Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Isaías 53:4-5
La lectura de este pasaje nos invita a reflexionar sobre el sacrificio que Cristo hizo por nosotros en la cruz. Él tomó sobre sí mismo el peso de nuestros pecados y sufrió en nuestro lugar para que pudiéramos ser perdonados y tener acceso a la salvación.
Es impresionante pensar en la profundidad de su amor por nosotros, al estar dispuesto a soportar tal sufrimiento por nuestra causa. El sufrimiento que Jesús experimentó fue más allá de lo que cualquier ser humano podría soportar, pero lo hizo por amor a nosotros.
En este día, medita en este versículo y de que forma puedes honrar el sacrificio que Cristo hizo por ti. Nos invita a ser agradecidos, vivir en obediencia y buscar el bienestar de los demás.
Ora con nosotros de acuerdo a este pasaje bíblico:
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