Pastor Joel Osteen
Así como el sol irradia calor, Dios irradia bondad. No es lo que Él hace; es quién es Él. La misma naturaleza de Dios es buena.
Es importante que reconozcamos la bondad de Dios. La Escritura dice que toda buena dádiva proviene de nuestro Padre celestial, tanto grandes como pequeñas.
Demasiadas veces, Dios está trabajando en nuestra vida, mostrándonos favor, protegiéndonos, enviándonos sanidad, pero no reconocemos su bondad. No dé las cosas por sentadas. No fue una coincidencia que haya conocido a su cónyuge y se haya enamorado. Dios estaba dirigiendo sus pasos. No fue una oportunidad afortunada lo que le hizo obtener ese trabajo. Fue la mano del favor de Dios. El hecho de que sus hijos estén fuertes y saludables no es solamente buena fortuna. Ese es Dios siendo bueno con usted. A lo largo del día deberíamos estar diciendo: “Gracias, Señor, por tu bondad. Gracias por mi salud. Gracias por mi cónyuge. Gracias por las oportunidades y buenas ocasiones que me has dado”.
Usted necesita buscar y esperar la bondad de Dios. Nuestra actitud debería ser: ¡No puedo esperar a ver lo que va a hacer Dios hoy! Cualquier cosa buena que suceda en su vida, sea rápido en darle el crédito a Dios. Quizá sea algo pequeño. Quizá de pronto haya tenido una buena idea. “Señor, gracias por esa idea. Sé que provino de ti”. Si usted termina un proyecto más pronto y fácilmente de lo esperado: “Señor, gracias por tu gracia con ese proyecto”. Dios constantemente está trabajando, mostrándonos su bondad, pero con demasiada frecuencia no lo reconocemos. Estamos esperando las cosas grandes y espectaculares.
Siempre que suceda algo bueno, le voy a dar gracias a Dios. Cuando veo favor: “Gracias, Señor”. Cuando se me recuerda acerca de algo que necesito hacer: “Gracias, Señor”. Cuando alguien me deja entrar a la vía rápida: “Gracias, Señor”. Cuando la temperatura baja menos de 100ºF [37,78ºC] en Houston: “Gracias, Señor”. Cuando soy protegido: “Gracias, Señor”. Cuando veo victoria: “Gracias, Señor”. Estoy hablando acerca de vivir con una actitud de agradecimiento y acción de gracias. Dios bendice una actitud agradecida.
Cuando algo bueno sucede, usted está viendo a Dios. Asegúrese de agradecerle por ello. Asegúrese de darle el crédito. Probablemente no piense que Dios esté haciendo algo en su vida, pero Dios está constantemente mostrándonos su bondad. Mi pregunta es: ¿Lo está reconociendo? Mire a su alrededor esta semana. Esté más alerta. Salmos 34:8 dice: “Gustad, y ved que es bueno Jehová”. Si usted va a probar la bondad de Dios, tiene que darse cuenta de que cada buena oportunidad, cada vez que fue protegido, cada puerta que se abrió y cada ventaja que alguna vez ha obtenido ha sido Dios trabajando en su vida. No lo dé por sentado.
Escuché acerca de cierto hombre que estaba conduciendo en un estacionamiento lleno tratando de encontrar un lugar, dando y dando vueltas. Se frustró tanto que finalmente dijo: “Dios, si me das un lugar para estacionarme voy a ir a la iglesia cada domingo”. Justo en ese momento, de inmediato, un coche echó marcha atrás, y mientras se estacionaba dijo: “Ya no te preocupes, Dios. Acabo de encontrar un lugar”. Así somos muchas veces. Se nos olvida que toda buena dádiva proviene de Dios.
Cada uno de nosotros puede ver en retrospectiva y recordar las veces que Dios nos protegió, nos libró de un accidente, nos dio una promoción, nos hizo estar en el lugar correcto en el momento oportuno o que abrió un camino cuando no parecía haber uno. No se canse de agradecerle a Dios su bondad. Recuerde sus victorias. Dígale a la gente a su alrededor acerca de ellas. Manténgase presumiendo la bondad de Dios. Entre más se jacte de la bondad de Dios, más bondad de Dios verá.
Demasiadas veces hoy, en lugar de recordar nuestras victorias, estamos recordando nuestras derrotas, nuestros fracasos, nuestras decepciones. Cuando recordamos lo que Dios ha hecho por nosotros, provoca que la fe se eleve en nuestro corazón. Sabemos que si Dios lo hizo por nosotros antes, ciertamente lo hará por nosotros otra vez.
Lo aliento a hacer tres cosas:
1. Espere la bondad de Dios. Levántese todos los días buscando el favor de Dios.
2. Reconozca la bondad de Dios. No hay coincidencias, no existen los golpes de suerte. Es la bondad de Dios.
3. Siempre agradézcale a Dios por su bondad. Siempre que suceda algo bueno, grande o pequeño, sea pronto para agradecerle a Dios por ello. Viva con una actitud de gratitud y alabanza.
Si hace estas cosas, experimentará más de la bondad de Dios y su favor, y su vida subirá a un nivel completamente nuevo.
—Tomado del libro Un nuevo comienzo por Joel Osteen. Publicado por Casa Creación. Usado con permiso
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora." — Eclesiastés 3:1 (RVR1960)…
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Buenos Dias, que bello mensaje, efectivamente yo todos los días desde que me levanto y todo el tiempo solo pienso en agradecer a Dios por tantos favores recibidos, por mi familia, por mi salud, por mi trabajo y pongo en sus manos mi vida, como la de mi familia, en pocas palabras solo le digo "Hága Señor tu voluntad". Gracias pastor por recordarme lo bello y hermoso que estar en el favor de Dios.