Reflexiones Cristianas de Amor Escritas

Tener Estabilidad Emocional Vencer el Enojo, la Ira y el Mal Caracter

Por Mario Serrano

Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad. Proverbios 16:32 LBLA

Seguramente al conducir por una carretera o autopista, has visto camiones o vehículos que transportan cargas peligrosas.

Siempre en la parte trasera tienen más o menos el siguiente enunciado, “Mantenga distancia, vehículo con carga inflamable y explosiva”.

Inmediatamente tratamos de alejarnos de dicho vehículo o sobrepasarlo rápidamente y alejarnos así del peligro lo antes posible.

Algunos individuos, debido a su facilidad para enojarse deberían poseer el mismo rotulo.
El más leve roce, los hace enfurecer y explotar dando rienda suelta a su enojo, ira o resentimiento.
Siempre están enojados, quejándose, maltratando e hiriendo con palabras a los demás.

Querido amigo si tú eres una de estas personas, al cabo del tiempo quedaras solo transitando el camino de la vida. Poco a poco iras notando como los demás se van alejando de ti, aun aquellos que más quieres y ocupan un lugar en tu corazón.

Por supuesto, cada uno de nosotros tiene un “punto de explosión”. Ese momento donde se nos termina la paciencia y perdemos el control. En ocasiones alguien menciona una palabra o un nombre o simplemente no concuerda con nosotros y comenzamos a sentir que la ira toma el control y a partir de ahí, las cosas comienzan a salir mal.
Es importante conocer nuestras limitaciones y admitir que controlarnos no siempre es fácil, sin embargo debemos hacerlo para no herir a quienes más amamos.

Cuando una persona reconoce que su actitud no está bien, eso abre la puerta a un cambio positivo y a grandes oportunidades de restauración.

Dios es quien puede brindarnos las fuerzas y la ayuda necesaria para dominar nuestras emociones. Si nos volvemos a él y confesamos nuestras debilidades y reconocemos que nuestras fuerzas no son suficientes para controlarlas, el Señor vendrá a socorrernos, nos tendera su mano fortaleciéndonos para evitar una explosión.

Pero si esta ya se ha producido, podemos también contar con su ayuda para remediar las cosas. Siempre es mejor mantener la compostura y una buena actitud que perder los estribos y luego tratar de reparar el daño.
Comienza tu día tomando la determinación de tener una actitud positiva ante la vida las personas y cualquier adversidad y Dios estará a tu lado para sostenerte.

Apóyate en Jesús, cualquiera sea tu situación, él te entiende y está dispuesto a ayudarte.

Oremos juntos así:

Padre tú conoces cada una de mis debilidades. Sabes que no me alcanzan las fuerzas para dominar mi carácter. Ayúdame, dame tu guía para ser mejor cada día y parecerme más a Jesús. Él es mi ejemplo, él dijo “Aprended de mí que soy manso y humilde y hallareis descanso para vuestras almas”.

Mi temperamento me ha traído dificultades, pero a partir de hoy seré más como tú y tendré paz y descanso en mi alma, en mi familia, con mis seres queridos y en todas mis cosas.

No puedo controlar las circunstancias pero puedo controlar con tu ayuda mi actitud. Declaro que comienzo este día en victoria, con una actitud positiva hacia la vida y los demás y me transformo en un instrumento de bendición y paz.
No saldrán ya de mis labios palabras que causen dolor, mis palabras traerán paz, curaran heridas y producirán restauración y consuelo.

Lo creo, pido y declaro en el poderoso nombre de Jesús mi Señor, amen.

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