Esteban Correa

Salmo 40 con Explicación y Oración

Explicación completa del Salmo 40 en Audio, con una poderosa oración basada en el mismo salmo. Biblia hablada en audio y texto.

Versículos 1

«Pacientemente esperé al SEÑOR, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor»

Nuestra paciencia para recibir una respuesta de Dios, se basa en nuestro clamor hacia Él. Si clamamos constantemente podemos esperar su respuesta.

Muchas personas se cansan de esperar, se debilitan y dejan de creer que Dios tiene algo bueno para ellos, piensan que ya tal vez Dios no responda. Pero este salmo nos muestra que debemos esperar pacientemente, porque la fe también es perseverancia. Dios es bueno y responderá, pero si somos muy impacientes podemos equivocarnos, buscando tener esperanza en cualquier otra cosa. Todo lo que hagamos debe estar basado en la fe. Nuestra fe crece y es probada mientras esperamos. Esperar pacientemente es una declaración de nuestra confianza, de saber que Dios es fiel. Esto no significa que debamos tener una actitud pasiva en cuanto a nuestras responsabilidades, nuestra parte es actuar en fe, obrar de acuerdo a lo que creemos conveniente, pero sabiendo que el Señor es quien bendice nuestras acciones.

Podemos tener acciones sin fruto porque no proceden de la verdadera fe, pero si nos esforzamos poniendo primero la obediencia al Señor, el camino que tomemos encontrará el rumbo conveniente que dará frutos de paz y bendición duradera.

Por ejemplo, mientras una persona sin empleo y con deudas ora, a su vez también se esfuerza en buscar trabajo, y mientras busca y espera, tiene confianza que viene su bendición. Los mismo para cada situación que nos toque.

Versículo 2

«Me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos».

Este salmo describe la desesperación como un pozo, lo cual también incluye el “lodo cenagoso” que nos habla de algo que produce estancamiento, sin poder salir, sin libertad.

Este Salmo se hizo especialmente notorio con los 33 mineros chilenos que quedaron atrapados a 700 metros bajo tierra, en una mina en el año 2010. Este acontecimiento que fue seguido en todo el mundo, fue un testimonio vivo de este salmo. Ya que los mineros recibieron cada uno una pequeña biblia con una lupa pero con el detalle de que en cada biblia estaba resaltado este salmo 40, tomando literal protagonismo el versículo dos:

“Me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos”.

Según se supo, uno de los mineros llamado “Renan” pidió que se diera gracias a quienes enviaron la biblia porque dijo sobre esa ella: «me dio tanta fe, que me voy de aquí».

Por otro lado, salió publicado en la cadena CNN en español, que mientras se hacían las perforaciones que estaban dando resultado, en un momento el barreno que avanzaba, quedó bloqueado, no se movía ya para ningún lado, lo que causó mucha preocupación, pero una explosión inexplicable sucedió, que según los testigos no se supo de donde venia. Brandon Fisher quién encabezó el equipo de perforación dijo en ese informe:

«Recuerdo que se escuchó un estallido fuerte en la parte posterior del panel de control», «Todos se detuvieron y en un momento dado miraron a su alrededor».

«Todavía no sabemos qué fue ese ruido», dijo.

Ariel Ticona, un minero, dijo que cuando escuchó que la broca había entrado, sabía que «había sido gracias a la intervención de Dios que había ocurrido un milagro».

Esto nos demuestra que el Señor es tan poderoso, que cuando depositamos toda nuestra fe y esperanzas en Él, podrá rescatarnos de cualquier situación. No te desanimes, porque lo que estés viviendo hoy, será un recuerdo de la liberación y poder de Dios.

Versículo 3

«Puso en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto y temerán, y confiarán en el SEÑOR».

Este verso nos da el resultado que se produce en nuestro interior tras la liberación de Dios, tendremos una cantico nuevo de agradecimiento, adoración surgirá de nuestros labios, incluso el verso 3 nos dice que esto será un testimonio para otros. El Señor hace estas cosas para mostrar su poder al mundo, para que el mundo crea y conozcan su amor. Dice: “Muchos verán esto y temerán, confiaran en el Señor”. Cuando Dios se manifiesta de esta manera, podemos comprender lo grandioso que es nuestro Dios, lo cual causa temor reverente y a su vez confianza, debemos siempre glorificarlo por sus maravillas y estar agradecidos.

