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CREYENTES CON BOTAS DE PLOMO
Cuando la carne aun está activa, sin crucificar, no puede andar mas en el Espíritu de la misma manera que correr una milla en cuatro minutos con botas de plomo.
Muchos de los que han nacido del Espíritu se encuentran a si mismos imposibilitados para andar en el Espíritu. La iglesia de Corinto no estaba falta de dones (1 Co. 1:5-7), pero Pablo les reprendió por ser carnales.
Ellos también eran culpables de negligencia moral, divisiones, y egoísmo absoluto, incluso en la mesa del Señor (1Co.3:1-4). |
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Estas eran solo algunas de las manifestaciones obvias de la carne, ese enemigo mortal de la vida en el Espíritu (Gá.5:16-21).
Incluso el mismo apóstol Pablo sufrió idéntico problema cuando intento, por la fuerza de la carne, guardar la ley (Ro.7). No sabemos cuanto tiempo luchó para encontrar la solución, pero cuando lo hizo se convirtió en el apóstol de la liberación. El abrió el camino desde la derrota de Romanos 7, a la gloriosa libertad del capitulo 8:1-4.
El domicilio permanente de muchos creyentes es Romanos 7, y no es extraño para muchos ministros vivir ahí. La intención de esta triste experiencia tenia que durar solo un poco de tiempo, es solamente una etapa de paso en el desarrollo del creyente, y nunca fue pensada para ser mas que una exposición temporal de la debilidad y fealdad del viejo hombre, el viejo yo.
¿Reconoces cuando tu vida no esta totalmente gobernada por el Espíritu de Cristo (Ro.8:2), o justificas las obras de una naturaleza que es cualquier cosa menos semejanza a Cristo? Si es una lucha manifestar los frutos del Espíritu, es porque toda vía no has descubierto el secreto.
Con Frecuencia y a pesar de tus esfuerzos “las obras de la carne son manifiestas” (Gá. 5:19). No solamente es la carne dada a la concupiscencia, sino también capaz de mentir y exagerar. Pude ser arrogante, áspera, agresiva, propensa a cambios de humor, despiadada y ansiosa de poder. La carne ladra, gruñe y se ofende fácilmente por el éxito de otros.
También es presuntuosa, camorrista, fría y criticona. Otra característica de la vieja naturaleza es echar la culpa a otros, pero lenta a tomar la responsabilidad de sus propios fallos. Es impaciente, impetuosa e indiferente a herir a otros. Es resentida y burlona, y a menudo se sume en la autocompasión. Es sospechosa, astuta y fácilmente recurre al sarcasmo. Irrazonable, no es de fiar, no perdona, es implacable en buscar faltas incluso si necesita una lupa para hacer su trabajo sucio. ¡Mas infinitum-mas nauseam!
Tales son las obras de la carne. Son las actitudes poco cristianas que se manifiestan así mismas, especialmente cuando está bajo presión. Ninguna cantidad de disciplina, dedicación, o incluso sublimación puede reprimir su manifestación. Día tras día, año tras año sigue luchando, pero solamente para ir de derrota en derrota.
Si tienes que esforzarte para ir a la iglesia, a menudo por un sentido de responsabilidad, si tienes que esforzarte para manifestar “amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gá. 5:22), incluso el mas pequeño problema manifestará la superficialidad de tu experiencia, pronto te dejará tan agotado que no tendrás fuerza para cantar, o sonreír, menos aun para simpatizar con alguien en necesidad.
Como Watchman Nee señala en su libro La vida cristiana normal – podemos ver lo que LA CARNE es realmente cuando le quitamos la “H” e invertimos las letras – YO MISMO.
Conciencia propia, justicia propia, importancia propia, atención propia, autocontentamiento, opinión propia, autocompasión, autoindulgencia, auto exaltación, gloria propia, en otras palabras, ¡CARNE!
