Devocionales

Orando con el Salmo 39 Pidiendo Perdón Por Las Transgresiones

Bendito sea el Señor de la eternidad, igualmente su sabiduría y como está dispuesto el orden del universo, vana es la vida del hombre, vano es su trabajo y su esfuerzo, vano es todo lo que hace bajo el sol y en la sombra, vana son las riquezas y los bienes materiales, que al acumularlos se los comen las polillas y se pudre. Vano es todo lo que no tenga su fin en ti, Señor; incluso nuestros sueños no son nada si nuestra esperanza no está en ti Señor.

Soberbia es la vida del hombre, que cree que sus fuerzas le bastan, soberbios son sus pensamientos que no están inspirados por ti. Pero tu sabiduría y tu poder son eternos, Señor. Tu corriges al hombre, castigando sus faltas. Por eso intento cuidar mi conducta, que mi lengua no sea motivo de mal para otros, que mis pensamientos no destruyan tus obras, quiero evitar que los que pertenecen al mundo, por causa de mis errores, no reconozcan tu santidad. Quiero cuidar mi conducta de los que me ven y que mis palabras sean inspiradas por ti, e iluminen las oscuridades que me rodean.

Frágiles, débiles y pequeños somos sin tu poder, toda nuestra vida es un fracaso si no está en relación a Ti. ¿Cuál es el propósito de la vida? Muchos viajan de lugar a otro, sin ningún sentido, pero mi sentido eres Tú. Tú me das propósito, Tú le das sentido. Pienso en mi vida y la veo breve, como un soplo. Si esta vida lo fuese todo, más valdría ser un pino o un cedro, para que el tiempo en esta vida fuese más largo, pero sé que nuestra vida es corta, pues Tú has conquistado nuevamente la vida eterna para nosotros, tal como lo dispusiste desde un principio y nosotros, por el pecado la perdimos. Más ahora tu gracia nos salva, por eso mi esperanza está puesta en ti y de nada me vale amontonar, Tú me sostienes con lo necesario y pones en mi mano para compartir, todo lo que tengo y soy ha sido don de Dios, mi trabajo, mis fuerzas, mis conocimientos, todo me lo has dado Tú, para servirte en esta vida.

Por eso, Señor, líbrame de mis pecados, Tú castigas al hombre por sus maldades y en segundos quitas lo que hay de preciado en su corazón y lo haces para evitar que se corrompa. Actúa tu, Señor en mi vida, guíame, corrígeme con amor, instrúyeme, muéstrame el camino, dame fuerzas, discernimiento y dominio de mi mismo. Recuérdame siempre cuan breve es mi vida, de que mi valor viene de Ti, de tu compañía y de tu Gracia. Te pido también, que escuches mi oración, que prestes oído a mis lamentos, no te quedes callado a mis lágrimas, mi vida es corta como un ave de paso, al igual a mis antepasados que ya partieron a tu presencia. También te pido que me enseñes mis propósitos, dime, Señor, que quieres que haga por Ti, intentaré yo hacer lo mejor que este en mis capacidades, aunque se bien que tú me ayudarás.

También, Señor, te doy gracias. Porque estoy aquí, gracias a Ti; porque siento la acción del Espíritu Santo en mi vida; porque soy capaz de contemplar tu poder y saber que mi vida no es nada delante de ti; porque el saber que mi vida es tan corta como un suspiro me enseña de humildad, de prudencia, de servicio, de piedad y me mueve a alabarte y amarte; gracias porque me salvas de los peligros nocturnos, porque perdonas mis faltas y me corriges, me enseñas el buen camino y lo haces por amor. En el nombre de Jesús, amén.

 

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