Versículo 4

«Bienaventurado el hombre que pone su confianza en el SEÑOR y no vuelve la mirada a los soberbios ni a los que se enredan con la falsedad».

Aquí nos muestra que la soberbia es un contra peso de la confianza en Dios, las personas muchas veces no pueden confiar en Dios porque se creen demasiado poderosas ellas mismas como para tener que depender del Señor. También nombra a los que se enredan con la falsedad, que son aquellos que tienen la costumbre de mentir para todas las cosa, exagerar, manipular, esto es porque piensan que necesitan manejar las situaciones de cualquier manera porque su confianza en Dios no es firme, lo que los deja enredados en la confusión.

Versículo 5

«Oh SEÑOR, Dios mío, tú has multiplicado tus maravillas y tus pensamientos para con nosotros. No hay nadie  comparable a ti. Si intentara referirme y hablar de ellos,serían demasiados como paraser contados».

Dios multiplica sus maravillas y pensamientos para con nosotros, es tan basto el plan de Dios con nosotros que nos maravillamos con tan solo pensar en eso.

Lo que el Señor tiene preparado y lo que está haciendo, está en sus pensamientos hacia nosotros. Nuestra responsabilidad está en cumplir nuestra parte, cambiar nuestro corazón, consagrar nuestra vida. Lo que Dios puede hacer con nosotros es inmenso, eterno, maravilloso, lo más sabio que podemos hacer es permanecer unidos en el espíritu al Señor cada día, para que esos planes y pensamientos maravillosos de Dios, sean desatados en nosotros y nuestras familias.

Versículo 6

«El sacrificio y la ofrenda no te agradan; tú has abierto mis oídos. Holocaustos y sacrificios por el pecado no has pedido».

David comprendía que a Dios no le agradan los simples sacrificios vacíos de corazón, porque valora las más profundas intenciones del corazón. No sirven las apariencias ante Dios, por más buenas que puedan parecer y sacrificadas, si lo que hacemos no está acompañado de un verdadero acto de amor del corazón, de sinceridad y arrepentimiento, no sirve para nada. Esto se notó en la vida de Saúl, según lo relata 1 Samuel 15:22-23 ya que Saúl había realizado los sacrificios de forma correcta pero sin obediencia. También añade “Has abierto mis oídos” cuando escuchamos a Dios atentamente, estamos dispuesto a obedecer, Él abre nuestros oídos con el fin que obedezcamos y seamos bendecidos.

Versículo 7 y 8

«Entonces dije: “He aquí, yo vengo. En el rollo de pergamino está escrito acerca de mí: ‘El hacer tu voluntad, oh Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mi corazón”.

David reconocía que su ascenso al trono había sido profetizado, así como sucedió en la vida del Mesías, estaba escrito de Él y vemos la misma actitud en el corazón de David como fue la del Hijo de Dios, “El hacer tu voluntad me ha agradado” y añade: “Tu ley llevo dentro de mi corazón” cuando el Señor nos transforma, nos llena del Espíritu Santo y luego nuestra naturaleza es otra, amamos lo que Dios ama, y somos como Él, en Hebreos 10:16 dice: ““Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días”, dice el Señor; “pondré mis leyes en su corazón, y en su mente las escribiré”.

La santidad se trata de que dejemos escribir a Dios sus leyes en nuestros corazones por el Espíritu Santo, ya que sólo el Señor la puede producir, transformando nuestra vieja naturaleza para que andemos conforme a la nueva vida en Cristo.

Versículo 9 y 10

«He anunciado justicia en la gran congregación; he aquí, no he detenido mis labios. Oh SEÑOR, tú lo sabes. 10 No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón; he proclamado tu fidelidad y tu salvación. No he ocultado tu  misericordia ni tu verdad en la gran congregación».

El apóstol Pablo dijo en Hechos 4:20: “porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” La verdad de Dios, sus maravillas, todo lo que hace y es fluye de nuestro corazón, sentimos la ganas y la libertad de adorarlo y proclamar su grandezas y justicia públicamente. Nadie que haya recibido el amor de Dios puede esconderlo, porque brota de su interior.

Versículo 11

«Tú, oh SEÑOR, no detengas de mí tu compasión; que tu misericordia y tu verdad me guarden siempre».

El valor del amor de Dios para que nos cubra es nuestro gran privilegio, nuestro hermoso tesoro, como un hijo busca el amor y la protección de su padre, así nosotros debemos clamar a nuestro Padre Celestial y mantener una genuina relación de hijo a Padre.