Algunos cristianos viven esta triste condición, simplemente porque no dejan que Cristo Jesús sea el Señor de sus vidas. Como el pueblo de Israel, se revelan, murmuran, y rehúsan creer en las promesas de Dios. Toda la vida consiste en ir andando en círculos hasta el día de su muerte (Hebreos 3:7-19). Culpan a todos y a cada uno. Un día es Satanás, el próximo día es el pastor. Algunos culpan a sus padres, algunos incluso se atreven a culpar a Dios. Siempre van andando en círculos de descontento hasta que mueren. Muchas iglesias son atormentadas por ellos antes que se vayan.
Pero tristemente, la mayoría del pueblo de Dios fracasa en encontrar liberación simplemente ¡porque no conocen el camino de dios para salir de este dilema!
¿Cómo puedes andar en el espíritu para no satisfacer los deseos de la carne” (Gá. 5:16)?
Tienes que reconocer que el viejo hombre, la naturaleza Adámica, que te hace andar según la carne, es tan repugnante, tan corrompida y miserable, que únicamente había una cosa que Dios pudiera hacer con ella: ¡hacerla morir ! Esto es exactamente lo que El hizo cuando Jesús fue crucificado; su muerte no solo nos libró de nuestros pecados, sino también de nuestra vieja naturaleza.
Pero ¿sabes tu esto? ¡Saberlo es el primer paso para la liberación!
“Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado” (Romanos 6:6 NVI).
Ahora bien, nuestra fe debe aceptar constantemente este golpe de muerte al pecado, la vida dominada por el yo. Jesús no solo llevó tus pecados a la cruz (1 Pedro 2:24), sino que llevó tu yo pecaminoso también.
Conocer que Cristo murió por ti es maravilloso (1 Co 15:1-3), pero cuando recibes la revelación de que tu moriste en Cristo (Colosenses 3:3) ¡es aun mas maravilloso!
Acepta la sentencia de Dios sobre tu ego dominado por el pecado. Acepta que todo tu esfuerzo propio es inútil; no es de fe (Romanos 6:6-11). Toma esta posición de fe diariamente. Aplica la Palabra de Dios constantemente, hasta que la poderosa dinámica de la cruz destruya el poder del pecado dentro de ti: entonces la obra de mortificación de la carne será más fácil (Col. 3:5). Y también lo serán tus esfuerzos para ser hecho conforme a la imagen de Cristo (Romanos 8:29).
Tu bautismo inicial en su muerte y resurrección para andar en novedad de vida ¡debe ser apropiado continuamente! (Romanos. 6: 1-13). Recibe diariamente Su vida de resurrección en tu personalidad rendida (Romanos 6:12-13). Descubrirás que Su cruz destruirá cada pensamiento, emoción y reacción negativos. Entonces Su vida impartirá cada pensamiento, emoción y reacción positivos. Esto resultara en poder y paz para ¡andar en continua victoria ! La vida del Espíritu nunca te llevará a una posición donde sea imposible pecar, ¡pero te dará el poder para elegir no pecar!
Cuando captes este glorioso secreto, la vida de Jesús brotará gradualmente de muchas maneras preciosas y emocionantes. Tu verdadero yo no es tu ego dominado por la carne. Solamente cuando Cristo Jesús domine la totalidad de tu personalidad, es cuando tu yo verdadero y único resurgirá para sorprenderte, e incluso asombrara a tus amigos mas cercanos y queridos!
La fe que reclama esta vida increíble es la clase de fe de Dios. ¡fe que habla¡ Jesús te prometió con bastante claridad en Marcos 11:20-35 que por el hecho de decir la palabra de fe trasladarías montes. ¡Satúrate de estas poderosas promesas, después reclámalas confesándolas verbalmente !
Debes apropiarte de este gran secreto diariamente, para que diariamente “seas salvo por Su vida” (Ro. 5:10). Jesús dijo que tú debes “comer su carne y beber su sangre” (Juan 6:53).
Si tu quieres que Su vida este en ti continuamente, tienes que continuamente asimilarle a el, que es el pan de vida, no solamente un día a la semana, ¡sino cada día!
Estúpido -dice la mente natural- (1 Co 2:1-8). Lógico –exclama el filosofo- (Col. 2:8). Herejía -grita el Sanedrín judío- (1Co. 1:23).
“... En cambio a los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios...Pues la locura de Dios es más sabía que la sabiduría humana...” (1 Co.1:18,25 NVI).
