Dios nunca desprecia a un corazón contrito y humillado. Hoy queremos enseñarte en este video, la profundidad de la escogencia que Dios ordenó en 1 Samuel 16:6-8, de que el ungido fuese David. Desde antes de la fundación del mundo, el Señor sabía que, aunque David se equivocase, y cometiera pecados que acarrearían consecuencias generacionales; de ese mismo modo, se arrepentiría desde lo más profundo de su corazón.
Todo lo que David vivió, tuvo que ocurrir para que tú y yo, hoy aprendamos del verdadero arrepentimiento, él asumió las consecuencias de la desobediencia y no pecó más. Permite que el Señor cree en ti, un corazón conforme al suyo.
