Por Esteban Correa
Dios enderezará los caminos torcidos de tu vida, porque estabas en sus planes aun antes de nacer. No importa lo que te haya sucedido, si hoy decides seguir a Jesús, serán transformadas todas las cosas, las puertas cerradas de tu bendición se abrirán y los camino equivocados se corregirán.
En Isaías 45:2 dice: “Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos”. Los caminos torcidos simbolizan cosas equivocadas que hicimos en el pasado, situaciones de pecado y malas decisiones; pero Cristo restaura todas las cosas cuando venimos a él, siendo capaz de de transformar esos caminos torcidos en una senda derecha y segura, de transformar lo torcido en un futuro lleno de bienestar. No importa qué situaciones hayas vivido en el pasado, ni qué caminos torcidos hayas recorrido. Jesús vino a hacer nuevas todas las cosas y a transformar la maldición en bendición. El enemigo quiso destruirte, pero Dios tenía un plan. Él se mueve en los tiempos de una forma que no entendemos. Él ya estaba en tu pasado, él sabía lo que habría de suceder, y todo lo que el enemigo quiso hacer para destruirte fue usado por el Señor para mostrarte su salvación. En la medida que anhelamos agradar al Señor y hacer su voluntad con corazón sincero, nuestros caminos serán guiados y enderezados por la mano poderosa de Dios.
Oremos así:
“Señor, gracias por haber estado en mi pasado y por haberme guardado hasta el día de hoy. Entrego ahora en tus manos mi presente y mi futuro, decido obedecer tu voluntad para que nada me impida ver tus maravillas, te lo pido en el nombre de Jesús”. Amén.