Si aún no celebras el día de acción de Gracias, este artículo te será de mucha importancia. Es una de las festividades favoritas para los estadounidenses, quizás solo superada por la Navidad, es más que un día para reunirse con familiares y amigos; para ver desfiles, jugar «fútbol americano» y comer comida deliciosa, ¡a menudo de recetas heredadas!
Esta festividad, representa mucho más, y gracias a la cantidad de migrantes latinos que han llegado a Norteamérica, ha comenzado a extenderse a lo ancho del planeta; pues, los migrantes latinos contagian a sus familiares que habitan en países latinoamericanos a festejarla, y es una manera de conectarse en un mismo compartir.
Ostensiblemente, este preciado tiempo juntos está en la tradición de los ancestros peregrinos de E.E.U.U., quienes se reunieron hace 400 años—después de un duro primer año en su nueva tierra—para dar gracias y gratitud a su bondadoso y generoso Dios. Su enfoque fue, como debería ser el nuestro, celebrar con gratitud las bendiciones recibidas y las que aún se esperan de nuestro más benévolo Benefactor.
Desde niños en edad preescolar hasta “viejos estudiantes”, podemos simplemente usar este día festivo como un día santo y expresar humildemente nuestra gratitud por el favor inmerecido de Dios y sus abundantes bendiciones. Los padres y abuelos pueden guiar a sus hijos para que cuenten sus bendiciones de manera significativa, recordando y reflexionando sobre su salud, familia, amor y la vida misma. Pero tal gratitud debe estar dirigida a alguien.
No tendría ningún sentido hacer lo contrario, ya que nuestra máxima gratitud debe ser a Dios Todopoderoso, el “dador de todo don bueno y perfecto”.
¡Sí, es una forma muy bonita de evaluar tu año, y tomar conciencia de todo lo que Dios ha hecho en tu vida, en tus familiares, en tu hogar, en tus bienes!
Ellas tres, juntas o separadas, representan algo muy especial durante esta temporada de reflexión y evaluación.
Acción de gracias,
Gratitud, y
Bendición,
Podemos verlas regularmente como imperativos en carteles inspiradores, tazas de café y títulos de libros: «Sé agradecido», «Sé agradecido» o el omnipresente «¡Sé bendecido!» O, tal vez, incluso más a menudo en estos días, veo la afirmación inspiradora: «¡YO SOY bendito!» Pero hay distinciones importantes en sus definiciones y aspiraciones, que nos motivan y enseñan a los más pequeños, a poner la mirada en Dios, y sus maravillas.
Una persona agradecida siente gran inclinación a expresar gratitud y alabanza a Dios por lo que ha hecho y por lo que aún ha prometido hacer. Por fe, podemos levantar nuestras manos y dar la debida alabanza a Dios y bendecir Su santo nombre (Sal. 34:2).
El Dr. Michael Youssef, en su libro «Empoderado por la alabanza», dice que «la gratitud se demuestra mediante la determinación de expresar agradecimiento, la prontitud al expresar el agradecimiento, la intensidad al expresar el agradecimiento y una vida de humildad». Ilustró estas ideas con el leproso agradecido del que Jesús habló en Lucas 17. El rechazado social cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, agradeciendo profundamente y alabando su curación. Él era el único de 10 leprosos marginados que había sido curado milagrosamente por Jesús, ¡sin embargo, fue rápido e intenso al expresar su gratitud y agradecimiento!
“Sabed que el Señor mismo es Dios; Es Él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos; Somos Su pueblo y las ovejas de Su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias y por sus atrios con alabanza. Dadle gracias, bendecid su nombre. Porque el Señor es bueno; Su misericordia es eterna y Su fidelidad por todas las generaciones” (Sal. 100:3-5; NASB).
¡El salmista parecía saber cómo expresar su alabanza agradecida, al dar gracias por las abundantes bendiciones que recibimos de manos de nuestro buen, amoroso y fiel Señor y Maestro! ¡Él es nuestro Dios omnipotente, nuestro maravilloso Creador y nuestro Pastor cariñoso! Es por ello, que, el salmista nos insta a:
“…den gracias al Señor por su amor inagotable y sus obras maravillosas para la humanidad. Que sacrifiquen ofrendas de acción de gracias y cuenten sus obras con cánticos de alegría” (Sal. 107:21-22, NVI).
Si cultivamos una “actitud de gratitud” encontraremos un ambiente de alegría y felicidad. “Aquel que olvida el lenguaje de la gratitud nunca podrá hablar con la felicidad”. En lugar de centrarnos en las cosas que no tenemos, debemos aprender a contentarnos con lo que tenemos. Es el camino a la piedad (1 Ti. 6:6-8).
Cerca del comienzo de la epístola de Pablo a los Efesios, alabó a Dios como el “Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3). Continuó identificando algunas de esas bendiciones como ser escogido y adoptado en la Familia de Dios, redimido a través de la sangre de Cristo, trayendo el perdón de nuestras transgresiones pecaminosas, según las riquezas de Su gracia.
Cerca del final de esta significativa epístola, Pablo dio instrucciones en el capítulo 5 sobre cómo podemos “evitar las obras infructuosas de las tinieblas” siendo “llenos” o controlados por el Espíritu, “hablando unos a otros con salmos, himnos y cánticos espirituales”. , cantando y alabando con vuestro corazón al Señor; dando siempre gracias por todo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo al Dios y Padre” (Efesios 5:11-20, NVI).
¿Hemos profundizado realmente en esta enseñanza? Podemos caminar como hijos de luz rechazando las deshonras de las tinieblas (vv. 6-14), cantando al Señor y compartiendo palabras de aliento y testimonios de agradecimiento unos con otros, “en el temor de Cristo” (vv. 15- 21).
Pablo enseñó a los tesalonicenses que debemos “gozarnos siempre; orar sin cesar; y, en todo dad gracias; porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:16-18; LBLA)
El salmista nos llama a “Venid, cantemos de júbilo al Señor, Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Acerquémonos ante su presencia con acción de gracias, aclamémosle con salmos. Porque el Señor es Dios grande y Rey grande sobre todos los dioses…” (Sal. 95:1-4)
Testimonio de Acción de Gracias, Gratitud y Bendiciones
El año pasado, uno de nuestros familiares se sometió a una cirugía y tratamientos para el cáncer. ¡Algunas semanas fueron más difíciles que otras! Sin embargo, las notas, los mensajes y las oraciones de su familia y amigos la tranquilizaron regularmente, ¡durante 11 meses! Finalmente, por la gracia y bondad de Dios, los doctores han pronunciado la palabra “R”—¡REMISIÓN! ¡Aleluya!
Ahora, está mostrando su extremo agradecimiento y gratitud al reconocer una bendición cada día de este mes en Facebook, ¡con 30 expresiones especiales de acción de gracias! Ella quiere que otros la conozcan y se regocijen con ella en esta temporada especial de Acción de Gracias, para que “muchos den gracias en nuestro nombre por el favor que se nos ha otorgado en respuesta a las oraciones de muchos”. (Ver 1 Corintios 1:8-11; NVI ).
Autor: Gary Curtis (adaptación Avanza por más)
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora." — Eclesiastés 3:1 (RVR1960)…
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ALELUYA, sí celebraré el día de acción y gracia, porque DIOS TODOPODEROSO NUNCA ME ABANDONA, tenemos un DIOS que todo lo puede, amén