Tres fuentes de alimento

Por el Hermano Pablo :

Corría rápidamente el auto por la Sierra Nevada, y la carretera estaba resbaladiza debido a la llovizna.

Pero Ray Forbes tenía que llegar, así que siguió corriendo a pesar de que era la una de la mañana. En una curva perdió el control del vehículo y se fue barranco abajo. Cayó al fondo de un abismo de quince metros.
El auto quedó boca abajo, y Ray Forbes quedó aplastado bajo el auto con las piernas fracturadas. Lo rescataron siete días después. ¿Cómo sobrevivió? «Por tres fuentes de alimento que tuve -declaró Ray mismo-. Para beber agua, metí la camisa en un hilo de agua que corría por debajo, y de ahí sorbí el agua; el alimento sólido lo extraje de mi propio cuerpo, que tiene reservas de grasa; y para alimentar mi espíritu, recibí alimento de arriba, del Dios viviente en el que creo.»

He aquí un caso que se presta para muchas reflexiones. Ray Forbes sufrió un terrible accidente en que quedó con las piernas fracturadas. La fiebre le produjo sed, y tomó agua a través de su camisa que casi sin moverse pudo introducir en una corriente de agua. El alimento sólido lo sacó de donde estaba: en su propio cuerpo. Y el alimento espiritual lo obtuvo de arriba, de su fe en Dios. De abajo, de adentro y de arriba: tres poderosas fuentes de alimentos esenciales.
Puede mantenerse la vida física con recursos insospechables. Cuando es necesario, la vida parece sacar fuerzas de lo más profundo.
Pero la vida espiritual, la vida del alma que no está hecha de materia, ¿con qué se mantiene? ¿De qué se alimenta?
Hay hombres fuertes que pueden soportar tremendas pruebas físicas. Pero no pueden soportar ninguna prueba moral. Tienen mucha fuerza física, pero ninguna reserva espiritual. Hercúleos en lo físico, pero anémicos en lo espiritual.
Sólo Jesucristo, fuente de toda vida, moral, espiritual, y física, autor y dador de la vida eterna, puede darnos ese estupendo alimento de arriba, que nos ayuda a soportar todas las pruebas de la vida.

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