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Perder a un hijo y el proceso de sanidad
#5 La promesa de un nuevo hijo "Jonás".
En el mes de marzo del 2008 el Señor me dio a mi misma una palabra profética y me dijo: En 7 meses y medio te volveré a visitar a ti y a tu esposo. Yo me estremecí con esas palabras tan poderosas. No quise comentar mucho lo que el Señor me había dicho, pero quise compartirlo con un amigo muy especial. Necesitaba tener un testigo de ese milagro.
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El Señor me dijo que empezara a contar incluyendo el mismo mes de marzo. Esa profecía debía cumplirse a mediados de septiembre. A principio de septiembre me hice una prueba y salió negativo.
Confieso que me entristecí mucho, y hasta empecé a dudar de que ese milagro pudiese acontecer. Pero el Señor me dijo: 7 meses y medio! Y a principio de septiembre hacían solo 7 meses, ósea yo fui la que me le quise adelantar a los acontecimientos. |
Pero humanamente hablando no tenía posibilidad de quedar embarazada. Porque mis ovarios no producían ninguna ovulación. Casi no veía el periodo. Mi esposo por causa a su trabajo estaba mucho tiempo fuera de casa, y a principio de septiembre estaba la prueba negativa, pues en dos semanas más la cosa estaría más difícil de ver ese milagro.
Pero cuando Dios habla se cumple. Dos semanas después, escuché la voz del Espíritu Santo que habló a mi corazón y me dijo: Ya se cumplió el tiempo! Enseguida me compré una prueba de embarazo y cuando la vi ni yo misma podía creerlo. Estaba embarazada! Para mi doctor fue otra gran sorpresa porque él sabía que yo no podía concebir. El doctor dijo que Samuel fue un milagro y un regalo, y que ese embarazo era otro milagro. Pero recuerdo que unos días antes del Señor llevarse a Samuel, me dijo por medio de aquella revelación con ese ángel que vi bajar del cielo, de que él me volvería a bendecir con un hijo y que sería muy saludable.
Yo pensé que en el embarazo de mi segundo hijo Jonás todo seria a las mil maravillas pero Igual que lo que aconteció a principio de mi embarazo con Samuel, volvió a ocurrir otra vez con Jonás. Claro que esta vez con un final diferente. Pero el canal de matriz volvió abrirse. A finales de los tres meses de embarazo me operaron en la Universidad de Medicina en Hanover. Cuando el doctor que me iba hacer la operación me examinó le dijo sus colegas que mi embarazo era un milagro porque el canal de la matriz estaba completamente abierto y que solo un milagro sostenía el bebe.
Al día siguiente era la operación y durante la operación el Doctor se quedó mucho más sorprendido porque se dio cuenta de que aparte del canal estar abierto, la boca de mi matriz estaba completamente destruida. El Diablo quiso por todo los medios impedir que yo concibiera o diera a luz, pero quien tiene el poder de dar vida y quitarla es nuestro Dios, y ningún Diablo derrotado pondrá impedir o estorbar la obra de Dios en nuestra vida.
El Doctor que me operó me dijo que era necesario que permaneciera en el hospital hasta el término de mi embarazo porque el riesgo de perder al bebé era demasiado alto. Yo no me quería quedar tanto tiempo en el hospital, y recuerdo que cuando el doctor salió de la habitación yo comencé hablar con el Señor y le dije: Así no fue que hablamos. Tú me prometiste que mi hijo nacería saludable, y yo no pienso quedarme aquí hasta que nazca el bebé, eso es demasiado tiempo, y si Satanás te pidió permiso para zarandearme otra vez, entonces yo te pido que no le concedas al enemigo su petición. Porque la hija tuya soy yo. Además Satanás se gozó mucho cuando pase mi prueba con Samuel. Señor ahora me toca a mí. Yo no sé qué pasó? pero el Señor escucho mi oración y me otorgo mi petición, y a los pocos minutos regresó el doctor diciéndome que me podía ir a casa con la condición de guardar absoluto reposo y que cuando cumpliera los 5 meses debía volver al hospital para quedar ingresada permanentemente hasta que el Bebé naciera o me soltaran el cerclaje y los puntos de la operación que me habían hecho.
