Por Mario Serrano
Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. (2Corintios 2:15)
Las batallas que se originan en tu mente pueden determinar el éxito o el fracaso en toda área de tu vida.
Si puedes sobreponerte a la ola de pensamientos negativos que diariamente irrumpen contra ti, tratando de dominar tus emociones y procurando llevarte a tomar decisiones y acciones equivocadas, habrás encontrado la clave para madurar y avanzar con éxito.
Satanás está muy interesado en dominar este campo de batalla. Como hijo de Dios puedes sobreponerte a cualquier pensamiento insistente que deteriore tu paz interior o que mitigue tus esfuerzos para seguir luchando por tus metas.
El versículo de hoy nos enseña a llevar como prisionero y esclavo, cada meditación que trate de dominar nuestro mente.
El papel de nuestras apreciaciones en la madurez de nuestra vida es fundamental. Por ello el apóstol san Pablo nos aconseja a poner especial cuidado en esto.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad. (Filipenses 4:8) LBLA
Este versículo nos sugiere que ocupemos nuestra mente reflexionando en aquellas cosas que son buenas agradables y provechosas.
Tu desafío será, no solo combatir y aprisionar los malos pensamientos, sino también poner determinación, enfoque y dirección en tus corrientes de meditación.
El problema no son las cosas que te suceden sino como percibes esas cosas y como reaccionas ante ellas. La victoria o la derrota comienzan en tu mente.
Santificar nuestra mente, enfocarnos siempre en las promesas de Dios y no en nuestras circunstancias, meditar en nuestra posición e identidad como hijos de Dios , reafirmando y procurando confesarlas en nuestro fuero interior como así también en voz alta, erradican por completo los dardos de fuego del maligno.
La mente ganadora es la que tiene paz. ” No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.”(Filipenses 4: 6-7) NTV
Oremos así
Padre celestial, dame la fuerza y determinación necesaria para erradicar de mi mente toda corriente de meditación negativa.
En el nombre de Jesús rechazo toda mentira de Satanás que quiera llenarme de temor, duda, incredulidad, baja autoestima, rechazo, acusación, amargura y rencor.
Renuevo mi mente meditando y confesando con fe tus promesas y favor hacia mi vida.
Tomo el escudo de la fe y apago los dardos de fuego del maligno
Renuncio a todo pensamiento o creencia que no esté fundamentado en la verdad de Dios.
Tengo la mente de Cristo y a partir de ahora me enfoco en todo lo bueno, todo lo justo y todo lo que es de buen nombre y posee virtud.
Pido, creo y declaro todo esto en el nombre poderoso de Jesús, amen.
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