Empezando el día viendo la obra de Dios en ti.

Eterno Dios vengo a tu presencia en esta mañana, quiero expresar mi gratitud por un nuevo comienzo, una nueva oportunidad que me das de ver tus bondades y poder disfrutar de tu misericordia en mí. Que venga tu reino y tu perfecta voluntad sea en mi vida, lléname de tu paz y amor.

Me presento ante ti, y entrego todas mis dolencias, tanto físicas como emocionales, pidiendo que pases tu mano sanadora por mi cuerpo y restaures mi salud. Toda enfermedad retrocede, todo diagnóstico negativo lo rechazo y declaro que soy sano y libre de todo mal.

Pongo a tus pies mi familia y amigos que están en tiempo de angustia y sufrimiento a causa de enfermedades, creyendo fervientemente que tus milagros actuarán en sus vidas.

Hoy veo como tú ves, la obra completa y terminada, sabiendo que es tu deseo sanarnos y que gocemos de buena salud, tú pagaste el precio y llevaste nuestro dolor en la cruz, lo creo en mi corazón, no son solo palabras, mi Espíritu y todo mi ser descansa en tu poder.

Hecho fuera todo sentimiento que venga a mí y sea contrario a lo que estoy creyendo que harás. Reprendo los pensamientos que provocan duda y aminoran mi Fe, que quieran debilitar mi confianza en ti. Cuando llegaron las malas noticias, Jesús dijo a Jairo “No temas, Cree solamente”, Sé que de la misma manera hoy, me lo dices a mí, es por eso, que no doy lugar al temor, someto bajo tu dominio todas mis emociones, lo único que prevalece es la esperanza y la fe inamovible en tu poder, que tu intervención divina se manifieste y obres en mi vida, familia y amigos.

Declaro tus promesas sobre mi cuerpo, aquellas que dicen que cuidas de mí en tiempos de angustia, que quitas toda dolencia, que sanas mis heridas, me fortalezco en cada una de ellas y cobro ánimo en tu amor, porque tu cuidas de mí bendito Dios.

Padre celestial, tomo la autoridad que me has dado y doy la orden sobre toda enfermedad, la hecho fuera de mi vida y de las personas que amo, recibo el milagro ahora, Señor creo en el poder de tu sangre derramada, que en tu cuerpo molido cargaste mi dolor, y afirmo que toda enfermedad retrocede y desaparece por tu sacrificio, la ato y sujeto al poder de Cristo, activo mi Fe y avanzo en ella hacía tu perfecta voluntad.

Señor que sea luz en mi caminar y esperanza al alma abatida, eres todopoderoso, para ti no hay nada imposible hoy es el día de Salvación. Mi ser no estará más apesadumbrado ni oprimido, tampoco mi cuerpo ni mi mente, todo pronóstico irreversible, es transformado al   pasar tu mano sanadora, unges mi cabeza con aceite y mis huesos recobran ánimo y fuerzas, es en tu perfecto amor que somos vencedores, nuestra esperanza eres tú.  

Me postro ante ti, descanso confiado porque no me dejas ni desamparas, te expreso toda mi devoción, mi alma te desea cada día más, tu cambias mi lamento en alegría, eres motivo del latir de mi corazón, anhelo morar en tu presencia y disfrutar de tu fragancia. Allí encuentro fortaleza y paz. Me deleito en ti Señor.

Que este tiempo produzca Fe en los que me rodean y tu amor los abrace. Hoy levanto mis manos en agradecimiento, porque veré tu Gloria en mí, muchos serán testigos de tu obrar, conocerán que eres Dios de milagros y creerán en tu nombre.

Hago esta oración confiando firmemente en el poder del nombre de Jesús. Amen