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Perder a un hijo y el proceso de sanidad
#2 Papi, mami, no lloren por mi, donde estoy soy muy feliz.
Samuel murió a finales de febrero y en el mes de abril Dios permitió que mi pastor me invitara para New York y acepté la invitación. Fue un viaje de mucho consuelo. Pero todavía la herida en mi corazón estaba a flor de piel. Pero el Señor me dijo que testificara lo ocurrido con Samuel.
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Yo no sabía si testificar o no testificar. Todas las cosas ocurridas con Samuel y su muerte estaban muy recientes, y para mí eso sería como volver a lastimarme. Pero obedecí y di el testimonio.
Yo no tenía idea de que ese testimonio esa noche iba a restaurar a tantas personas, especialmente a tantos padres que habían perdido a sus hijos. |
Recuerdo que mientras testificaba podía ver a un hombre que no dejaba de llorar en su asiento y cuando termine de testificar, ese hombre pasó al altar y lloraba como un niño. Ese hombre es un tremendo evangelista que Dios usa poderosamente y hacía muchos años que le habían envenenado a una hija.
El siguió sirviendo al Señor con el mismo amor, pero aunque habían pasado los años, esa herida todavía estaba muy profunda en su corazón. Sólo Dios y él sabían que todavía su corazón sangraba de dolor, y esa noche, El Señor uso como medicina para sanar el corazón de su siervo el testimonio de Samuel. Todo lo que Dios hace, lo hace perfecto aunque en el momento usted y yo no entendamos nada.
Regresé de New York y ya me sentía mejor, pero le confieso que muchas veces mi corazón se entristecía mucho. Para superar ese dolor es solo con la ayuda de Dios, y uno mismo poner de su parte. Gracias a Dios, la pesadillas desaparecieron, pero muchas veces tuve que enfrentármele al diablo y decirle a Satanás: "Óyeme bien Satanás: Tu a mi no me vas a enloquecer como lo hiciste una vez". Samuel está en la presencia de Dios, y aunque Dios no me lo haya dejado Dios cumplió su promesa. Tú decías que yo era estéril, pues mira Satanás, mi Dios me bendijo con un hijo, y ahora está en las cortes celestiales del cielo. Y te diré algo más, y es que nada me separará del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Así que lárgate con tus dardos y tu depresión en el nombre de Jesús".
La lucha con el enemigo era constante, pero en el nombre de Jesús con la poca fuerza que sentía o mejor dicho sin ninguna fuerza estaba dispuesta a darle la guerra al diablo. Porque sabía que no era con mi fuerza sino con la fortaleza del Señor y del Espíritu Santo. Yo le dije al Señor en oración que el enemigo me atacaba con esas pesadillas donde me veía buscando a Samuel y que no podía borrar de mi mente el hoyo que él tenía en su garganta. Yo sabía que el Señor sabía lo que me pasaba, pero aunque él lo sabe todo, yo le digo las cosas como dos amigos que somos.
Después de decirle al Señor lo que me estaba pasando, tuve una revelación en la cual me veía que estaba en el hospital porque me estaban examinando para que todo estuviera bien en un próximo embarazo. En la revelación mi esposo estaba conmigo y de repente salió. Como yo vi que se tardaba lo fui a buscar y vi que él estaba jugando con un niño en un parque, y que ese niño era Samuel. Samuel tenía como tres años de edad, y cuando me vio se soltó de su Papá y corrió hacia mi llamándome Mami. Nos abrazamos y luego él se soltó de mí y me dijo: "Mira mami ya yo estoy bien. Ya no me duele, y empezó a brincar y me decía: "Mira Mami no me duele y luego levanto el cuello y me dijo: "Mami mira ya yo no tengo nada. No me duele. Mami yo no quiero que tu y papi estén tristes ni lloren por mí, porque donde yo estoy, soy muy feliz, y lo único que hago es jugar y jugar".
Yo sé que eso es así como me dijo Samuel en esa revelación. Pero para cada cosa hay un tiempo y un proceso. Y el proceso de la sanidad toma tiempo. Yo sé que muchos padres también tienen el deseo de poder ver a sus hijos aunque sea en sueños. Pídale a Dios que le conceda ese deseo. Para el Señor no hay nada imposible. Y estoy segura que si su hijo(a) pudiera decirle algo, pues también le diría lo mismo que me dijo Samuel. Que no lloremos por ellos, porque donde ellos están son muy felices!
Leer parte 3: "Continuando el proceso de Sanidad."
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