Que bueno es comenzar el día Dios, dándote Gloria, vengo humillado a exaltar tu nombre que es sobre todo nombre, expreso mi gratitud al único, Fiel y Verdadero, en ti encuentro esperanza, te adoro bendito Salvador.
Vengo a ti confiado rogando que sanes mis heridas, aquellas profundas que no me permiten alcanzar y disfrutar la vida abundante que tú quieres que viva. Te pido Señor que renueves y transformes mi alma, voluntad, emociones y mente por medio de tu palabra y de tu Santo Espíritu. Toma el control de mi corazón roto y lastimado, de toda herida provocada por el rechazo, amargura, falta de perdón, sentimientos de culpa, de inferioridad, todo lo que me afecta de manera negativa y derrama tu bálsamo sanador en ellas.
Declaro en mí la obra completa de Cristo en la cruz, que da perdón a mis pecados, sanidad a mi cuerpo y mi alma, no quiero vivir atado a mi dolor, soy libre a través de tu sacrificio, hago propia tu Palabra que dice en 2° Corintios: 5: 17 que al pertenecer a Ti soy una nueva persona, mi vida antigua quedo atrás, comienzo una nueva en ti.
Pido que venga tu reino y tu voluntad de sanarme sea manifiesta en todo mi ser. Reprendo y echo fuera toda angustia provocada por eventos de mi pasado, tomo la victoria que me da Cristo, tú tienes un propósito para mí y no es que viva sometido a mi pesar sino que avance con pasos firmes hasta alcanzarlo. No doy lugar al enemigo que quiere que permanezca en un estado de tristeza, confieso ante ti mis debilidades y pecados, me arrepiento de toda actitud de falta de perdón, de orgullo, enojo y odio y obtengo por Fe la liberación de mi alma.
Restituye Padre todo el tiempo que perdí estando en aflicción a causa de mi pasado, recibo tus bendiciones, aquellas que tienes reservadas para tus hijos, rompo todo plan del maligno en mi contra y quito todo el peso que me impida correr con perseverancia la carrera que tengo por delante.
Decreto plenitud para disfrutar tus maravillas y de los planes perfectos que tú trazaste a mi favor. Que tu Espíritu Santo guíe mis actos, dame fortaleza para responder conforme a tu palabra y promesas y así no permitir que las emociones contrarias a ti quieran aflorar y destruirme. Ayúdame a guardar mi corazón cuando vengan los ataques y pensamientos malos porque él es fuente de vida, anhelo ser restaurado y levantarme como las águilas por el poder de tu amor en mí.
Me visto con toda la armadura de Dios y me mantengo firme frente a las artimañas del diablo. Resisto todo espíritu maligno y hueste de maldad ceñido con el cinturón de la verdad, protegido por la coraza de justicia y avanzo con la disposición de proclamar el evangelio de paz, tomo el escudo de la Fe para apagar todos los dardos que vienen hacia mí, cubro mi mente con el casco de la Salvación y destruyo todo plan contrario a tu voluntad con la espada que es tu Palabra.
Te doy gracias porque me acompañas en todo momento, cuando soy débil tu fuerza me inunda y cobro ánimo para salir adelante sin detenerme, renuncio a vivir en fracaso y lamentos, me paro sobre la roca y me aferro al gozo de tu salvación. Sé todo lo que valgo para ti Jesús, entrego todo lo soy en tus manos donde encuentro refugio y paz.
Oro en todo momento, elevando mis peticiones y súplicas en el nombre de Jesús, Amén