Pero mi Dios es fiel. El Señor permitió que con mucho reposo disfrutara de mi embarazo en mi casa junto a mi esposo. Quiero decirle que hay cosas donde podemos quedarnos tranquilos, pero hay otras cosas donde tenemos que pararnos firmes y pelear por ellas. Meses después el Señor me dijo a través de una revelación que mi hijo no nacería a las 40 semanas, sino a las 35 semanas, y que nacería saludable. Es increíble, pero Jonás nació a las 35 semanas. Estamos disfrutando de nuestro hijo. Es un niño bendecido y el Señor me ha dicho que tiene grandes propósitos con su vida. Pero cuando Dios tiene propósito con una vida, recuerden que el enemigo tratará por todos los medios de impedir o detener la obra del Señor. Pero los propósitos y la obra de Dios no lo detiene ningún diablo derrotado. Cuando nació Jonás tuvieron que ponerlo debajo de una lámpara especial y ya tenía como 10 días con ese tratamiento y no mejoraba. Pero me acordé de la promesa del Señor y le dije al Señor: Señor tú me dijiste que mi hijo nacería saludable, este asunto con esta lámpara no mejora, y comencé a orar y hacer guerra espiritual y le dije al diablo el Señor lo reprenda: En el nombre de Jesús te ordeno que te alejes de mi hijo, y tienes dos días para que cuando el doctor me entregue los resultados del niño todo esté en orden y si no salen en orden, entonces declararé ayuno y me meteré con el Señor, y tu sabes muy bien Satanás que no te conviene que me meta en ayuno y oración. Solo puedo decirles que a los dos días recibí el diagnóstico que todo estaba bien. No fue casualidad, porque medicamente no era posible. Pero hay muchas cosas que suceden en el ámbito espiritual, y que si usted quiere ver su victoria en lo natural, pues entonces tendrá que conquistarla en lo espiritual.
Todas las cosas que eran para mi hijo Samuel y que el Espíritu Santo me había dicho que no las regalara ni las botara, pues la uso Jonás. Antes de yo salir del hospital el Doctor me dijo que ellos no esperaban que mi embarazo llegara a las 35 semanas porque el caso era muy serio. Pero una cosa piensa el hombre y otra es la que hace el Señor. En el momento en que escribo estas palabras ya han pasado 5 años de la partida de Samuel, pero me gozo de ver los resultados y el propósito por el cual nació. Me gozo ver y oír de la Fe de mi Papá el cual le está sirviendo al Señor. Me gozo ver a mi Doctor creer en Dios. Me gozo de oír tantos testimonios de padres que a través del testimonio de Samuel sus vidas han sido consoladas. Si continuo enumerando todas las cosas que Dios hizo a través de esa experiencia tan dolorosa no terminaría, pero al final todo obro para bien. Y Dios le ha placido recompensarnos. Y es maravilloso oír cuando el Señor te dice: Mi sierva(o) fuiste probado y haz pasado la prueba. He probado tu Corazón y sé que me amas. Para aquellas personas que han pasado por lo mismo que yo o que no pueden concebir le digo en el nombre de Jesús que no pierda la Fe ni la esperanza. Si Dios te prometió un hijo, tú lo tendrás. No mires la edad ni la circunstancia. Puede ser que ese milagro que tanto haz esperado ya este casi tocando la puerta de tu casa. Oro para que sus peticiones sean concedidas de acuerdo a la voluntad y el tiempo perfecto de Dios.
Hoy me gozo de tener a mi segundo hijo Jonás. Es un rubio de ojos azules hermoso, y cada vez que lo miro tengo que darle la gloria a Dios porque ha sido fiel. Pero a pesar de tener a Jonás, todos los días recuerdo a mi hijo Samuel, y lo recuerdo con una sonrisa y me alegra saber que está bien en la presencia de su padre Celestial.
Ya Jonás va a cumplir casi 4 años de edad. Y a su corta edad ya se sabe el padre nuestro. Su libro favorito es su Biblia. Conoce casi todos los personajes bíblicos. Le canta a Jesús y me pide hasta cuatros veces al día que le lea la Biblia, y cuando está enfermo me pide que ore por él, y sobre todo es impresionante las experiencia que ya ha tenido con el Señor. En verdad es un niño con propósito de parte del Dios.
Leer parte 6: "La promesa de un tercer hijo (David)".
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