Comentarios Bíblicos

Salmo 121 Estudio con Oración – Hablado en Audio y con Letra

A continuación leeremos el Salmo 121, usando en este caso: la versión Nueva Versión Internacional. Luego haremos un comentario devocional y una oración final.

Versión audio y video con letra

Salmos 121 – Cántico de los peregrinos.

1 A las montañas levanto mis ojos;
¿de dónde ha de venir mi ayuda?
2 Mi ayuda proviene del Señor,
creador del cielo y de la tierra.
3 No permitirá que tu pie resbale;
jamás duerme el que te cuida.
4 Jamás duerme ni se adormece
el que cuida de Israel.
5 El Señor es quien te cuida,
el Señor es tu sombra protectora.[a]
6 De día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.
7 El Señor te protegerá;
de todo mal protegerá tu vida.
8 El Señor te cuidará en el hogar y en el camino,[b]
desde ahora y para siempre.

#2 – COMENTARIO DEL Salmo 121

Ahora veremos un comentario devocional del Salmo 121, escrito por Esteban Correa:

(Versículo 1 y 2) En la biblia las montañas o montes son un símbolo de obstáculo o conflicto que debemos afrontar, algo difícil, grande, intimidante, alto. Pero el salmista se hace una pregunta luego de elevar sus ojos a los montes. ¿de dónde vendrá mi ayuda? pero elevando los ojos y la fe mucho más alto que esos montes, encontramos uno más grande que toda montaña, al Señor, creador de los cielos y la tierra.

Para nuestra mirada humana, débil y con tantas limitaciones, una montaña puede ser grande, pero para el Dios todopoderoso no lo es. Esto nos conecta con lo que dijo el Señor Jesús en el evangelio de Marcos 11:22-24 cuando dijo:

“―Tengan fe en Dios —respondió Jesús—. Les aseguro que, si alguno le dice a este monte: “Quítate de ahí y tírate al mar”, creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá. Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán”.

Por eso debemos mirar más alto que los montes, no hay ningún otro lugar más eficaz que mirar al todopoderoso.

Se acentúa en estos dos primeros versículos a Dios como el creador, que hizo los cielos y la tierra. Al ser creador conoce cada cosa que necesitamos, sabe exactamente cómo tratarnos, nadie mejor que Él nos conoce además de estar sobre toda la creación, sobre toda montaña.

(versículo 3 y 4) El Señor tiene una constante vigilancia sobre su pueblo y sus hijos. Sus ojos recorren toda la tierra. No duerme, ni descansa en cuanto al cuidado que nos tiene. Esto es inspiración para nuestra confianza, cuando estemos en oración recordemos que Dios no está indiferente, descansando o dormido, Él está disponible para brindar su ayuda a quien la pida con fe.

(versículo 5) Él nos cuida con su sombra protectora. El sol radiante y fuerte puede ocurrir en los desiertos, donde hay escasez, sequía, falta de recursos. En el desierto el sol es peligroso, tiene un efecto arrollador. Pero este versículo nos dice que el Señor es nuestra sombra, en la clásica versión de la biblia Reina Valera 1960 lo dice de esta manera: “Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha”. Si estás pasando por un desierto, saldrás de él si te mantienes bajo su sombra protectora, que te guardará del sol desolador, hasta que cruces el camino y llegues a tu tierra prometida.

(Versículo 6) El sol no te fatigara de día, ni la luna de noche. Cuando nos ponemos bajo el amparo del altísimo con fe, obediencia y búsqueda, su gracia y favor estarán con nosotros de día y de noche, no hay pausa para su protección.

(versículo 7) Este es un texto muy alentador porque nos promete que el Señor nos guardará de todo mal. No hay mal que Él no pueda vencer. Si creemos con la fe de un niño esta promesa, Dios se agradará de nosotros. En el libro de Éxodo 13:21 vemos el cuidado de Dios con su pueblo. De día, una nube los protegía del calor del sol, y de noche, una columna de fuego los guardaba del crudo frío nocturno del desierto. El protegerá tu vida, íntegramente.

(Versículo 8) La promesa se extiende a todo lugar geográfico, ya que podemos estar en lugares muy distantes y muy distintos, pero la protección de Dios no se limita a ciertos lugares para quienes permanecen en su pacto. Dentro del hogar y fuera de él. En la ciudad y en el campo, como nativo o extranjero, de todas formas el Señor estará con nosotros. Cabe destacar que este salmo es un alivio a quienes están emprendiendo y llevando obras adelante, como iglesias, negocios, ideas, carreras profesionales o cualquier tipo de proyecto. Dios cuida a quienes caminan y permanecen en acción.

Este es un salmo especial para quien están en movimiento, cuando nos movemos, permanecemos bajo la poderosa mano de Dios. Aquellos que se mueven y emprenden cosas, serán guiados, serán guardados día y noche, y aunque algo no te haya salido bien, no significa que hayas hecho las cosas mal o seas un fracaso, significa que estás avanzando, porque de los errores aprendemos a llegar al lugar correcto. Tal vez eso que fallaste no era el lugar o la forma en que el Señor había diseñado para ti específicamente. Pero los que caminan, encontrarán el buen rumbo, porque Dios guardará sus pasos. En un momento verás el resultado, si sigues, avanzas y pones tu esperanza en el creador, llegarás a buenos resultados.

Por último vemos que no solo se limita a lugares, sino a los tiempos, como nos guardó en el pasado, nos guarda en el presente y lo hará en el futuro. Demos siempre gloria, honra y alabanza a nuestro Padre, Él nos guardará desde ahora y para siempre.

#3 Oración final

Hagamos ahora esta oración basada en las promesas del Salmo 121, repitamos juntos:

“Padre Celestial, gracias porque mi ayuda viene de ti, no hay monte más alto que tu gran poder.

Ordenamos ahora a todo monte que se quite de nuestro camino y sea arrojado al mar. Ante todo ponemos la confianza en ti, sobre todas las cosas.

Cubre nuestros pies para que no resbalemos, guárdanos para que no caigamos en tentación, líbranos de todo mal.

Nos ponemos bajo tu sombra para ser protegidos del sol del desierto y nos ponemos bajo la columna de tu fuego que nos protege en la noche. Declaramos que nuestra vida está protegida en todo camino, en el hogar y fuera del él, en todo lugar que pise la planta de nuestros pies y en todo emprendimiento, desde ahora y para siempre en el nombre de Jesús. Amén”

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