todo lo demás que creas, sientas o pienses en contra de esta promesa, procede del temor, que te quiere esclavizar y nunca procede de la fe. Hay quienes luchan de forma fantasiosa con toda clase de temores. Pero el Señor va a romper esas cadenas en tu vida, cuando dejes de de vivir preso del miedo, podrás disfrutar las bendiciones que ya posees.
Cada vez que un pensamiento de temor se quiera apoderar de ti, resístelo y habla lo que dice Jesús, y di: “Tengo vida y vida en abundancia porque Jesús es mi Señor”. Créelo y recíbelo para que la paz de Dios llene tu alma. Jesús es nuestra Vida, Paz y Gozo en el Espíritu Santo.
Oremos así:
“Padre, corto las ligaduras de temor a la muerte sobre mi y mi familia. Desato Vida, paz y gozo en el Espíritu Santo. En Cristo soy más que vencedor, nada me puede dominar. Jesús es mi Señor y por eso viviré largos días de plenitud sobre la tierra, en el nombre de Jesús Amén”
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