Versículo 12

«Porque me han rodeado males incontables; me han alcanzado mis iniquidades, y no puedo levantar la vista. Son más numerosos que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me ha fallado. Las consecuencias del pecado es triste y real, David reconocía esto y sabía que la iniquidad lo había alcanzado».

Hacer lo incorrecto y alejarse de la fe puede multiplicar los males. Cuando algo que hicimos no agradó al Señor, debemos enfrentar la situación y ponerla delante de su presencia declarando arrepentimiento y renunciando a ese acto.

Pidamos perdón al Padre en el nombre de Jesús, porque necesitamos ser libres y perdonados de toda iniquidad, siempre que necesitemos hacer esto, hagámoslo, porque Dios quiere ver nuestra actitud de no tapar la desobediencia, sino exponerla para quitarla y ser libres.

Versículo 13

«¡Ten a bien, oh SEÑOR, librarme! ¡Oh SEÑOR, apresúrate a socorrerme!»

Un grito desesperado, un pedido urgente de auxilio es lo que el Señor quiere ver de nuestras vidas, que aprendamos a depender de Él. Que en los momentos difìciles sepamos que contamos con el Creador, que está listo para ayudarnos, necesitamos usar la fe en su amor, orar y buscar que nos salve donde lo necesitemos.

Versículo 14 y 15

Sean avergonzados y humillados a una los que buscan mi vida para cortarla. Vuelvan atrás y sean confundidos los que desean mi mal. Sean desolados a causa de su vergüenza los que dicen: “¡Ajá, ajá!”.

El Señor nos librará de todos aquellos que nos deseen el mal. La envidia, la malicia y la soberbia pueden ser enemigos que se levantan en ciertas personas hacia nosotros, pero el Señor va a responder al clamor para ser librados de aquellos que nos quieren oprimir. David Clama para que huyan derrotados.

Versículo 16

«Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan. Digan siempre los que aman tu salvación: “¡El SEÑOR sea engrandecido!”».

No debemos permitir ser enfriados en estos tiempo donde el mundo se vuelve egoísta, debemos alegrarnos con todos los que buscan a Dios de corazón, no dejar que se enfrie nuestro amor.

Versículo 17

«Aunque yo sea pobre y necesitado el SEÑOR pensará en mí. Tú eres mi ayuda y mi libertador; ¡Oh Dios mío, no te tardes!»

Cuando reconocemos nuestras debilidades, deben llevarnos humildemente a buscar a Dios, ya que así es un corazón que ha dejado la arrogancia o la autosuficiencia de confiar en su propia fuerza, el Señor toma en cuanta a los humildes que le temen y viene en su socorro.

Hagamos ahora juntos una oración basada en el Salmo 40:

“Padre todopoderoso pongo en ti toda mi esperanza, inclínate y escucha mi clamor”

“Líbrame de todo pozo de desesperación, del lodo cenagoso, llevame a tu luz y libertad”

“Que un canto nuevo brote de mi corazón, dame un cántico nuevo con alegría y renuevo, quiero gozarme en tu salvación”

“Soy dichoso porque pongo mi mirada en ti, toda mi confianza está puesta en tu salvación, ya no miro otra cosa, estoy esperando y confiando en ti, mi Señor”

“Gracias Dios por tus incontables pensamientos y maravillas hacia mi, tu amor y gracia son infinitas, imposibles de contar, eternas, gracias por pensar en mi Señor”

“Quiero obedecerte de todo corazón, abre mis oídos para que pueda escucharte, porque quiero hacer tu voluntad, escribe en mi corazón tu palabra y tus mandamientos”

“Que tu amor no se detenga sobre mi, que tu misericordia y tu verdad me guarden siempre”

“Aunque los males se hayan multiplicado, te pido que me libres y me perdones de todo corazón, no tengas en cuenta mi iniquidad ni mis pecados, límpiame por la Sangre de Cristo Jesús”

“Que sean avergonzados todos los que buscan mi mal, que tu amor me vuelva a levantar y muestres tu gloria en mi vida”

“Me gozo y me alegro porque te busco de todo corazón, engrandece tu nombre y te doy toda la gloria”

“Necesito humildemente tu ayuda, porque soy débil y necesito de tus fuerzas, tu provisión, tu compasión y restauración en mi vida.

Lo pido, lo creo y declaro en el nombre de Jesús. Amén”

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