Ahora veremos un comentario devocional del Salmo 93 escrito por Esteban Correa
Versículo 1
Este es el primero de una serie de siete salmos que de corrido proclaman el reinado y la soberanía de Dios. Y según la tradición judía pueden contener mensajes proféticos referentes al Mesías.
En este salmo se proclama de forma clara y abierta que Dios es quién lo gobierna todo. Es bueno proclamemos siempre esto: que el Señor gobierna en nuestra vida. De esta forma anunciamos que aceptamos y nos sometemos a la voluntad del Rey de reyes y Señor de señores.
El Señor se viste de majestad porque tiene vestiduras reales, en Isaías 6:1 podemos ver cómo el Señor en su trono está vestido con vestiduras reales, que expresan su identidad y autoridad sobre el universo.
Leamos la visión del profeta Isaías:
“El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado en un majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo”. Isaías 6:1
Las faldas reales del Señor en esta visión de Isaías proclaman que Dios tiene toda la autoridad, sus faldas cubrían todo el templo, esto revela su poder espiritual y autoridad sobre toda poder de ídolos y dioses paganos.
La frase: “El mundo permanece firme y no puede ser sacudido” es una formidable declaración que nos da tranquilidad, ya que muchos temen que distintas catástrofes ocurran hoy en el planeta, como por ejemplo que un asteroide o gran meteorito destruya la tierra, pero vemos que la fuerza soberana de Dios es quien sostiene toda la creación y nada escapa de sus manos. Nada de estas catástrofes mundiales sucederán, a menos que Dios lo permita. Pero Él siempre tendrá cuidado de sus redimidos, por eso cuando en un futuro, en la gran tribulación que vendrá sobre la humanidad, y donde muchas de estas temidas catástrofes y guerras nucleares conmoverán el planeta tierra, sucederán luego de que nosotros, su iglesia, seamos arrebatados para escapar al cielo de todo esto.
Versículo 2
El trono de Dios es eterno, esto significa que su reinado es atemporal e inmemorial, el reino de Dios no ha comenzado para nosotros en nuestra era, sino que siempre lo fue y siempre lo será. La biblia habla del pasado eterno y de la eternidad futura, en ambas direcciones Dios es soberano. No es como los reyes terrenales cuyo poderío es derribado o vencido por sus enemigos, los reyes de la tierra van y vienen, suben y bajan de sus tronos, de acuerdo a la promoción o el castigo de Dios, pero el Padre Celestial ha designado que su Hijo primogénito, nuestro Señor Jesucristo, reine para siempre con justicia.
Pronto veremos, ya no solo su autoridad espiritual en la tierra, sino su manifestación en la tierra establecida y visible para todos, cuando gobierne desde Jerusalén a todas las naciones en el milenio.
Versículos 3 y 4
Aquí el salmista utiliza como símbolo la furia de las impetuosas olas y el estruendo de los mares enfurecidos, usándolo en una posición de enemigos de Dios. Son intimidantes para nosotros éstos fenómenos en la naturaleza y podemos vincularlo a cuando nos sentimos intimidados por un poderoso enemigo o peligro que nos acecha.
Y es a su vez un símbolo del sistema de la sociedad rebelde ante Dios, ya que el mar es una figura bíblica del mundo sin Dios, y se puede ver como algo que invade la tierra firme de la fe.
Tal vez tribulaciones y enemigos se han levantado contra tu vida, te sientes intimidado por algo grande contra ti, pero esta palabra nos alienta en el versículo 4 diciendo que: “el Señor, quien está en lo alto, es más poderoso que estos”.
Versículo 5
La palabra de Dios es infalible, porque nos muestra las absolutas verdades de Dios y sus leyes. Dios ha puesto leyes que gobiernan el universo, las galaxias, la naturaleza y todo lo que sucede en el mundo, todo está bajo las leyes de Dios, Él ha programado la naturaleza para que funcione de cierta manera y nadie puede anteponerse o detener esas leyes, así como también ha decidido leyes para la convivencia y bienestar de la humanidad, todo es gobernado por lo que Dios ha declarado y todo nos lo revela en su palabra llena de santidad, amor y justicia.
Las palabras de los hombres no son del todo seguras o confiables, pero todo lo que da testimonio de la verdad de Dios en su palabra es firme. Todo sucederá en nuestra vida de acuerdo a si seguimos o no su palabra. La autoridad de Dios está basada en su santidad, Dios no tiene ni tendrá jamás una decisión basada en la corrupción, lo inmoral o lo corrompido. Todo lo que Dios hace es perfecto y puro, por eso dice que su trono es santo, sin mancha, sin inmoralidad.
Su autoridad y justicia se imparten de acuerdo a su perfección incuestionable. Y Así también debemos nosotros crecer en madurez, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Hagamos juntos una oración basada en el salmo 93:
“Padre Santo te alabo porque eres el Rey del universo, tu autoridad lo supera todo”
“Proclamo en este momento tu Señorío sobre mi vida en toda área y aspecto”
“Tu sostienes el mundo en tus manos y me guardarás de todo mal sobre la tierra”
“Aunque se levanten aguas turbulentas, tu tienes el poder sobre ellas”
“No temo a mal alguno, porque estás conmigo y tu trono de poder y santidad es indestructible”
“Reprendo toda ola de oposición que quiera venir contra mi y desato el poder de tu reino a mi favor, que desde tu trono envíes tu ayuda incomparable a favor de mi vida y familia”
“Que tus poderosos ángeles, vengan desde tu reino para asistirme y ayudarme”
“Recibo toda la cobertura de tu majestad aquí y ahora”
“Pido, recibo y proclamo todo esto en el poderoso nombre de tu Hijo Jesús. Amén”