Lo insensato de Dios, la predicación de la cruz, contiene la sabiduría escondida de Dios.
“Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta... la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.”
(1 Corintios 2: 7,8)
Si estás buscando perdón de pecados entonces tienes que ir a la cruz (1 Juan 1:9). Si necesitas poder para romper la atracción de los placeres de este mundo, también necesitas ir a la cruz(Gá 6:14). Si necesitas autoridad para hacer callar las acusaciones de Satanás, habilidad para resistirle, tu grito de guerra es “la victoria de la cruz” (Apocalipsis 12:11).
De igual manera, cuando deseas la liberación de tu viejo hombre para que la nueva naturaleza de Cristo sea manifestada en ti, de nuevo tienes que ir a la cruz (Romanos 6:6). Por ir a la cruz queremos decir confiar en el Espíritu Santo para guiarnos a la realidad de todos sus beneficios.
Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 corintios 10:4). Estas armas son poderosas para vencer “al mundo, la carne y al diablo”. La fe toma la Palabra, la fe habla la Palabra, que es la espada del Espíritu (Efesios 6:17), y los poderes del pecado, del yo y Satanás son desarmados. Por medio de la cruz de Cristo el poder se hace disponible para salvarte en cada situación.
Dios en su sabiduría te ha dado justificación: en Jesús eres amado y aceptado; santificación: en Jesús estás capacitado para ocuparte en actividades santas, y redención : en Jesús Te ha dado liberación total de Satanás (1 Corintios 1:29-31).
¡Nunca vivas otro día de tu vida sin apropiarte de ambas cosas: ¡el poder de la cruz y el poder de Su vida ! No le permitas a Satanás distraerte o desanimarte, sino pon tu rostro como un pedernal para poseer esta vida de continua victoria.
A medida que Su vida comience a reemplazar la tuya te preguntarás: ¿Me sentiré herido cuando la gente me insulte? Si, ¡pero no tomaras represalias ! ¿Sentiré aún la fuerza de la tentación? Si, ¡pero ahora tendrás poder para vencerla! ¿Tendré aún pánico, ansiedad o miedo? Si, ¡pero solo por unos instantes ! Entonces mientras confiesas tranquilamente tu fe en El para ayudarte, tus temores pronto se calmarán y desaparecerán. ¿Mis emociones heridas, mis tensiones nerviosas, y los dolores físicos en mi cuerpo comenzaran a sanar? ¡Seguro! (Romanos 8:11).
A medida que tu vida va siendo libre de todas sus reacciones negativas e inundada con la vida victoriosa y poderosa de Cristo, la sanidad correrá por cada parte de tu ser. La victoria de Su vida será transferida a la tuya (Isaías 53:11). Por sus llagas seréis sanados, aunque haga falta tiempo para que eso ocurra (Isaías 53:5). No hay herida, ni llaga, ni daño que no sea sanado y restaurado cuando aplicas “el bálsamo de Galaad” (Jeremías 8:22).
Libera tu fe. cuenta con el hecho de que tu viejo hombre fue crucificado. recibe la vida de resurrección de Cristo; y finalmente resiste los esfuerzos de Satanás para frustrarte al andar en el Espíritu.
No te desanimes si no hay evidencias inmediatas de que el Espíritu Santo está aplicando la sentencia de muerte a tu viejo hombre, y liberando la vida de resurrección de Jesús en tu espíritu. Simplemente afirma tu fe de que El te guiara a la realidad de lo que la palabra de Dios ha prometido.
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Tan seguro como el día sigue a la noche “conocer en el espíritu” reemplazará toda otra “forma de conocimiento”.
No permitas que tus sentimientos, temores y fracasos te engañen haciéndote olvidar tus derechos sobre estas verdades eternas.
Cuando este delicioso milagro haya ocurrido, tu espíritu disfrutará de una hermosa sensación de optimismo, un poder interno y una paz increíble. Tu trabajo para entrar en este reposo será bien recompensado, pero ahora tienes que aprender el secreto de cómo trasmitirlo a otros. |
Capitulo 4 Llenos del Espíritu pero bloqueados
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