CONTROLA ESOS ALTIBAJOS EMOCIONALES
Llenos del Espíritu Santo, mente limpia, pero aun queda el último problema para mantener tus emociones en equilibrio. Dios aconseja a su pueblo, “En quietud y confianza será vuestra fuerza” (Isaías 30:15), pero si te descuidas, tus cambios de temperamento pueden fluctuar tanto que tu vida será como subir en un tiovivo.
La primera línea de ataque de Satanás sobre tus emociones es llevarlas a una depresión. El usara personas, problemas y presiones para crear este obstáculo a la liberación del Espíritu Santo en ti.
Si no tomas una acción inmediata para remediar esa situación, no tardarás mucho en estar sumergido en autocompasión, morbosamente introspectivo, y físicamente acabado.
DEPRESIÓN
El Peligro
De BajarEuforia
El Peligro
De Subir
En Quietud Y Confianza
(Isaías 30:15)
DEPRESIÓN
¿Que debemos hacer? Abre todo tu ser al Espíritu Santo para que cualquier área en que le puedas haber contristado (Efesios 4:30) pueda ser expuesta y corregida (Salmo 139:23,24).
Una de las causas mas comunes de depresión es la de no corregir los asuntos que causan ofensas, eso nos recuerda el principio que enseña Jesús claramente sobre la corrección, y es que la disputa quede en el ámbito mas privado posible. Publicarla en la iglesia es el ultimo recurso, y no el primero (Mateo 18:15-17).
Si después del arrepentimiento, la confesión y la rectificación de cualquier daño, aun queda un sentimiento de inquietud esto podría se falsa culpabilidad. La sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios, no puede limpiar la culpabilidad imaginaria (1 Juan 1:9), pero puede acallar las acusaciones de Satanás a medida que declares tu fe en la victoria de Jesús (Apocalipsis 12:10-11). Así que busca el consejo y la confirmación de cristianos maduros y espirituales que te ayuden a resistir agresivamente espíritus de opresión que explotan esos sentimientos de duda e incertidumbre.
Ahora bien, mientras que todo acto de obediencia trae la aprobación del Espíritu Santo (Hechos 5:32), aun necesitarás tomar ciertos pasos para librarte de la depresión.
¡La alabanza es dinamita! Desmoraliza todo espíritu de oposición y limpia la atmósfera que te rodea. Eso hace bien a tu alma (Salmo 149) y Dios se deleita en escuchar y responder a Su pueblo que le alaba (2 Crónicas 20:22-25).
¡La adoración hace maravillas! Cuando glorificas a Dios te haces bien a ti mismo. Adoración es el corazón humano desatándose a si mismo en el amor de Dios, pero sin darse cuenta de que toda la gloria es dada a El. Es entonces reflejada y devuelta sobre el adorador (2 Corinto. 3:7-18).
Confesar tu fe moverá montañas. Jesús dijo: “Tened fe en Dios” (Marcos,11:22). El tipo de fe de Dios es ¡fe hablada! Jesús dijo en tres ocasiones en el v. 23 que nosotros ¡poseeríamos lo que confesemos!
Di a tu alma:”Espera en Dios” (Salmo 42), y entonces levántate y comienza a moverte. Ignora tus sentimientos y lucha en tu camino de vuelta a la quietud y confianza (Isaías 30:15). Pero ahora tienes que estar alerta a la segunda línea de ataque de Satanás: ¡El peligro de la subida! Si, he dicho peligro, porque tan pronto como Satanás reconoce que estas teniendo éxito inmediatamente él quita toda presión sobre ti y con gran astucia buscará ahora la manera de excitarte y alegrarte ¡hasta que estés eufórico!
Las señales de aviso son muchas, pero mayormente son las risas excesivas y las bromas atontas (Efesio 5: 4), en lugar de gravedad y seriedad (Tito 2:6-8). La diversión es buena, pero hablar liviana y ligeramente puede ser peligroso y falso (Romanos 16:18).
Si esta condición no se corrige inmediatamente puede conducir a un autentico campo de minas de experiencias dañinas. Cuando un creyente esta eufórico puede sentirse fácilmente “llamado al campo misionero”, convertirse en “un evangelista a tiempo completo”, dejar su empleo y “vivir por fe”, dejar la medicación sin una buena supervisión, o incluso casarse precipitadamente.
Se puede llenar un libro de tales equivocaciones trágicas y memorias dolorosas hechas por creyentes sinceros que han sido engañados por Satanás; el es un especialista en incrementar y explotar estas emociones exuberantes.
Una vez que conoces este cambio emocional, debes de tomar pasos inmediatos para calmarlos, actuando sensible y sobriamente. Utiliza la subida de tus emociones y aprovéchalas para fines positivos. Aprende a ser lleno del Espíritu, ¡pero no borracho en el Espíritu! ¡Si! Entendemos y podemos apreciar la maravilla de (Hechos 2:12-21). Aprovéchate del júbilo y la excitación confrontando algunas de las difíciles y desafiantes tareas que antes habías esquivado o descuidado. Vive en el área de máxima fuerza y seguridad, donde tus emociones están calmadas y controladas.
El poder bajo control es verdadero poder, poder seguro. Ser lleno del Espíritu, tener una mente clara y tus emociones en equilibrio es liberar el rió de vida del que Jesús hablo (Juan 7:38) en el sediento desierto de la necesidad humana.
Ahora bien, trabajar para Dios es trabajar sin esfuerzo. Trabajamos, pero desde una posición de descanso (Hebreos 4:9,10). Las obras de misericordia, los ministerios y cuidados de amor fluyen entre el pueblo de Dios. Ellos no necesitan ser conducidos, ¡solo dirigidos! Los años de hambre son olvidados y el desierto de escasez se convierte en un jardín de abundancia (Isaías 35). Los redimidos del Señor regresarán y vienen a Sión con canciones y gozo perpetuo sobre sus cabezas.
Ellos han obtenido gozo y alegría; la tristeza y el gemido han huido.
Atraído por el amor de Dios, el incrédulo pregunta, y pronto comienza a gozar de la bondad de Dios. El anciano se adapta amorosamente a las molestias causadas por una juventud feliz y excitada. Los jóvenes respetan y se preocupan por los ancianos.Incluso los niños se sienten afectados cuando la presencia de Jesús se manifiesta en Su pueblo.
El invierno ha pasado, la lluvia ha terminado y se ha ido. Las flores aparecen sobre la tierra, el tiempo del canto de los pájaros ha llegado, y la voz de la tórtola se oye en nuestra tierra.
De la higuera brotan los higos verdes, los viñedos con sus racimos tiernos dan un profundo aroma. Jesús está entre su pueblo diciendo:
“Levántate, Oh amiga mía, y ven.”(Cantares 2:11-13).
¡Si! Vale la pena aprender a andar en el Espíritu, manteniendo tu mente libre de obstáculos, y guardando tus emociones de rutilantes cambios de humor y sabiendo que el río del Espíritu puede fluir ahora desde lo mas profundo de tu ser satisfaciendo la desesperada sed de otros (Juan 7:38).
Ahora una palabra de advertencia de algunos peligros, dificultades y deleites que pueden distraerte.
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